Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo
Cuando en la facultad de derecho hablábamos de los mecanismos de
democracia directa frente a los defensores del status quo, éramos prácticamente clasificados como rijosos, si
queríamos hablar de esos temas deberíamos de irnos a sociología, allí sí se
permitía tocar esos temas. No obstante mantuvimos el tema y no solo eso, en los
siguientes semestres lo llevamos a tema de investigación, a pesar de las
oposiciones a las que nos enfrentábamos mis compañeros y yo.
En la maestría, ya con un sistema político abierto, era un tópico de
inevitable debate en el aula, las oposiciones venían de algunos compañeros que
formaban parte de la burocracia y que sentían como un deber moral defender al
sistema, que les había dado trabajo (hoy esos mismos compañeros promueven la
figura que cuestionaban años atrás). En aquellos años, quien presidía la clase
buscaba pretextos para cuestionar la implementación de dicha figura ¿Sería
porque Felipe Calderón era quien ocupaba Los Pinos?
Dice Pereyra que en las democracias modernas, la representación del
pueblo: “no significa el cumplimiento inexorable de la voluntad de la mayoría y
así como hay encargados de llevar adelante la voz de los demás (órganos
políticos del Poder Ejecutivo y Legislativo), hay encargados de cuidar que la
razón presida los actos de todos, que son los órganos jurisdiccionales.” (Pereyra, Sobre la democracia, 1990). Desde luego, esos organismos
tendrían que ser planamente autónomos, sin supeditación al Ejecutivo en turno.
El Diccionario de la
Real Academia define al mandato como: Orden o precepto que el
superior da a los súbditos. Encargo o representación que por la elección se
confiere a los diputados, concejales, etc. período en que alguien actúa como
mandatario de alto rango. Eduardo Pallares, refiere que el mandato es el “acto
por el cual se exige de los entes jurídicos vinculen su voluntad a los
preceptos de la norma, o también a la declaración de la conducta que debe
seguirse.” (Pallares, Diccionario de Derecho
Procesal Civil, 2001) En este contrato, una persona llamada mandatario, lleva a cabo los
actos jurídicos que le encarga otra persona llamada mandante, y en la mayoría
de los casos es revocable, lo cual lo extingue.
Es oportuno recordar que una de las características
de la democracia en Atenas era el ostracismo
de un político por el voto de la ciudadanía. De Pina y De Pina
Vara sostienen que: “entre los griegos, el destierro impuesto a aquellos
ciudadanos que, habiendo alcanzado un gran poder personal, eran considerados
como un peligro para la libertad de los demás” Con la aplicación
del ostracismo, la intención era proteger a las polis
de la ambición individual; es decir, el ostracismo causaba la
expulsión de un servidor de los asuntos públicos por un periodo de diez años.
El próximo 27 de agosto, los habitantes de Guadalajara podrán
participar en la consulta de ratificación de mandato de Enrique Alfaro, la
votación se hará en 275 centros y están convocados a participar hasta 160 mil
ciudadanos. Este ejercicio cívico costará –según informaron los organizadores-
tres millones de pesos.
El Reglamento de Participación Ciudadana para la Gobernanza del
Municipio de Guadalajara (aprobado el
día 09 de noviembre de 2015) en su artículo 6, fracción XXIII, establece que la
ratificación de mandato es el: mecanismo de participación ciudadana directa y
de rendición de cuentas, por medio del cual se somete a escrutinio de la
población en general, la continuidad o no del Presidente Municipal.
En esta consulta, el fan de Bob Esponja, no duda que durante la
consulta de ratificación de mandato lleguen a votar militantes de otros
partidos y de esta manera reprobarlo, pero el ingeniero de profesión espera que
los ciudadanos sin partido lo apoyen. Este ejercicio ya lo había promovido en 2011 cuando gobernó Tlajomulco de
Zúñiga; dicha consulta le permito legitimar sus aspiraciones como candidato a Gobernador
de Jalisco.
El días pasados, el grupo Reforma a través de Mural, documentó la
acusación de beneficiarios del programa Beca Prepárate por parte de los
responsables de dicho programa, para promover la ratificación de mandato de
Alfaro, entre ellos y sus familiares, les piden llenar una lista con los datos
y advertir que si quieren que estos programas continúen hay que apoyarlo porque
“Alfaro es chido”. Con la implementación de las mismas prácticas que el PRI, el
partido naranja no solo exhibe que se prepara para tener una consulta ad hoc, sino que no confía en los
ciudadanos, por tal razón es mejor tener un colchón de votos que respalden su
mandato.
¿Y entonces que hacemos con la consulta del próximo domingo? los
priístas sin duda tendrán material para hacer de Enrique Alfaro el peor personaje
y por momentos olvidarán a los suyos de peor calaña que aún tienen en sus
propias filas. También olvidarán que Jorge Aristóteles, el “gober” de Jalisco,
no aceptó el reto de someterse al mismo ejercicio. Así la política y los
políticos acá en el rancho grande. A estos políticos bien les vendría
aplicarles el ostracismo de la democracia ateniense e inhabilitarlos hasta por
diez años.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
Dr. Samuel, esta #iusfilosofando es muy valiosa de cara al evento que se suscitará esta semana en fondo de bikini [por aquello de que Enrique Alfaro, quien es presidente municipal en Guadalajara gusta de ver Bob Esponja] y lo que se derive de éste.
ResponderEliminarLos ciudadanos tenemos por fin mecanismos legales claros que espero sean tomados y asumidos con eficacia e inteligencia, y no sea la antesala del próximo hueso por quien lo auspicia y convoca. Sí ya sé ¡se vale soñar! pero así es como también inician las revoluciones.
Aún creo que un día los ciudadanos despertarán y asumirán el rol que les corresponde.
Gran texto, lo comparto en mis redes.