Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo
"Se puede engañar a parte del pueblo
parte del tiempo,
pero no se puede engañar a todo el pueblo todo
el tiempo".
Abraham Lincoln
¿Que nos han dejado a los ciudadanos hasta el momento las
precampañas? Tal vez para los informados: momentos de diversión y enojo, pues
cruzamos datos entre un medio y otro para obtener más conocimiento sobre lo
ocurrido. En el caso de los poco informados: emoción, pues se quedan con la
versión de lo que su medio de información favorito les dice, ya sea radio,
televisión, prensa o medio digital. Para los no informados: muy poco o casi
nada, porque su medio de información son los rumores, lo que lee en su muro, lo
que se dice en los pasillos o eso que escuchó en la calle por terceras
personas.
Seguramente muchos de los que me leen podrán agregar más
supuestos a cada una de las categorías que he mencionado; lo cierto es que en
general, las precampañas no son tales, son en realidad son una burda forma de
hacer campañas adelantadas, aunque sin propuesta. Veamos, en el caso de Morena,
Andrés Manuel, quien es el único “precandidato” visible, tuvo dos contrincantes
inscritos, quienes en palabras de la dirigente nacional Yeidckol Polevnsky
simplemente no cumplieron con los requisitos y AMLO va solo.
El caso de PAN-PRD-MC pasó por un proceso de manita de puerco,
la cual aplicaron por el lado del PAN al exgobernador de Puebla, Rafael Moreno
Valle Rosas –que en junio cumple 50 años- ese personaje que publicó su álbum
fotográfico disfrazado de libro y publicado por MAPorrua; por el lado del PRD
fue don Miguel Ángel Mancera Espinosa, -MAME para cierto círculo- otro
personaje con reflectores que simplemente tuvo que limitar sus ansías y dar paso
al único sobreviviente en las aspiraciones, a Ricardo Anaya.
El caso más burdo es el de la alianza PRI-PVEM-NA, y su
candidato “no priísta” el ciudadano Meade, el mismo que pidió a lo más atrasado
en sindicalismo y ejemplo grotesco de cacicazgo que lo hicieran suyo, sus
palabras aquel 27 de noviembre de 2017 fueron: “Aspiro a registrarme el día de
hoy y quería empezar este camino pidiéndole humildemente a la CTM que me haga suyo”. Y así
escuchamos a Don Meade en varios spots pedirles a los militantes verdes que lo
apoyen en la convención.
Pareciera que las precampañas, tampoco han dejado mucho a
algunos candidatos, pues mientras algunos van sumando aliados desde la
trinchera ideológica más diversa, como el caso de Andrés Manuel; o el caso de
Ricardo Anaya que ha hecho su esfuerzo por pasar de niño tranquilo a chico
malo, y quien ha dado calificativos para la desmemoria al precandidato “no
priísta”, primero lo llamo: el semana santa, porque no se sabe si va a caer en
marzo o abril, y luego le dijo: “el candidato de acero… de a cero votos”.
A quien las precampañas le han afectado más, es a don Meade,
pues las exageradas torpezas con las que se ha manejado, son propias de una
comedia de bajo presupuesto. Una tras otra el precandidato “no priísta” da
oportunidad a sus adversarios para ser trolleado, tanto que ya desplazó en los
memes al señor de Los Pinos. Pepe, como quiere que le llamen, simplemente no
gana preferencias electorales de cara al inicio formal de las campañas.
Así las precampañas, además de dejarnos aburridos con sus spots
que a estas alturas ya rayan en lo poco original, como el caso de Movimiento
Ciudadano y la sobre explotación de la imagen de Yuawi, el niño de la etnia
Wirrarika, que a pesar de su fama sigue viviendo en la pobreza; o el caso del
propio Meade que paso del aburrido mensaje de año nuevo a la copia rústica del
spot Justin Trudeau.
¿Y a ustedes que les han dejado las precampañas?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
Para la desmemoria, ¿Qué quiso lograr Proceso con su portada en
circulación?