La semana pasada celebramos con agrado los 30 años de ejercicio
periodístico de La Jornada, medio que surgió en la época del carro completo y
de la instauración del neoliberalismo, en su versión impresa al inicio y ahora
electrónica para adecuarse a los tiempos modernos. Este medio constituye, hoy
por hoy, un referente alterno de información, esos hechos que ocurren y que
para los medios de siempre, no existen.
La Jornada fue en sus momentos de arranque, el conducto
informativo para los no alineados, sus páginas describían la realidad social
que la televisión no cubría, esa que “los soldados del Presidente” no querían
informar, esa que se manipulaba a gusto para “informar” lo que al sistema
político convenía.
Quienes hemos estado involucrados en proyectos editoriales
alternos, conocemos lo difícil que es mantener un medio –este lleva tres
décadas– y sostener día tras día viva sus páginas y unido a su equipo, cuando
todo un aparato político se empeña en neutralizar a un medio, bloquear sus
recursos o controlar el papel para imprimir el rotativo.
Por sus páginas desfilaron premios nobel, entrevistas
transcendentes, se han documentado actos de corrupción, ha sido la ventana
informativa de lo que ocurrió con el EZLN desde su levantamiento, sus causas,
sus reclamos; los atentados contra el excandidato presidencial del PRI en 1994;
contra el Cardenal de Guadalajara; contra las torres gemelas; con las
elecciones presidenciales de 2006 y 2012; se volvió protagonista tras los
escándalos de sacaron a la luz Julian Assange y Edward Snowden.
El México dibujado en las páginas de La Jornada, es el país que
vivimos día a día, ese que no se maquilla desde la televisión, con
comunicadoresad hoc; ese país que vive en la pobreza, en el desempleo,
en la inseguridad, contaminado, sin oportunidades de acceder a la salud,
educación, a la recreación. Ya entrados en este aniversario vale la pena
preguntarnos ¿Qué sería México sin La Jornada?
Y mientras eso ocurre Eliseo Caballero, corresponsal de
Televisa-Michoacán, y José Luis Díaz, de la agencia Esquema se reúnen con el
líder de los Templarios, a quien dieron consejos de comunicación, aprovechando
su conocimiento de cómo manipular a los medios y de paso a los ciudadanos.
Para cerrar no menos dolorosa es la noticia que Aurelio
Contreras nos compartió este fin de semana, el cierre de La Sopa, un restaurant que
fue más que un lugar para comer o cenar, fue un espacio de encuentro de los
xalapeños y visitantes. Un espacio que cerró porque el gobierno del Estado
vulnera el derecho a la seguridad pública que tienen sus gobernados,
porque su secretario de seguridad recomienda a sus ciudadanos comprarse
un perro para su protección. Así se vulneran las libertades de transitar por
las calles de esa ciudad, sin garantía de que algo te ocurra. ¿A dónde ira
Veracruz con gobiernos así?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
Un magnífico texto el de esta semana Doctor, una buena reflexión acerca de medios alternos como La Jornada que ya suma tres décadas. Lo dije el día de su aniversario: Soy Jornalera.
Y así es, no es sencillo sacar adelante un medio distinto y alternativo.
Ese es nuestro México, el que nos ha tocado vivir y padecer. Ese #MéxicoLindoyHerido que ahora suma el cierre de La Sopa ¡ah como me puso triste esa noticia! Tan bello y emblemático lugar de mi amada y entrañable Xalapa, Veracruz; el 20 de septiembre, su último día de actividades :(
Dr, buenos dias es grato saber de sus escritos, son pocos los medios de comunicacion como bien lo declara que se mantienen limpios y fuertes a pesar de todo lo que pase, y es lamentable como otros se ensucian y muestran un rostro diferente.
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