Samuel Hernández
Apodaca
@iusfilosofo
Mientras pasen los días y de cara
a la elección del próximo primero de julio, los mexicanos somos blanco de un
bombardeo de spots de los partidos políticos, unos de muy mala calidad y otros
tantos de poca inteligencia; otros tantos que buscan burlarse de los electores
como aquel de Meade donde afirma: “por mi trabajo muchos políticos corruptos
hoy están en la cárcel”. Tal vez José Antonio olvida que el Duarte del norte
del país –César- está prófugo, mientras que el Duarte del sur del país -Javier-,
está en prisión y no gracias a él.
Corrupción, impunidad y
desigualdad social van de la mano de José Antonio Meade, en la calle la gente
lo comenta, por eso a pesar de los esfuerzos de Vanessa Rubio, -su coordinadora
de oficina de campaña- para desmarcarlo de los priistas exgobernadores acusados
de corrupción, el candidato priísta sigue en el tercer lugar de las
preferencias electorales.
A pesar del insistente autoengaño
de los priistas, de que su candidato va en segundo lugar, y la justificación de
que Andrés Manuel va en primer lugar porque lleva 18 años de campaña, lo cierto
es que quien ocupa en este momento el segundo lugar en las encuestas es Ricardo
Anaya. Ni su 7 de 7, le dieron los suficientes reflectores para subir unos
puntos. Al Priísta de 49 años, nada le ha salido bien.
Los spots contra AMLO que el PRI
y sus aliados han soltados estos días rayan en el absurdo, y exponen la poca
inteligencia de sus publicistas, como aquel que señala que “el peje quiere
echar atrás la Reforma. Ni
siquiera quiere que los niños aprendan inglés”. Lo peor del spot, no es que
hayan engañado a los priistas con este tipo de mensajes, sino el papel en el
que colocan a los electores, como si tuviéramos poco raciocinio, como si en
realidad el sistema educativo se remitiera –como en los 90´- a aprender inglés.
Cierto es que de cara al primer
debate presidencial del próximo domingo, José Antonio no llega con buenos
números, si Ricardo Anaya mueve bien sus piezas, después del debate se
despegará aún más del tecnócrata candidato priísta; y si se descuida, Heliodoro
Rodríguez puede robarle algunos cuantos puntos también.
A pesar de que es previsible que
en este primer debate, todos los candidatos enfoquen sus baterías contra Andrés
Manuel, quien más tiene que perder son la expanista Margarita Zavala y el
neoliberal José Antonio Meade, pues son Ricardo Anaya y Heliodoro Rodríguez los
que necesitan hacer un buen papel para posesionarse en las preferencias
electorales. No nos sorprendan los arrebatos del norteño Rodríguez Calderón, ni
la numerología de Anaya, tampoco los mensajes de miedo de Meade y Zavala contra
López Obrador.
¡Ahí viene el debate!, hagan sus
apuestas y creen sus escenarios. Aquí todo se vale, el Tribunal Electoral, ya
lo demostró.
Por hoy es todo, nos leemos la
próxima. Carpe diem.
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