iusfilosofando

martes, 24 de junio de 2014

NEGLIGENCIA Y COSAS PEORES


Generalmente suelo solidarizarme con los movimientos sociales que en justa lucha llevan sus causas a la calle, para fijar su posición pública sobre algunos temas o causas en particular, pero en estos días por redes sociales, prensa y radio, fuimos testigos de una protesta muy particular. Se trata de un movimiento de médicos -que no Doctores- a la que se sumaron enfermer@s, camiller@s, familiares y todo lo que se pueda acumular.
Un movimiento que salió a la calle, para pedir algo que solo vimos en Sinaloa hace algunos meses tras la captura del Chapo Guzmán: impunidad. Y no se trata de cualquier tipo de impunidad, sino de pedirla para 16 médicos que están bajo investigación ministerial por el delito de homicidio culposo derivado de negligencia médica. Entendida ésta como “un acto mal realizado por parte de un proveedor de asistencia sanitaria que se desvía de los estándares aceptados en la comunidad médica y que causa alguna lesión al paciente. Es decir, no haber cumplido con los parámetros mínimos y estándares de conducta para enfrentar el caso, y no haber cumplido con la normas técnicas de la profesión médica” (Cfr.http://bit.ly/1wsoMrW).
El tema es complejo, en noviembre de 2009, ingresó un menor de edad al Hospital de Pediatría del IMSS en Jalisco por un diagnóstico de crisis asmática. Como ese año fue de epidemia, se sospechó y descartó influenza A-H1N1. No obstante, según el padre del menor, en los procesos exploratorios al menor de edad le perforaron ambos pulmones y posteriormente en un lapso de apenas 16 días se le sometió a siete cirugías abdominales (laparatomías exploratorias) en las que los médicos tratantes concluyeron que había perforación intestinal y falta de circulación sanguínea intestinal. Pasaron 55 días y el niño Roberto falleció. El certificado de defunción que expedido por el IMSS determinó como causa de la muerte "sepsis intestinal" (infección) pero omitió decir el origen de ésta.
Cuatro años después el juez tercero del Distrito de Procesos Penales Federales,  emitió el pasado 20 de mayo, 16 órdenes de aprehensión por homicidio culposo derivado de negligencia médica y auto de formal prisión, en contra del equipo de médicos y los responsables de la Unidad de Terapia Intensiva del IMSS Centro Médico Nacional de Occidente de Guadalajara, Jalisco.
Para nadie es una sorpresa reconocer que el de los médicos es el gremio profesional mejor organizado -después del de los profesores- y ello se vio de manifiesto, pero tampoco para nadie es una sorpresa la actitud de un buen número de médicos del sector público que dan un trato denigrante a sus pacientes, desde recibirlos con el clásico “mijo” o “mija” hasta regañarlos delante de los demás, olvidando que existe una relación empleado patrón en esa consulta médica. Como en todas las profesiones hay honrosas excepciones pero la mayoría hace costumbre lamentablemente.
Lo que vimos el domingo pasado no tienen un origen espontáneo en la búsqueda de mejores condiciones laborales, esa fue una exigencia secundaria, paralela.
El #YoSoy17 tiene como su prioridad buscar que no se continúe con la investigación contra los 16 médicos sujetos a proceso penal por homicidio culposo: y esa es una defensa complicada. Los que salieron a la calle el domingo con su cartel “Somos médicos, no dioses, ni criminales” y los otros pocos que pedían mejores condiciones laborales, son los mismos que votaron por mantener el mismo modelo económico, los que permitieron el regreso del viejo régimen. A ellos no los vimos en la defensa de la soberanía energética o petrolera -no como gremio- tampoco pidiendo justa reforma electoral, solo responden cuando uno de los suyos es tocado y sujeto a investigación.
Más allá de manifestar la inocencia o culpabilidad de los 16 involucrados –cosa que toca a la autoridad judicial- el tema debe servirnos para reflexionar sobre la negligencia médica en México, pues muchos de los que asistieron en solidaridad este domingo son los mismos que manifestaron su inconformidad cuando médicos de Oaxaca y Puebla se negaron a recibir a mujeres embarazadas.
Y es que, en lo que va de este año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha documentado diez casos de inadecuada atención médica por parte de servicios públicos de salud, que con su mal desempeño han provocado la muerte de siete personas de cinco estados: Oaxaca, Estado de México, Guanajuato, Yucatán y DF. Entre ellos una niña de 1 año y medio, y dos gemelos no nacidos, quienes fallecieron junto con su madre.
En estos diez casos la CNDH no sólo demandó la reparación del daño causado a las víctimas o sus deudos, sino que también inicio acciones penales contra los médicos involucrados, en su carácter de servidores públicos. El ombudsman nacional también solicitó a la PGR iniciar acciones penales en contra médicos del hospital general Carlos McGregor Sánchez del IMSS, en el Distrito Federal por la “inadecuada atención médica” que produjo la muerte a una niña de 1 año y medio que presentaba cáncer.
Finalmente sobre este tema hay otros caso relevante, que data de 2002 en el que una recién nacida, sufrió un daño neurológico, el caso fue revisado en marzo de 2008 por la Conamed que concluyó  que sí hubo una negligencia médica; para julio de 2011, ya con  9 años, se certificó que la menor sufre un retraso en su desarrollo psicomotor, deficiencia mental, convulsiones y dificultad para comunicarse.
Los padres de la menor presentaron una demanda por daño moral en contra los médicos, pero un juez absolvió a los demandados, bajo el argumento de que había vencido el plazo para que los padres solicitaran  una indemnización. Los padres presentaron recurso; y ya la Suprema Corte se ha manifestado al respecto, y a propuesta del ministro Jorge Pardo Rebolledo, la Primera Sala amparó a los padres de la menor para que puedan ejercen su derecho a ser indemnizados por la negligencia médica. De esta forma, por primera vez, los ministros precisaron  que, en casos de negligencia médica, el plazo  para solicitar una indemnización se debe contar a partir de que se conoce a profundidad el daño que ocasiona la negligencia médica. Este, sin duda, es un gran paso para la justicia contra las víctimas de la negligencia médica en el país. Pues quien que asiste a los servicios públicos de salud y es víctima de negligencia tiene dinero para aguantar una lucha legal por varios años. Un gran paso de la SCJN hay que reconocerlo.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.


martes, 17 de junio de 2014

DIVULGACIÓN DEL CONOCIMIENTO SOCIO-JURÍDICO EN TWITTER


 

Divulgación del conocimiento socio-jurídico en Twitter es la obra más reciente de la Dra. Bárbara Cabrera. Un libro que nos presenta un panorama cronológico, completo y dinámico sobre Internet, Twitter y la divulgación del conocimiento científico.
La obra constituida en cuatro capítulos, cuenta con el prólogo de la Dra. Clara Luz Álvarez, quien sobre el libro sostiene: “La Dra. Bárbara Cabrera de una manera ágil y sencilla expone los cambios en la investigación del Derecho, destacando el por qué se ha iniciado una nueva era para la investigación si se utilizan las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC).”  
La combinación de textos de dos mujeres de amplia trayectoria académica, hacen de Divulgación del conocimiento socio-jurídico en Twitter un libro inteligente y fundamental para entender la realidad de la investigación socio-jurídica y su divulgación. La primera con la obra en sí misma y la segunda con el prólogo al libro.
La Dra. Cabrera Pantoja expone su obra  a través de cuatro capítulos organizados de forma lógica-cronológica. En un primer momento nos habla de los “prolegómenos sobre las tecnologías de la información y comunicación”. Donde escudriña las TICs, la revolución tecnológica, el origen de Internet y las características socio-jurídicas de este servicio.
En el capítulo segundo, se analiza “La investigación científica socio jurídica: datos relevantes para situar la problemática”, aquí la Doctora, nos presenta un estudio completo y poco trabajado en México acerca del “Perfil de los investigadores en el área del Derecho y las ciencias sociales en el país”, entre otras temáticas.
En este reto intelectual, la Dra. Cabrera rompe las barreras de lo jurídico y nos lleva en el capítulo tres a la “Estructura y funcionamiento de las redes sociales”. Y quizá ahí es donde se vuelve muy ad hoc su afirmación “el ciberespacio es un nuevo ambiente que abarca dos aspectos importantes, unidos en un mismo sitio: el tecnológico que engloba la red de ordenadores, smartphone, tabletas y dispositivos interconectados por virtud de la infraestructura de telecomunicaciones”.
Finalmente en su tema toral, el capítulo cuarto está dedicado a “Twitter como instrumento epistemológico en la divulgación de la investigación científica del derecho  y las ciencias sociales en México”, integra lo que ningún otro libro sobre Twitter tiene hasta el momento, pues va desde lo conceptual hasta lo estructural, su naturaleza y estructura, sus características e importancia.
Este ejercicio de divulgación del conocimiento a través de la plataforma Twitter, no tiene precedente; es una aportación intelectual que se agradece a la Dra. Cabrera Pantoja quien de manera amena e inteligente nos lleva por el camino de 326 páginas. Los invito a que adquieran la obra Divulgación del conocimiento socio-jurídico en Twitter con @Paideiamx y que sigan compartiendo e intercambiando ideas con la autora, a quien encuentran como @BarbaraCabrera.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.


martes, 10 de junio de 2014

GANAR EL BALÓN, PERDER LA REALIDAD



Muchos de nosotros lo hicimos, yo no recuerdo cuando fue la primera vez, pero muchas de las personas a las que conozco lo habían hecho a hurtadillas y se negaban a reconocerlo. Es más, llegue a ver como un par de viejitas lo hacían, y su edad no les restaba pasión. He sido testigo de cómo párrocos y monjas también lo han hecho. En todo este tiempo he aprendido que la edad, condición social, nivel cultural, preferencia sexual o religión, no ha sido impedimento, ¡todos, en algún momento, han pateado un balón!
Todo se sintetiza en una fracción de segundos, en el acto de patear un balón, en desembocar la pasión y el coraje contenido, o simplemente en sentir la sensación de la primera vez. Pero aquello que en los barrios y colonias, representa lo más natural, se convierte en los clubes y deportivos en un negocio de millones de pesos.
Ese paradigma mercantilista vuelve después de cuatro años; y regresa acompañado de un entorno nada halagador para el país anfitrión, que este jueves 12 -en el estadio Arena Corinthians, en Sao Paulo, centro de los poderes económicos de Brasil- presenciara la inauguración del Mundial de Fútbol. Una inauguración a la que se dice, no asistirá Dilma Rouseff, para evitar las manifestaciones.
Y mientras un numeroso grupo de mexicanos presenciaran la ceremonia de inauguración, otro muy selecto grupo de mexicanos estarán terminando las respectivas sesiones legislativa en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, habrá quienes pedirán se agilicen los puntos a tratar y otros tantos –si se prolonga- se saldrán de la sesión para ser testigos distantes de todo lo que ocurre en Brasil.
Solo un día después -el viernes- los mexicanos asistirán al encuentro con la televisión, ese dispositivo que les llevará el primer partido de la “decepción nacional de fútbol” frente a Camerún, en Natal, la capital de Rio Grande del Norte, un estado en el noreste de Brasil.
Y así, nuestro país se verá inmiscuido por un largo tiempo en sesión tras sesión de 90 minutos. En los que jugadores y aficionados, cual enajenados, perderán el contexto de la realidad. Los que van desde México, -el tercer mundo- habrán ahorrado por mucho tiempo o simplemente se endeudaron para asistir al evento usando su tarjeta de crédito o empeñando algunas prendas. Ellos volverán a una realidad, donde pobreza, inseguridad, injusticia, desarrollo social, falta de acceso a la educación, a la salud, a la cultura, a la recreación, son el pan de todos los días.
Volverán a una realidad, donde la luz, el gas, la gasolina, no tendrá el mismo valor que cuando inició la justa mundialista; pero paradójicamente, el salario mínimo será el mismo. Acá en nuestro país, las cosas no cambiarán mucho, los que se quedaron, presenciaran el fútbol por televisión, pero olvidarán su entorno, su realidad. Y después de una larga jornada de trabajo, llegarán a casa para ver en TV quien ganó el partido y las reseñas correspondientes, pero le cambiarán cuando el tema sea las reformas estructurales que ese día se discutieron y tal vez aprobaron.
Y así, el mexicano promedio habrá ganado el balón, pero habrá perdido la realidad, y se actualizará la hipótesis de que "El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes" tal y como sostenía Arrigo Sacchi Director técnico del AC Milán de los años ochenta.

Por hoy es todo, los invito para que, sin dejar de ver el Mundial, no pierden la realidad. Carpe diem

martes, 3 de junio de 2014

ABC 5 AÑOS DE IMPUNIDAD


En México, los trabajadores que tienen acceso a la seguridad social, pueden ejercer su derecho a ser beneficiados con el servicio de guarderías; ante la incapacidad del gobierno de otorgar esta prestación, en 1983 el gobierno decidió subrogar dicho servicio; aun así no fue suficiente, y en 2003 flexibilizo los requisitos para expandir este servicio.
A pesar de haber permitido el crecimiento de las guarderías, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a través de su Coordinación Nacional de Guarderías omitió dar una supervisión oportuna a las mismas y como consecuencia de esta omisión, el 5 de junio de 2009, en Hermosillo, Sonora ocurrió la tragedia más terrible del México contemporáneo.
El incendio en una bodega habilitada como guardería acabo con la vida de: Ana Paula Acosta Jiménez, Andrés Alonso García Duarte, Andrea Nicole Figueroa, Aquiles Dreneth Hernández Márquez, Ariadna Aragón Valenzuela, Axel Abraham Angulo Cazares, Bryan Alexander Méndez García, Camila Fuentes Cervera, Carlos Alán Santos Martínez, .Dafne Yesenia Blanco Losoya, Daher Omar Valenzuela Contreras, Daniel Alberto Goyzueta Cabanillas, Daniel Rafael Navarro Valenzuela, Daniela Guadalupe Reyes Carretas, Denisse Alejandra Figueroa Ortíz, Emilia Fraijo Navarro, Emily Guadalupe Cevallos Badilla, Fátima Sofía Moreno Escalante, Germán Paúl León Vázquez, Ian Issac Martínez Valle, Javier Ángel Merancio Valdez, Jesús Antonio Chambert López, Jesús Julián Valdez Rivera, Jonatan De Jesús De Los Reyes Luna, Jorge Sebastián Carrillo González, Juan Israel Fernández Lara, Juan Carlos Rascon Holguin, Juan Carlos Rodríguez Othón, Julio César Márquez Báez, Lucía Guadalupe Carrillo Campos, Luis Denzel Durazo López, María Magdalena Millan García, María Fernanda Miranda Huges, Marian Ximena Hugues Mendoza, Martín Raymundo De La Cruz Armenta, Monzerrat Granados Pérez, Nayeli Estefanía González Daniel, Pauleth Daniela Coronado Padilla, Ruth Nahomi Madrid Pacheco, Santiago Corona Carranza, Santiago De Jesús Zavala Lemas, Sofía Martínez Robles, Valeria Muñoz Ramos, Ximena Álvarez Cota, Ximena Yanez Madrid, Xiunelth Emmanuel Rodríguez García, Jazmín Pamela Tapia Ruíz, Yeceli Nahomi Baceli Meza, y Yoselín Valentina Tamayo Trujillo.
Paradójicamente, esa bodega habilitada como guardería, era considerada por el IMSS como modelo de guardería, a pesar de que no cumplía con requisitos mínimos de protección civil (detectores de humo, extintores y salidas de emergencia).
El próximo jueves 5 de junio se cumplirán 5 años de la tragedia y los responsables directos e indirectos de la tragedia -por su irresponsabilidad y omisión- siguen gozando de cabal impunidad, gracias a sus relaciones familiares con el entonces gobernador Eduardo Bours Castelo y Margarita Zavala.
Han pasado 5 años y Daniel Karam Toumeh, Carla Rochin Nieto, José Antonio Salazar Salazar, Juan Molinar Horcasitas, y Javier Lozano Alarcón siguen impunes, este último con fuero de Senador y con la cara dura que le caracteriza.
Lo ocurrido en la guardería ABC no debe repetirse nunca, este país no se puede permitir que el ejercicio de un derecho termine en tragedia y que los responsables queden sin castigo. Cerrar ese episodio trágico es condición necesaria, para acabar con el estado de impunidad de los alfiles del calderonato.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.