El tema magisterial parece que
no tiene punto final de forma inmediata; y es así porque los profesores de
los Estados de Guerrero, Chiapas, Puebla, Veracruz, Zacatecas, Coahuila,
Chihuahua y Baja California Sur, no se han quedado callados, estáticos y conformistas.
A diferencia de las
movilizaciones anteriores, estáticas y de punto focal, está ha sido diferente,
horizontal, dinámica y ha tenido puntos diversos de concentración. La huida de
los legisladores de sus sedes es un ejemplo de esta protesta dinámica, lo es
también el caso del aeropuerto y las embajadas.
El origen de las
manifestaciones está concentrado en la reforma educativa, es innegable que en
este tema nuestro país tiene claras deficiencias, pero estas no solo tienen que
ver con la calidad educativa, sino con las condiciones en las cuales se
desarrolla el proceso de enseñanza aprendizaje, con las mafias que existen en
las secciones sindicales, con la deficiencia formativa de los profesores, con
las formas tradicionales de enseñanza, y con el mundo que rodea a los
estudiantes de todos los niveles, sus historias, sus problemas, sus
aspiraciones.
La reforma educativa es tan
superflua que no profundiza en lo necesario para transformar al país desde el
fondo, son reformas que solo maquillan el problema, reformas que buscan
congraciarse con los organismos internacionales que fungen como prestamistas de
nuestro país.
Es cierto que las
manifestaciones se han concentrado en el DF y los habitantes de esa ciudad han
sido los más afectados, pero cierto es también que los Estados mencionados se
han quedado sin profesores; y en consecuencia, los alumnos siguen esperando
arrancar el ciclo escolar.
Con este escenario no han
faltado las voces que son una mezcla del pasado autoritario con la derecha
represora, esas voces que por una parte piden respeto al Estado de Derecho o
represión; y por otra legislan al calor de los poderes facticos.
Aun con las movilizaciones que
nos afectan a tod@s, yo prefiero un profesor movilizado y que cuestione
decisiones no consultadas, a uno que enseñe a sus alumnos a obedecer ciegamente
y a promover el statu quo.
Me quedo con quien promueve el pensamiento crítico desde el aula y la calle y
no con quien repite las historias surgidas a partir de la “revolución”.
Veremos cómo termina la historia;
lo cierto es que pensando en ello, Peña dará su mensaje el 1 de septiembre
desde Campo Marte y no desde palacio nacional o Los Pinos como si lo hizo su
insigne maestro Carlos Salinas.
Por hoy es todo, nos leemos la
próxima. Carpe diem.
Doctor, una #Iusfilosofando altamente reflexiva y adecuada en este momento.
ResponderEliminarLo que hace falta en este país es más pensamiento crítico y acciones contundentes para sacarlo adelante.
Magnífico texto. Un placer leerle.