Fue en 1993,
cuando la Asamblea
General de las Naciones Unidas designó al 22 de marzo como el
Día Mundial del Agua. A diferencia de otras celebraciones, este día es uno para
destacar el papel esencial que el vital líquido representa en nuestras vidas y
de como los gobiernos están obligados a propiciar mejoras para la población
mundial que sufre de problemas relacionados con el agua. Pero también para
reflexionar el papel que los individuos jugamos en su utilización, consumo y ciudad.
El tema del agua no
es menor, pues alrededor de 750 millones de personas en todo el mundo, siguen
sin tener acceso a mejores fuentes de abastecimiento de este líquido vital,
esta falta afecta principalmente a mujeres y niños. De la mano va el tema del
saneamiento ya que aproximadamente 2.500 millones de personas siguen careciendo
de mejores servicios de saneamiento, un dato extra y no menos alarmante es que
cerca de 1.000 millones de personas practican la defecación al aire libre de
acuerdo con datos de la ONU.
El día mundial
del agua, celebrado el fin de semana pasado, enfrenta en nuestro contexto
nacional un amplio debate, que incluye no solo a lo relacionado con el cambio
climático, la necesidad impostergable que tiene la agricultura y las ciudades,
pero también el uso que hacen de ella las industrias refresqueras y las que
vendrán a perforar nuestro suelo y subsuelo para obtener petróleo bajo la
técnica del fracking.
Toda persona
tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo
personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El
Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y
modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos,
estableciendo la participación de la Federación , las entidades federativas y los
municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de
dichos fines.
La iniciativa peñista
respaldada por el binomio neoliberal (PRD-PAN) en el congreso de la Unión , pretende imponer un modelo
de expoliación del recurso, donde la prioridad no es el derecho humano al agua,
sino extraerla a como dé lugar sin importar los costos económicos, sociales y
ambientales a través de trasvases, lo cual hace evidente que la iniciativa que
se impulsa, pretende recompensar a las empresas constructoras entre ellas el
grupo HIGA y un ejemplo de ello es el acueducto río Pánuco-Monterrey de más de 400 kilómetros .
La iniciativa
peñista claramente tiene una intención privatizadora y represiva pues busca dar
respuesta a las necesidades de las grandes empresas nacionales y extranjeras la
inclusión de palabras como “utilidad pública”, lo que representa por ejemplo
que en el artículo 263 de la iniciativa se da la facultad a la Comisión Nacional
del Agua (Conagua) de solicitar el auxilio de la fuerza pública para hacer
cumplir con sus determinaciones.
¿Porque tendría
que hacer referencia una iniciativa de “aguas” a la fuerza pública? Por la
sencilla razón de que se pretende sobrexplotar cuencas y acuíferos ubicados
incluso dentro de pueblos indígenas y campesinos para dárselos a grandes
corporaciones. ¿Por qué la iniciativa no fulmina a los contaminadores del líquido? La iniciativa es tan
vulgar, que no habla de cómo enfrentar la mala calidad del agua potable, pero
si pretende sancionar a quienes sin contar con el permiso de la Conagua , realicen obras de
exploración, de estudio, monitoreo y remediación.
Han pasado 22
años y el Día Mundial del Agua se sigue celebrando en todo el mundo, pero en
México, la iniciativa que se promueve pretende dar a los concesionarios de las
aguas nacionales, así como de la infraestructura hidráulica federal, la
explotación hasta por 70 años. Quedarnos
callados y de brazos cruzados no ayudara a salvaguardar nuestro derecho humano
al agua; nuestro y de las generaciones por venir.
De ahí que sea necesario este 07
de junio, quitarle el Congreso a Peña.
Eso es todo por hoy, nos leemos la
próxima. Carpe diem.
No hay duda Doctor, la lucha por nuestros Derechos debe seguirse dando y sobre todo hoy cuando más vulnerados son.
ResponderEliminarSi la defensa al derecho humano al agua no despierta a quienes faltan ¿qué nos espera?
Magnífica columna nos comparte hoy en #Iusfilosofando.
Un placer leerlo.
El dictamen relativo a la Ley General de Aguas se encuentra en un impass latu-sensu. Si bien esta elaborado y listo para su debate en el Pleno, las opiniones de sectores académicos contrastan con la argumentación de Conagua respecto ala política hidráulica en el país.
ResponderEliminarVale la pena asomarse al caos administrativo y operativo en municipios respecto a esta tema.
Sin duda en un tema para amplio y largo debate. El agua es un recurso natural y el acceso a él un derecho humano.
Saludos