Acepto que ames, aplaudo que actúes siempre con él.
Acepto que sientas odio, pero no que actúes con él ...
Rafael Montesinos
Desde el establecimiento del actual orden constitucional en 1917 y hasta 12 años después, en 1929 con la creación del PNR; México fue un país de partido único. No fue sino tras la concertacesión de 1989, cuando el PRI cede Baja California al PAN y ocho años después pierde la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.
Desde 1929 y hasta el año 2000 un solo partido y una sola forma de hacer política desde la presidencia fue la que imperó. 71 años de ejercicio de poder pervirtieron su concepto; los políticos de ese partido y sus discursos reflejan lo que sus personajes fueron, “Desde la aplaudida frase del caudillo Obregón sobre los "culatazos" y el "poder al pueblo", hasta la encendida proclama del líder obrero Fidel Velázquez: "a balazos llegamos y los votos no nos sacarán". De la vanidad de Adolfo Ruiz Cortines, "no me escogieron para semental sino para presidente" a la humildad de Adolfo López Mateos "te tratan como Dios y lo eres". (Fernando del Collado: El lenguaje del PRI: 69 años: Reforma, 1998).
Desde 1929 y hasta el año 2000 un solo partido y una sola forma de hacer política desde la presidencia fue la que imperó. 71 años de ejercicio de poder pervirtieron su concepto; los políticos de ese partido y sus discursos reflejan lo que sus personajes fueron, “Desde la aplaudida frase del caudillo Obregón sobre los "culatazos" y el "poder al pueblo", hasta la encendida proclama del líder obrero Fidel Velázquez: "a balazos llegamos y los votos no nos sacarán". De la vanidad de Adolfo Ruiz Cortines, "no me escogieron para semental sino para presidente" a la humildad de Adolfo López Mateos "te tratan como Dios y lo eres". (Fernando del Collado: El lenguaje del PRI: 69 años: Reforma, 1998).
Ese es el pensamiento bajo el cual se levantó nuestro país, bajo el lema del que “no transa, no avanza” bajo el principio de que “un político pobre, es un pobre político”, sobre la práctica del “ni los veo, ni los oigo”. Y es que la llegada del PAN a Los Pinos no cambio nada, o muy poco, sólo de funcionarios y de poder adquisitivo de las familias de los políticos panistas y expriistas que se fueron o afiliaron a ese partido.
La llegada del PAN a la presidencia, sólo actualizó la hipótesis de que es más fácil descomponerse en el poder, que 71 años no son necesarios, que basta menos de un sexenio, para destruirse. Ambos regímenes, el prianato y el panismo, hicieron lo que hoy conocemos como México.
Por eso… No! No estamos hasta la madre… de ustedes señores políticos, porque a pesar de sus luchas por el poder los partidos, son la única forma de acceder a él. Porque no obstante que “han desgarrado el tejido de la nación, con esta guerra mal planteada, mal hecha, mal dirigida”, creemos que es mejor que el ejército y no la policía la vigile y proteja la seguridad.
No! No estamos hasta la madre… porque aún cuando “han puesto al país en estado de emergencia, han sido incapaces (…) de crear los consensos que la nación necesita para encontrar la unidad sin la cual este país no tendrá salida”; seguimos creyendo que es necesario que ustedes priistas regresen a Los Pinos.
No! No estamos hasta la madre… porque si bien es cierto que “la corrupción de las instituciones judiciales genera la complicidad con el crimen y la impunidad para cometerlo” somos susceptibles de corromper al agente vial con un billete de 200 pesos antes que pagar una infracción de un salario mínimo.
No! No estamos hasta la madre… porque no importa saber que “sólo tienen imaginación para la violencia, para las armas, para el insulto y, con ello, un profundo desprecio por la educación, la cultura y las oportunidades de trabajo honrado y bueno, que es lo que hace a las buenas naciones”; nos alcanza con que hayan hecho un gran festejo en el bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución y que haya costado casi tres mil millones de pesos. Siempre será un gran orgullo ser mexicanos.
No! No estamos hasta la madre… pues qué importa que se esté “permitiendo que nuestros muchachos, nuestros hijos, no sólo sean asesinados sino, después, criminalizados, vueltos falsamente culpables para satisfacer el ánimo de esa imaginación”; sólo nos movilizaremos, saldremos a la calle a protestar, a quejarnos, a mal decir, a gritar un mezquino “ya basta de sangre”, cuando se asesine, desaparezca o detenga al hijo de un personaje política, económica o culturalmente conocido y callemos cuando los “Sin apellido” son humillados hasta después de su muerte, cuando no se tiene ni para enterrarlos, como fue el caso de los jóvenes de Durango o como el caso de condición étnica de Cristina Ascencio.
No! No estamos hasta la madre… ya que aún a sabiendas de que “otra parte de nuestros muchachos, a causa de la ausencia de un buen plan de gobierno, no tienen oportunidades para educarse, para encontrar un trabajo digno” aplaudimos o nos quedamos callados por el decretazo calderonista que beneficiará a los que estudian en instituciones privadas y no nos atrevemos a exigir que esos beneficios vayan a los más pobres de este país, aquellos que no tienen para el uniforme escolar, para el cuaderno y ni siquiera para ir desayunados a la escuela.
No! No estamos hasta la madre… que importa saber que “la ciudadanía ha perdido confianza en sus gobernantes, en sus policías, en su Ejército, y tiene miedo y dolor”; si nos han querido enseñar que mientras más sufrimos más felices seremos en el reino de los cielos y nos conformamos con ello, porque seguiremos orgullosos de repetir “México, siempre fiel”.
No! No estamos hasta la madre… de saber que “lo único que les importa, además de un poder impotente que sólo sirve para administrar la desgracia, es el dinero, el fomento de la competencia, de su pinche “competitividad” y del consumo desmesurado”, pues nos basta con repetir “no importa que roben sólo que nos dejen trabajar”. Sobra que nos lleven al mitin y nos engañemos a nosotros mismo al sostener que así contribuiremos a fortalecer que “nuestros partido” llegue al poder en 2012. Basta con creer que la llegada del PRI a la presidencia traerá beneficios para todos.
No! No estamos hasta la madre… porque aunque hoy saldremos a la calle a protestar contra ustedes “señores” políticos, y ustedes, “señores” criminales, después de eso iremos por una hamburguesa de la carita feliz y de paso por un café a ese que acaba de cumplir 40 años. Y nos sentiremos felices porque ya contribuimos a la patria por hoy. Y repetiremos que ya “estamos hasta la madre…” para sentirnos solidarios con quien ni conocemos; lo haremos para mimetizarnos en el discurso que lucha por insistir que no tiene su origen en el rencor y el odio. Estaremos ahí, en primera fila para que alcancemos a salir en la foto e ir mañana a comprar el periódico, y luego presumir “ya me viste” “yo estuve ahí”. No! No estamos hasta la madre… porque mañana ya lo habremos olvidado y sólo volveremos a salir a la calle cuando vuelvan a matar a alguien que tiene el poder de la mass media para difundir su causa. Por eso…No! No estamos hasta la madre…! Aunque creamos lo contrario y se escuche atrevido decirlo.
Maestro, esta es una Columna sin duda muy reflexiva, con la que estoy de acuerdo. Todos los días vemos como la ciudadan+ia se queja y se queja. Suele organizar marchas, movilizaciones, cartas a medios, se sube a la palestra pública (y eso es a lo que mejor les va) porque las personas que no tienen el poder adquisitivo no suelen ser escuchadas. Recuerdo constantemente a los niños masacrados en Durango que no tuvieron acceso a un velorio digno, los envolvieron en sábanas.
ResponderEliminarBasta de actuar de manera mediática, quiero un México distinto y trabajo todos los días en ello.
Un fuerte abrazo
Mtra. Bárbara Cabrera
wow mis respetos para su analisis y tiene razon no stamos hasta la madre si no Marisela Escobedo no hubiese estado sola ese dia
ResponderEliminar@Lugat_Zmeu
una fuerte reflexión y autocritica de que estamos haciendo
ResponderEliminar@Lorena_Kaos
me gusto y esta muy interesante, lo importante es no quedarse a medias.Buena aportación aunque no estoy de acuerdo con el final
ResponderEliminar@tryo1
te lei, tal vez coincido.... Entonces q mas hacer?
ResponderEliminar@b_geoq
Yo sí estoy hasta la madre, Samuel. De veras...
ResponderEliminar@ScatNu
Que buen texto Samuel.... me quedo sin palabras, con el corazón apachurrado.....Abrazo
ResponderEliminar@Alado_Ser
Muy interesante.
ResponderEliminar@Hungareo
en este pais la denuncia es suicidio. Solo como "fuenteovejuna" no te matan por denunciar. Soy multitud. No mas
ResponderEliminar@b_geoq
Coincido en todo, pero francamente yo si estoy hasta la madre, y espero que todos los estén pronto. México el país donde nada pasa y donde todo es posible. Siempre México.
ResponderEliminares q si tienes razón ... ¿q hace falta q pase? para q grite todo Mexico #estamoshastalamadre
ResponderEliminar@teferefe21
que sacudida de principios...
ResponderEliminar@lizladeldesliz
lamentablemente no somos un pueblo uniforme #nomassangre x eso tendemos a olvidar fácilmente, difs intereses
ResponderEliminar@ius_marquez27
excelente columna @iusfilosofo
ResponderEliminar@casasinpuertas
si, entiendo, tengo la misma ansiedad, ir más alla del mañana
ResponderEliminar@pulgarebelde
Tengo q reconocer q tienes inmensa razón n tu artículo y me permito decir q será uno d tus mejores trabajos en todo sentido !
ResponderEliminar@marcyasol
de que vamos a estar hasta la madre? si nuestros politicos son lo maximo
ResponderEliminar@JozzeLuiz
Maestro sin lugar a dudas éste artículo es la crónica de puras realidades anunciadas. Me puede usted explicar que hacia el SME en la marcha de hoy.
ResponderEliminarYo también coincido con tu reflexión. Pero de verdad que yo sí estoy hasta la madre pero de no hacer nada. Tengo una impotencia que ya no sé como ayudar al país. ¿Votar por un gobernante justo? En donde si todos son iguales. ¿Qué podemos hacer como pueblo?
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