“La voz interior me dice que siga combatiendo
contra el mundo entero,
aunque
me encuentre solo”
Mahatma Gandhi
El mes que termina fue el mismo en que Mohandas
Karamchand Gandhi nació. Este activista y luchador social que vió la luz un 2
de Octubre de 1869 en Porbandar (actual estado de Gujarat) India. Tuvo la
oportunidad de estudiar derecho en el University
College de Londres.
Sus inicios como activista se dieron en el contexto de
su labor como abogado, tras aceptar
ejercer la profesión en Sudáfrica se dio su primer enfrentamiento, en un tren cuando
el personal del vagón aplicando la política racial, le advirtieron que a los de
color no les estaba permitido viajar con los blancos, acto seguido le ordenaron
se marchara al vagón de equipaje; tras negarse, fue arrojado por la fuerza en
plena noche.
Así inició su conducta de resistencia la que catalogó
como “la experiencia más decisiva de su existencia”. Aduciendo que "si el hombre se diera cuenta de que es contrario a la naturaleza
del hombre obedecer leyes injustas ninguna tiranía haría presa en él". (GANDHI,
1987:32)
La llegada de
Gandhi a un nuevo lugar no fue sencilla, se encontró con que era tratado como
miembro de una raza inferior. Un lugar donde las libertades civiles y los
derechos políticos de los inmigrantes indios eran negados, esto en Sudáfrica.
Con su formación
universitaria y conocimiento, pronto se involucró en la lucha por la defensa de
los derechos fundamentales de sus compatriotas. No fue fácil, arrastraba la
inmovilidad social de los suyos, el desprecio a organizarse, el miedo de alzar
la voz, por eso su primera labor fue despertar la solidaridad de todos los
indios de credos y castas diferentes para construir juntos la resistencia
no-violenta. Les hizo ver que era imposible someterse a la ley, por ser
injusta.
Este ejercicio
solidario y una amplia convocatoria, hizo que miles jurarán en un mitin no
someterse a la ley. El compromiso era sencillo, resistirían hasta la muerte
antes que someterse a la discriminación.
Este compromiso iba
acompañado de un principio: la resistencia se haría sin violencia. Inspirado en
Henry David Thoreau, con
su ensayo Desobediencia civil.
Gandhi, dio su sello particular: los términos resistencia pasiva y desobediencia
civil, además de acuñar otro término: Satyagraha
(abrazo de la verdad), método de acción social directa basado en los
principios del coraje, la no-violencia y la verdad.
Creía que el modo en que la gente se comporta vale más
que lo que consigue. Satyagraha
promovía la no-violencia como el método más apropiado para alcanzar objetivos
políticos y sociales. Gandhi luchó por 25 años
para convencer a todo el país, de rechazar los tejidos extranjeros en beneficio
del algodón crudo hilado en millones de ruecas, persuadido de que la miseria de
los campesinos indios, procedía ante todo de la decadencia de los oficios
rurales.
Esta experiencia de
lucha y de cercanía con la gente me lleva a reflexionar, a propósito de las
campañas presidenciales, ¿cuántos de los que hoy quieren dirigir México, tienen
un antecedente de conocimiento del país? ¿Cuántos de ellos conocen
verdaderamente la realidad de millones de mexicanos que viven en la extrema
pobreza? ¿Y cuántos de ellos, sabedores que no tendrán ninguna oportunidad,
simplemente buscan los reflectores? ¿Se vale jugar con una figura nueva como la
de las candidaturas independientes?
Sin duda, la
experiencia y el conocimiento sobre el país, ayudan transformarlo. Es difícil
creer en alguien cuando tuvo ante sí la oportunidad de transformarlo y
participó como cómplice silencioso en una campaña contra el narco donde las
bajas ciudadanas eran llamados daños colaterales. ¿Podemos creerles a
personajes que han vivido de la política y del presupuesto público y hoy se
quieren vender como “independientes”? Porque como expreso Gandhi: “Nadie puede
hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es
un todo indivisible.”
Por hoy es todo,
nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Sin duda Doctor, estamos en una época convulsa, violenta y en ocasiones parece hemos tocado fondo como país, como mundo. No obstante, desde mi palestra aún creo que podemos trabajar unidos para rescatar lo que nos queda y encaminar a las futuras generaciones a un mejor futuro.
Sigamos generando conciencia, haciendo llamados; actuando en consecuencia y dando ejemplo de que ¡Sí se puede!
Gran texto, lo comparto en mis redes.
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