En el ejercicio de la
política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia
Reyes Heroles
La palabra “ley” proviene del latín lex de
legare, ligar. Regla obligatoria o necesaria, puede tomarse como un acto de
autoridad que ordena o permite una cosa. También, como condiciones necesarias
que derivan de la naturaleza de las cosas. (Vicente Anaya: Diccionario de
Política, Gobierno y Administración)
Dice Thomas de Aquino:
“Nada que pertenezca a la
razón está en los miembros, por que la razón no usa de los órganos corporales. Luego
la ley no parece ser algo que pertenezca a la razón” luego dice “... en la
razón no se da potencia, hábitos y actos. Pero la ley en sí no es una potencia
de la razón. Tampoco es un hábito de la razón, porque los hábitos de la razón
son virtudes intelectuales (...) Ni tampoco es un acto de la razón; por que
habiendo cesado el acto de la razón cesaría la ley. (...) la ley mueve a los
que están bajo ella a obrar rectamente. Pero mover a obrar propiamente
pertenece a la voluntad. Luego la ley no pertenece a la razón, sino más bien a
la voluntad, según afirma el jurisconsulto: lo que el príncipe quiera tiene
fuerza de ley. Sin embargo tenemos en contra el que la ley debe mandar y
prohibir. Pero el mandar pertenece a la
razón (...) luego la ley pertenece a la razón”. (Thomas de Aquino. Tratado de
la ley)
La referencia anterior nos llevaría a
entender de manera clara que no deberían existir razones para manipular y
suministrar de manera discrecional la ley, sin embargo, no es así en esta
realidad mexicana.
Así pues, el término ley puede ser empleado
en varios sentidos. Por ejemplo, cuando hablamos de una regularidad de
fenómenos en la naturaleza podemos decir que nos hallamos frente a una ley
natural. Como contraparte, las leyes de los hombres si permiten variaciones,
aunque comparten con la noción de ley natural su vinculación a un orden, regularidad,
consecuencia.
El pasado fin de semana, el partido que dirigió
los destinos de este país por décadas. 83 años celebró el partido que hizo ley
la impunidad, la corrupción, y la represión contra quien disentía.
Este pasado autoritario, dedicó su
celebración de aniversario, a recordarnos que el presente incapaz, no ha podido
resolver asuntos transcendentes como los de la seguridad, su presidente, un
viejo dinosaurio con antecedentes salinistas, dijo con el cinismo que les caracteriza:
“no queremos otro sexenio de muerte y miedo”.
Aunque se puede aceptar la retorica Coldwelliana
de no querer un sexenio de muerte más, lo cierto es que a Joaquín le resulta
sencillo culpar la torpeza con que se dirigió esta país en los últimos años;
pero omite decir los errores propios del partido que hoy preside.
Parece que Coldwell, en su afán de
exculpación, olvida que durante la era hegemónica priísta, impero “la ley de Herodes”,
esa donde la voluntad presidencial hecha soberbia reinaba sobre el estado de
derecho; esa donde no se movía una hoja sin que el presidente lo ordenara; esa
donde se controlaba, manipulaba y suministraba la información dependiendo del
estado de animo del “señor presidente”.
Así, mientras Coldwell crucifica un presente
inepto encabezado por Felipe Calderón, condena también el quehacer político de
su partido, pues en el 83 aniversario del pasado corrupto, se mostro la
presencia de los protagonistas de lista al Congreso de la Unión, los artífices de
ese pasado impune y excluyente, incluso con sus jóvenes priístas. Así aplica la
Ley Herodes 83 años después aun con
los suyos, en aras de la “unidad” ese es el nuevo PRI, uno que no cambiara mas
que en el discurso, y a veces ni en eso.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe
diem.
Maestro:
ResponderEliminarGran texto el que hoy nos presenta y en efecto evoca a esa "Ley de Herodes" donde parece quieren que volvamos.
Lo cierto es que tanto PRI, como PAN han demostrado la ineptitud y su poco amor por México al solo simular que lo sacan adelante con políticas públicas mal dirigidas y que no aportan a las urgentes e imperiosas necesidades sociales actuales.
Un abrazo.
PD. para quien no sepa que es la Ley de Herodes, significa "o te chingas o te jodes"
Maestro: Excelente columna y sobre todo especial para todos aquellos jóvenes que desconocen la historia de nuestro país, está abierta la invitación para todos los jóvenes a que reflexionen su voto y no repitan más de lo mismo. Hay un chispazo de esperanza y que ojalá con la voluntad de todos se llegue a cristalizar. Adelante! Que el cambio está por venir!
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