iusfilosofando

miércoles, 29 de mayo de 2024

CLAUDIA SHEINBAUM. LA ESPERANZA CONTINUA

 


 

En marzo de 2023 frente a un grupo de académicos planteaba el escenario de que tendríamos a la primer mujer presidenta, la reacción de mis contrapartes me sorprendió, “no para nada”, “como crees”. “eso no puede ser”, “vivimos en un país machista, eso no pasará”. Después de replicarles algunos se quedaron con la duda de esa posibilidad.

Meses después y no después de un álgido debate en la izquierda electoral y particularmente en Morena, la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo ganaba la encuesta y se erigía como candidata Presidencial. Nacida el 24 de junio de 1962 en la Ciudad de México, es licenciada en Física por la UNAM, es Maestra en Ingeniería Energética y tiene también un doctorado en Ingeniería Energética.

La fundadora del Movimiento de las Adelitas, -tras el fraude electoral de 2006-, fue Secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México durante el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como jefe de gobierno. En 2018, fue electa Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo mediante una elección.

En el libro, Claudia Sheinbaum: Presidenta, de Arturo Cano, 2023, se destaca que “Desde niña, Claudia estuvo inmersa en el mundo de la izquierda. Creció entre mujeres fuertes y preparadas” recuerda también que “en muchos institutos se le minimizo por ser mujer, y más por tener un compromiso social, incluso por participar en movimiento sindicales”.

La Dra. Claudia Sheinbaum es una científica y política con una sólida formación académica y experiencia profesional. Su paso por las aulas le otorga un entendimiento profundo de temas técnicos y científicos que son cruciales para el desarrollo sostenible del país.

El enfoque de Sheinbaum en la ciencia y la tecnología se refleja en políticas implementadas en su gobierno, las cuales buscan no solo el crecimiento económico, sino también el desarrollo sostenible. En su gestión como jefa de gobierno priorizó la innovación y el uso de tecnologías avanzadas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y proteger el medio ambiente.

Sheinbaum Pardo, es la única mujer que ha recorrido el país de punta a punta, en al menos cinco ocasiones, su templanza frente a la adversidad y su formación le han permitido corregir rumbos y consolidar soluciones.

Claudia recuerda como conoció al Presidente López Obrador: una llamada de José Barberán:

-“Dice López Obrador que si quieres ser Secretaria del  Medio ambiente… ¿Cómo ves? Porque si dices que sí, ya te va hablar él”

-Y así fue

-Lo vi en el Sanborns de San Ángel” (Cano, 2023)

Es la única candidata con un proyecto sólido de nación,  “100 pasos para la transformación” (https://claudiasheinbaumpardo.mx/proyectodenacionarchivo)uno que permite construir un país para todas y para todos. En su discurso de inicio de campaña reconoce que “en seis años se ha hecho muchísimo, pero aún falta mucho por hacer”.

Su enfoque basado en la ciencia y el desarrollo sostenible, junto con su compromiso con políticas inclusivas y efectivas, la posicionan como una opción sólida de gobierno eficaz. No inventa historias, construye realidades de ahí que represente una continuidad con mejoras significativas, aprendiendo de los aciertos.

Destaco algunas características que simbolizan la opción correcta. Claudia es una mujer Intelectual: posee una sólida formación académica. Es doctora en Ingeniería Energética y ha sido profesora e investigadora, lo que refleja su profundo compromiso con el conocimiento y la ciencia.

Es una mujer Innovadora: Su enfoque en la ciencia y la tecnología para resolver problemas sociales y ambientales demuestra su capacidad para pensar de manera innovadora y aplicar soluciones creativas y efectivas.

Es una mujer comprometida: A lo largo de su carrera política y académica, Sheinbaum ha mostrado un fuerte compromiso con las causas sociales y medioambientales, trabajando incansablemente para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía. Su capacidad para comprender y conectar con las necesidades y preocupaciones de los ciudadanos muestra su empatía, lo cual es crucial para una gobernante que busca el bienestar de todos.

Es una mujer líder: Ha demostrado habilidades de liderazgo en su papel como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, dirigiendo importantes proyectos y políticas públicas con éxito.

Es una mujer fuerte: A pesar de enfrentar desafíos y críticas, ha mantenido su visión y propósito, adaptándose y superando obstáculos con determinación y perseverancia. A pesar de la guerra sucia, de las campañas de odio por su origen, a pesar de la misoginia de la derecha y sus intelectuales, siempre estuvo a la cabeza de las preferencias electorales de los mexicanos.

Es una mujer eficiente: Su gestión en la Ciudad de México ha sido marcada por la eficiencia en la implementación de políticas públicas, optimizando recursos y mejorando los servicios para los ciudadanos. Su enfoque en el desarrollo sustentable se manifiesta en sus políticas medioambientales, como la promoción de energías renovables y la protección de áreas verdes.

Es una mujer inclusiva: La Doctora Sheinbaum promueve la inclusión y la igualdad de género, reflejado en sus políticas y en su apoyo a movimientos sociales que buscan la equidad y la justicia.

Es una mujer transparente: Ha enfatizado la importancia de la transparencia en el gobierno, implementando mecanismos de rendición de cuentas y fomentando la participación ciudadana.

La Dra. Claudia Sheinbaum ofrece una combinación de experiencia, capacidad científica y compromiso social, es la única mujer capaz de continuar con la transformación del país. Como sostuvo en su discurso de inicio de campaña: “La cuarta Transformación es construir patria. Es garantizar el porvenir de las actuales y futuras generaciones”.

Hoy más de un año después de aquella charla académica, que les conté al inicio, reitero la afirmación de la Doctora Claudia: “es tiempo de mujeres” por eso Claudia Sheinbaum, Presidenta.

Por hoy es todo nos leemos la próxima. Carpe diem.

XÓCHITL. NOSTALGIA POR EL FUTURO

 



 

“Amar es ir a ciegas

El corazón despega, mientras todo arde

Odiar es mucho más sencillo

El odio es el lazarillo

De los cobardes”

La Guerrilla de la Concordia

Jorge Drexler

 

La palabra "nostalgia" proviene del griego "nostos" (regreso a casa) y "algos" (dolor), refiriéndose al dolor causado por el deseo de regresar a un tiempo o lugar pasado. La nostalgia es, por definición, un anhelo por el pasado. Es un sentimiento de tristeza melancólica, a menudo idealizado y visto con afecto. Se trata pues de una emoción que conecta con momentos, lugares o personas que ya no están presentes en nuestra vida actual.

Sin embargo, cuando hablamos de “nostalgia por el futuro”, pensamos en una añoranza por un ideal que nunca se alcanzó o se alcanzará, una esperanza no consolidada, metas incumplidas, promesas hechas por aquellos en quienes se confió. Y justo es lo que ocurre con Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, nacida en febrero de 1963 en Tepatepec, Hidalgo.

Veamos, esto ocurre porque el panorama para la ingeniera en computación, -quien se tituló en 2010 con un informe de actividades profesionales, del cual plagio una parte considerable- es sombrío, y lo es porque a diferencia de lo que ocurría hace algunos meses, cuando le prometieron que habría dinero para hacerla candidata y luego presidenta, hoy la foxista de 61 años, va camino al abismo del olvido.

Esto es especialmente relevante porque Bertha Xóchitl Gálvez ha pasado de ser nota relevante, “carismática” “el pueblo mismo” mismo pues, para convertirse en burla de propios y extraños; quien emergió como un “personaje disruptivo” -palabra que le gusta mucho a la oposición- hoy solo es símbolo fallido del sector conservador. Un meme viviente que se esfuerza por quedar en la memoria de las generaciones como una pifia.

Gálvez Ruiz, se desapreció muy rápido, más que el candidato de la derecha de hace seis años; creyó en las promesas de Claudio Xicoténcatl González, -un junior empresario que se ostenta como activista social- y hoy no puede más que reproducir mentiras que ella misma construyó. Rumiar un discurso de odio contra la Doctora Claudia Sheinbaum por ser “perfecta” y atacar al gobierno del Presidente López Obrador, a quien por cierto le debe haber sido nominada por los señores del dinero.

Nostalgia por el futuro sí, porque cuando la ingeniera en computación, montó su espectáculo afuera de Palacio Nacional, para pedirle réplica al Presidente Andrés Manuel, sabía dos cosas: 1. No conseguiría ocupar un espacio que no es suyo; y 2. Que los ojos de la derecha estarían observantes de su comportamiento y verían en ella a una mujer estruendosa y sin límites verbales. A una posible candidata presidencial.

La de Bertha Gálvez, ha sido una carrera plagada de escándalos, acusaciones de corrupción, incongruencias políticas, discursos de odio y engaños. Lo mismo le da engañar para quedar bien con cada audiencia específica, que sacarse un chicle para pegarlo en donde pueda; para ella negar una campaña en redes contra su adversaria y el presidente no existen, como no existe el chicle ensalivado que puso en manos de su asistente segundos antes.

A Gálvez Ruiz, le daba lo mismo negar a los partidos que la respaldan, que ser descubierta en sus contradicciones; pero su nostalgia por el futuro la llevo a aceptar en el debate, que era la candidata de esos partidos; a la oriunda de Tepatepec lo mismo le da decir que es una candidata ciudadana que entregarse a los partidos más repudiados de México. Presume lo mismo su origen humilde e indígena, que su desprecio por las lecturas y el conocimiento de la realidad que vive el país. Le da lo mismo pescado que marrano. Le da lo mismo afirmar que después desmentirse a sí misma. Engañar es su segundo oficio, el primero es creer en sus mentiras.

Para Gálvez y sus patrocinadores es más sencillo odiar que proponer, basta ver sus discursos en sus eventos y sus intervenciones en los debates, los posicionamientos de sus representantes en el Consejo General del INE, en ellos aplica la letra de Drexler, “El odio es el lazarillo de los cobardes”.

La nostalgia por el futuro pega, y duro porque la Senadora con licencia, -quien seguro regresara a su escaño terminando su fallida campaña- carece de seriedad, de empatía, de visión de futuro, de proyecto. Primero Claudio Xicoténcatl González anuncio que sería el responsable de elaborar un plan alternativo llamado “Un México ganador para todos” y que debería estar listo en marzo de 2022.

Luego publicitaron que las secretarias generales de los partidos que las respaldan, serían las responsables de elaborar el proyecto de esa alianza; pocas semanas después los señores presidentes de esa alianza, salieron a decir que el responsable de elaborar el proyecto económico seria José Ángel Gurria -Tamaulipeco de 74 años, Secretario de Relaciones Exteriores de México (1994-1998) y Secretario de Hacienda y Crédito Público (1998–2000)- él es responsable de la crisis económica de más de una generación, pero tampoco presento nada.

La nostalgia por el futuro se refleja en el rostro de la señora X -como también se le conoce a la candidata conservadora de la oposición- desde hace meses fue abandonada por los dirigentes de los partidos que dicen respaldarla; desde hace meses sabe que ya perdió la elección. Desde el principio supo que sería difícil ganar la simpatía de las señoras que viven en las zonas más caras del país, pero no le importo porque tenía el respaldo de los tres partidos más viejos de México -y más despreciados también- y recursos ilimitados que le ofrecieron cuando la hicieron candidata.

Pero la nostalgia por el futuro, también le pega a sus promotores, Guadalupe Loaeza, Rubén Aguilar, Jorge Castañeda, Héctor Aguilar, Enrique Krauze y su jefe Claudio Xicoténcatl, se han cansado de hablar maravillas de ella, de inventar historias fascinantes, la primera incluso llegó a compararla con la virgen de Guadalupe, pero nada ha funcionado. Ni las mentiras del comunismo internacional, ni el cuento del falso artículo 139 de la Constitución que buscaría expropiar propiedades, ni que un gobierno diferente al de ella cerraría las iglesias, ni que vivimos una dictadura; nada, nada ha funcionado.

Pero también, la nostalgia por el futuro, encapsula la desilusión de quienes habiendo depositado su esperanza en la figura de Bertha Xóchitl, siguen enviando mensajes de odio contra quienes no respaldan a su candidata, esperando convencer a quienes ya están convencidos de que ella no es la alternativa. Se sienten traicionados por la realidad. No pueden entender como el recurso de brincar y reír inconteniblemente ante un cuestionamiento no funciono para levantar sus preferencias.

La nostalgia por el futuro es un recordatorio doloroso de que las promesas a menudo se desvanecen frente a la corrupción, la incongruencia, las mentiras, el odio, el mensaje de miedo y la manipulación política. Para México y sus ciudadanos, y para citar nuevamente a Drexler, la lección es clara: “armémonos de valor hasta los dientes, el miedo salió de su fosa y hoy, amar es cosa de valientes”.

Hay un mensaje claro que Bertha Xóchitl y sus patrocinadores no entendieron, hoy la nostalgia por un futuro se convierte en la amargura de un presente decepcionante, sus matemáticas no funcionaron, la silla presidencial se les escapa de las manos, no ganaran la elección. Y pasara a la historia como la peor candidata presidencial de los últimos 100 años.

Por hoy es todo nos leemos la próxima. Carpe diem.