iusfilosofando

martes, 5 de marzo de 2019

EL POBRE PRI



Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo

En pleno 2019, aún existen jóvenes que siguen creyendo en el PRI, partido nacido de la posrevolución, fundado en 1929 por quien tiempo después sería el poder tras el trono, me refiero a Plutarco Elías Calles, padre del Partido Nacional Revolucionario (PNR) y que a la postre se convertiría en Partido de la Revolución Mexicana con la llegada al poder de Lázaro Cárdenas, y que más tarde terminaría siendo el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la era de Manuel Ávila Camacho,
Ahora que estamos en la posfecha de un aniversario más del PRI partido político que más tiempo retuvo el poder en el mundo, más que el de las “dictaduras socialistas -como ahora suelen decir los priistas desplazados del poder- resulta entretenido ver las declaraciones de sus cuadros dirigentes, esos que hasta hace algunos meses, disfrutaban de las mieles del poder y presidían una secretaria de Estado, son los mismos que ahora exigen al gobierno actual –que no lleva más de 100 días- que cumpla lo que ellos no pudieron ni quisieron hacer en seis años, tras su regreso al poder después de recuperarlo de Felipe Calderón.
Ese nonagenario partido, que cada día pareciera ver su existencia más limitada, el mismo donde la expresión del vetusto estilo de hacer política dictaba: “el que se mueve no sale en la foto” -gran clásico emitido por el lechero venido a líder sindical- vive de los recuerdos de su carro completo y sus aplanadoras legislativas.
El PRI es el mismo partido del multimillonario normalista del Estado de México que sostuvo: “un político pobre es un pobre político”. Sí me refiero a Carlos Hank González, alias “el profe”. Mismo personaje que heredo a los priistas, la forma corrupta de hacer política, en un partido que puso en práctica por décadas el principio: “El que no transa no avanza”.
Y en esta misma dinámica de las prácticas priístas, es necesario volver a mencionar al longevo líder sindical de la central obrera fundada en la posrevolución, ese que se dormía en las conferencias de prensa de los lunes, y había que despertarlo ¿Ya identificaron a quien me refiero? Así es, se trata de Fidel Velázquez Sánchez el que por años manifestó: “A balazos llegamos al poder y solo con balazos nos van a sacar; no con votos”.
Nada más alejado de la realidad, el PRI en 2018 perdió y perdió tan feo, que si Fidel Velázquez viviera se volvería a morir. Porque ante los ojos de esos personajes obstinados de poder, no hay sociedad plural, esos priístas de cepa, no entenderían que la sociedad mexicana ha cambiado y evolucionado, se volverían a morir sin duda, porque la gran aplanadora priísta que todo lo aprobaba, ha sido reducido a una ridícula minoría.
Esa ridícula minoría que se sostiene de gobiernos estatales y municipales y grita en el Poder Legislativo desde la curules y escaños que llevan consigo una dieta quincenal que hace que se les olvide que pertenecen a un partido que perdió el poder dos veces, y que en seis años no dispondrá de recursos ni de línea que les indique que hacer.
Pobre PRI, tan lejos del poder y de la sociedad. Con tantos jóvenes y con muchos dinosaurios que hoy anhelan dirigirlo.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.

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