La soberanía es indivisible
por la misma razón que es inalienable; porque la voluntad es general o no lo
es; la declaración de esta voluntad constituye un acto de soberanía y es ley
(…)
Rousseau es uno de
los pensadores del siglo XVIII, que inspiró movimientos revolucionarios, no
solo en Europa sino en otras partes del mundo durante la segunda mitad del
siglo XVIII.
Juan Jacobo
Rousseau, nació en 1712 en una república protestante, donde se afirmaba que el
pueblo era soberano, que tenía Constitución y que existían derechos
igualitarios, pero donde se imponía la voluntad de unas pocas familias.
Como se puede
apreciar, no hay mucha diferencia entre el escenario que enfrentaba Rousseau y
el que tenemos actualmente. Nosotros tenemos Constitución, existen “derechos
igualitarios”, hay elecciones periódicas, pero al igual se impone la voluntad
de unas pocas familias.
Así, las reformas
estructurales que hoy están en discusión y forman parte de la agenda sexenal
que se ha dictado desde Los Pinos, claramente representan y siguen protegiendo
los intereses de unos a la par que consolidan los privilegios de otros.
Una de las primeras
reformas impulsadas ha sido la educativa; puesto que la educación es el pilar
fundamental de toda sociedad, se ha concentrado –la reforma- en cambiar las
condiciones de lucha laboral entre magisterio y autoridad.
Sobre este tema,
se ha divulgado que una condición para que los mexicanos tengamos educación de
calidad, es que haya evaluación del personal docente, y eso sería genial, si
fuera cierto, pero no lo es.
La mass media, se ha encargado de suministrar
a gran parte de la población que los docentes que están en la calle bajo
resistencia de las reformas, son revoltosos, flojos e incapaces por no querer
ser evaluados.
Lo peor de este
escenario, no es que lo crean los mexicanos que día a día alimentan su vida de
televisión y sus productos; lo más patético en realidad, son los mexicanos que
teniendo acceso a una educación superior y de posgrado, hacen gala de su pereza
mental y prefieren replicar lo que a esos comunicadores les han dicho que
comuniquen.
Y digo
comunicadores porque los estelares de los canales 2 y 13 están muy lejos del
ejercicio periodístico, son más bien replicantes de lo que el superior
inmediato les dice que hagan. Pero como México es “siempre fiel” cree ciegamente
en los guiones que replican los comunicadores de las principales televisoras y
de algunas otras cadenas menores.
Así, mientras
sigamos educándonos con la televisión, los poderes fácticos y sus operadores seguirán
manteniendo el control y dañándonos con sus reformas, al fin México “siempre
fiel”.
Por hoy es todo,
nos leemos la próxima. Carpe diem.