Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo
Mientras se acerca el final del fatídico
sexenio peñista, los problemas que había escondido bajo la alfombra empiezan a
surgir, desde los actos más inmorales de sus colaboradores más cercanos, hasta los
aliados coyunturales que encontró durante su mandato. Esto sumado a los temas
de interés nacional que van surgiendo poco a poco y que lastiman día a día la
vida nacional del país; Ayotzinapa, la Casa blanca, el incremento de los
desaparecidos, la fuga del Chapo.
Por si esto fuera poco, hay un tema
fundamental que pocos mexicanos alcanzan a dimensionar, de acuerdo con un
reporte de VICE.COM cuando Enrique Peña Nieto llegó a Los Pinos contaba con 14
millones de pesos en el banco, casi seis años después tiene ahorros por 22
millones, es decir un incremento de 60% a su fortuna en tan solo seis años, lo
que representa un ahorro de 1.3 millones de pesos por año.
La forma en la cual el oriundo de
Atlacomulco ha incrementado su fortuna no es menos que vulgar, sobre todo si se
considera que durante los seis años que Enrique Peña ocupó la titularidad del
Poder Ejecutivo, se añadieron dos millones de pobres en nuestro país, es decir,
cada mes se sumaron 105 mil personas, esto de acuerdo con el índice laboral del
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
No obstante los datos que el peñismo
maneja son diferentes, pues de acuerdo con datos del Coneval los pobres
disminuyeron de 55.3 millones a 53.4 millones en tan solo 2 años, de 2014-2016,
el problema radica en que la información del Coneval tomo como base los datos
proporcionados por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) y
de acuerdo a Julio Boltvinik Kalinka, están manipulados.
Boltvinik no está muy lejos de la
realidad, pues basta hacer memoria, para recordar que José Antonio Meade
entonces Secretario de Hacienda, postuló a su incondicional y protegida Paloma
Merodio, -joven tecnócrata egresada del ITAM y a quien conoció en la Sedesol-
para que ocupara el cargo de vicepresidenta del Inegi, lo cual le permitiría al
futuro candidato priista, administrar la cifra de pobres durante su campaña.
De acuerdo con VICE.com con el ingreso
que tiene el 79 por ciento de la población mexicana económicamente activa (PEA)
necesitaría dos mil años de trabajo y un ritmo de ahorro de siete por ciento de
sus ingresos mensuales para sumar la cantidad que Peña Nieto tiene actualmente
como ahorro. Lo más grotesco del guardadito de Peña, es que para lograrlo operó
desde su oficina. Veamos: el fondo de inversión que se incrementó de 10
millones, en 2013, a 15 millones, en 2018. El seguro de separación individual aumentó
de 41 mil pesos a 3 millones de pesos. Su cuenta de ahorros también tuvo un
aumento de 150 mil a 500 mil pesos.
¿Sería posible que cualquier mexicano
que votó por Peña pueda gestionar su propio retiro en cualquier empresa que
trabaja? ¿Será posible que Peña Nieto cumpla su promesa de vivir en el Estado
de México tras su retiro de los Pinos, como lo anunció en su mensaje de Sexto
Informe? ¿Es viable que el titular del Ejecutivo con menos popularidad en la
historia política del país pueda mantenerse en el territorio nacional sin los
privilegios que gozó durante seis años? Muchas son las preguntas que podemos
plantearnos en relación al vulgar enriquecimiento de Enrique Peña Nieto.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
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