Samuel
Hernández Apodaca
@iusfilosofo
Finalmente
ocurrió, al viejo estilo y recordando los tiempos en los cuales desde Los Pinos
se anunciaba todo, Enrique Peña anunció el retiro de José Antonio Meade
Kuribreña de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para abrirle prácticamente
la puerta y permitir que arme campaña de forma oficial, buscando la Presidencia
de la república, por un partido en el cual no es miembro.
En el acto
con casi una hora de retraso, y que no duro más de 10 minutos, Peña Nieto encontró un auditorio con una
asistencia cauta y controlada, fueron los típicos anuncios en los que se sabe
no habrá sorpresas: anunciar el retiro del próximo candidato presidencial y presentar
a quien lo sustituirá en el espacio que deja el futuro candidato.
Sobre Meade Kuribreña economista del ITAM y licenciado en Derecho por la UNAM,
sirve decir que no ha tenido empecho en saltar de una pista a otra, fue
secretario de Desarrollo Social y secretario de Relaciones Exteriores. Y durante
el período presidencial de Felipe Calderón Hinojosa fungió como Secretario de
Energía y Secretario de Hacienda y Crédito Público, respectivamente.
Para algunos Meade es visto como un operador “apaga fuegos”, aunque
tendrá sus propios adversarios dentro de las filas tricolores pues a pesar de
que Peña Nieto utilizo sus mejore elogios para despedirlo, aún no terminan de
entender porque él es el designado para buscar la presidencia. Pero para otro
el egresado de la Universidad de Yale, no es más que tecnócrata a quien no le
importa la gente, sino los números y las cifras, mantenerlas como él quiere,
siempre son una prioridad en su agenda.
De 48 años, el ex de Hacienda y Crédito Público, la tarea inmediata es
hacer enfrentar no solo al candidato que designe el Frente Ciudadano, mismo que
aun sin saber quién será, diversos
analistas señalan no representa competencia alguna; el otro adversario de Meade
será Andrés Manuel, a quien muchos enlistan como el verdadero candidato a
vencer.
El anuncio de Peña no fue sorpresa, ya se le había adelantada Luis
Videgaray, que sin ser candidato si es el ganador de esta contienda. Meade será
el primer candidato externo en la historia del PRI, pues desde su fundación en
1929, todos sus candidatos han tenido militancia. La gran paradoja de este no
militante priista, es entregarse a lo más atrasado del PRI y lo demostró ayer
cuando entrego su carta de intención y
el respaldo de los tres sectores y de las cuatro organizaciones priístas. Todos
como en los viejos tiempos, no hubo sorpresas.
Para el camaleónico personaje de ascendencia irlandesa las diferencias políticas
entre el PAN y el PRI no son relevantes, pues como nos recuerda Maite Azuela en el libro Los Suspirantes 2018: “El tío de su madre, Daniel Kuribreña, fue
uno de los fundadores del PAN que en 1939 emprendieron la labor de conformar un
partido sostenido en la doctrina de la iglesia católica”. Pero su padre, Dionisio
Alfredo Meade fue diputado federal por
el PRI de 1997 al 2000 y uno de los creadores del Instituto de Protección al
Ahorro Bancario (IPAB) en 1998, donde él ocupó el cargo de Secretario Adjunto,
y años más tarde su hermano Lorenzo fue Secretario Ejecutivo en 2013.
Varias preguntas surgen con la postulación inminente de Meade ¿Después
de romper con esta tradición de no militancia, los históricos tricolores se
mantendrán en ese partido? ¿De verdad los ciudadanos olvidaran que el candidato
priistas es el responsable de los gasolinazos? ¿Los analistas pasaran por alto
que es el responsable de manipular las cifras de pobreza en México? ¿Cómo tecnócrata
estará a la altura de un debate político?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.