Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo
Desconozco si les pase a mis compañeros profesores, pero
mis alumnos en casi todas las asignaturas que tengo oportunidad de impartir,
indudablemente tocan temas de coyuntura y en estas últimas semanas el tema ha
sido las condiciones de inseguridad que hemos vivido en la zona metropolitana
de Guadalajara, y el otro es el electoral.
Grato ha sido conocer que más del 90% de ellos han visto
todos los debates presidenciales y casi el 60% los debates locales. Los jóvenes
son sin duda actores fundamentales en las trasformaciones que el país requiere,
además son ellos los que más han sido afectados por el modelo neoliberal que ha
golpeado su presente inmediato y vulnerado su futuro.
El Estado ha abandonado a los jóvenes, y la delincuencia
se ha encargado de ponerles atención. Los jóvenes no solo han sido víctimas de
la inseguridad, lo son también del desempleo, de la falta de acceso a la
educación, de la marginación social, de la falta de acceso a salud, de espacios
de recreación, de acceso a la cultura. Muchos de ellos han tenido que emigrar
por aspirar a una vida mejor, aunque en el intento algunos han fallecido.
Desde aquel espontáneo #YoSoy132 la forma en que los
jóvenes hacen política ha cambiado, ahora utilizan las redes sociales y
plataformas digitales para hacer llamados, fijar posturas, realizar
convocatorias o simplemente para organizarse y comunicar. Su presencia y
organización (que puede ser efímera porque persigue determinadas causas) pueden
romper cualquier agenda política si se lo proponen.
Los poco más de 30 millones de jóvenes, -según cifras del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)- padecen de políticas
públicas claras, eficientes, eficaces, transparentes, accesibles. Ahora bien, si
los jóvenes han sido protagonistas en este sexenio, lo han sido porque han
caído víctimas de la inseguridad y delincuencia, porque han sido afectados en
su integridad y consecuentemente su familia también. Ahí están los sexenios de
Calderón y de Peña, en los cuales el señor Meade, fue funcionario. Sexenios
fallidos en políticas públicas hacia este sector poblacional.
Por eso, es indignante ver como algunos candidatos solo
ven en los jóvenes la carne de cañón para sus campañas, como son utilizados
para repartir publicidad, para el ataque en redes contra ya sabes quién, pero
no para ser integrados en el círculo de toma de decisiones que les afectan.
Un número importante de jóvenes están informados, no se
dejan manipular, saben que este país no se va a convertir en Venezuela,
entienden que en un sexenio no se podrá cambiar lo que por décadas ha estado
mal; tienen interés en saber con quién gobernarán los candidatos, si es que
ganan. Por ello es importante alentar a que conozcan, pregunten, se informen y
contrasten todas las propuestas políticas para la toma de decisiones.
Así fue una sesión con mis alumnos, de pronto el debate
se armó.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima, carpe diem.
Sin duda Doctor, en esta elección, el papel de los jóvenes es crucial.
ResponderEliminarDa gusto ver como existen ejemplos como este, donde están atentos y allegándose de información que les permita tomar decisiones informadas, comenzando por votar este 1 de julio.
¡Muy buena columna! la comparto en mis redes.