El sentido moral es de gran importancia. Cuando desaparece de una nación,
toda la estructura social va hacia el derrumbe.
Alexis Carrel
Aun no terminan de sacudirse el lodo los
representantes del pasado corrupto -que ahora quiere ocupar Los Pinos- cuando
una nueva cloaca se destapa y los exhibe; ahora al parecer con la complicidad
del funcionario público de mayor peso en este país. Me refiero al flamante Agustín
Guillermo Carstens Carstens, oriundo del DF y de 54 años, economista pesado del
sexenio calderonista, egresado del ITAM y formado por neoliberales en el Banco de México.
No es la primera ocasión que Carstens Carstens sale
del oscurantismo que su cargo representa y se convierte en protagonista, lo fue
cuando se documento que el pequeño funcionario, acostumbrado a comer lo
suficiente -que no necesariamente bien- contaba con tres mil pesos diarios para
comidas.
La segunda fue cuando aspiró al Fondo Monetario
Internacional y fracaso. En aquella ocasión, Douglas A. McIntyre columnista de Los Angeles Daily News sobre Carstens opinó: “Esto no tiene que ver con su capacidad intelectual o su larga
trayectoria como diseñador de políticas económicas… El problema de Carstens es
que, a sus 54 años, es obeso mórbido.”
El columnista refería que el peso de Agustín Guillermo sería utilizado en su
contra y no en función de presencia pública, sino de su origen mexicano. Es
decir, que en un país donde las políticas públicas han fracasado para contrarrestar
el grave problema de pobreza alimentaria, se presentará un funcionario con su
imagen, para aspirar a tal cargo.
Hoy Carstens Carstens vuelve al protagonismo, pero con
un tema más grave; el pasado sábado Ricardo Monreal lo acusó de alteración de
un comprobante electrónico de una transferencia para proteger a Luis Videgaray
nada más y nada menos que por la pequeña cantidad de 50 millones de pesos.
Aunque el Banco de México se desmarco en un boletín,
lo cierto es que reconoce que el banco receptor cambió los nombres y puso
gobierno del estado (de México) cuando antes estaba (Marco Antonio) González
Pack. Con lo que no contaron es que ya había sido generado un documento probatorio
con sello digital inalterable y aunque hayan cambiado de nombre existe el
comprobante.
Si el BdeM permitió o facilitó el trámite para la
sustitución de los nombres de forma tan diligente a sabiendas de que con ello allanaría
el camino a Videgaray, queda comprada la hipótesis del pacto entre funcionaros
Calderonistas con el equipo de EPN.
Esta acción no sólo simboliza dicho pacto, sino que
vulnera la autonomía del Banco de México y pone en riesgo la estabilidad económica,
pues si los inversionistas observan la injerencia del Banco Central en una
contienda política, consideraran su presencia en nuestro país.
Si bien es cierto que Carstens Carstens fue electo para
el periodo del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre del 2015, también es
cierto que el próximo sexenio se puede enfermar y adelantar su retiro. En todo
caso se habrá ganado su retiro anticipado.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
Maestro:
ResponderEliminarUna columna de alto impacto en estos días. Son varios los elementos que apuntan a que las elecciones deben anularse; ahora resulta que Cartens es abonero de ese cochinero electoral que a como de lugar las autoridades ocultarán.
Vemos como “a la de ya”, están en la etapa de suavizar lo que muy pronto nos dejarán caer: la validez de la elección presidencial con todo lo que ello conlleva.
Magnífica columna.
Un placer leerlo.
Lo que me parece más grotesco no es solo su regreso sino la forma en como los mexicanos pagamos sus apetitos.
ResponderEliminarBueno aportación maestro.
Carlos G.