iusfilosofando

martes, 15 de agosto de 2017

INMACULADOS



Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo

Un fin de semana de porras, aplausos, sudorosos abrazos y falsas sonrisas se dieron cita en la Asamblea Nacional del PRI. Los operadores de El Señor de Los Pinos cumplieron su cometido: amagaron, convencieron, excluyeron y plancharon toda posibilidad de opinión diferente a la de los intereses del establishment priísta.
Como si fuera una reunión de castos personajes, los priistas se concretaron a elogiar los “logros” del –como dijeran los viejos comunicadores del entonces régimen hegemónico-  primer priísta del país; en aludir la corrupción –a secas- como si ellos estuvieran exentos de la misma. Sin dar nombres criticaron a la oposición; sin posibilidad de debate, plancharon las propuestas que se oponían a los acuerdos de unidad.  A pesar de que el político del pasado –habilitado como secretario general de la CNOP- habló de miles de propuestas entregadas al CEN de ese partido. La experta en guacamoles y hoy secretaria general del PRI, Claudia Ruiz Massieu refirió más de 365 mil. ¿En serio?
Muy eficientes deben ser los relatores priistas, para atender la cantidad de propuestas –si es que son ciertas- y analizar la viabilidad de ellas; pues a pesar del esfuerzo de “inclusión” una encuesta de Reforma arroja que el 80% de los consultados no quiere que el PRI permanezca en el gobierno y sitúa a ese partido en el tercer lugar de las preferencias electorales de cara a la elección de 2018, por debajo del PAN y Morena.
Los inmaculados del Palacio de los Deportes presumieron ser un partido que se abre a la sociedad y se acerca a los ciudadanos, pero rechazaron la propuesta para que la elección del candidato presidencial sea a través de una consulta abierta a la militancia y a los simpatizantes. De nada sirvió que Ulises Ruiz advirtiera a sus compartidarios: “nos volvemos un taxi que puede llevar a cualquiera sin compromiso”, al final, exgobernador de Oaxaca fue víctima de la aplanadora que aplicaba en el Congreso local cuando ocupó el poder Ejecutivo de ese Estado.
En su intervención frente a los peñaliebers, el oriundo de Atlacomulco expuso: “Como soldados de la patria, los priístas debemos salvaguardar el proyecto de país. Vamos a dar una batalla decisiva para México, que asegure bienestar y oportunidades, con la seguridad de que cuando gana el PRI, gana México. El tricolor no se intimida ante los retos. Es un partido audaz, valiente y resuelto y seguirá siendo el gran actor de la historia de México”. Amenaza o advertencia, Peña expuso su agenda particular frente a los suyos.
En la inmediatez de su discurso Peña sostuvo: “Hemos actuado con firmeza y sin contemplaciones frente a quienes han violado la ley” Pero olvidó que mientras nos enfrascábamos en la inmediatez del caso Julión-Márquez, Sandra Leticia Robledo Magaña, juez Primero de Distrito en Amparo Penal de la Ciudad de México, otorgó  suspensión definitiva a favor de Javier Duarte exmandatario de Veracruz.
El Señor de Los Pinos,  en su papel de primer priista, criticó a los partidos que por su falta de experiencia y sus conocidos fracasos de gobierno, disimulan su impericia con estridencias e incongruencias, pero olvidó sus mensajes en horario estelar y cadena nacional para hablar de los temas de La Casa Blanca y la reforma energética que prometió combustible más barato y que hasta el momento no lo ha logrado.
Peña compartió entre los suyos, que los opositores al PRI buscan confundir a la sociedad, no obstante volvió a olvidar el escándalo Odebrecht, ese que exhibe a Emilio Lozoya Austin otrora coordinador Internacional de la campaña de Peña Nieto, como beneficiario de haber recibido 3 millones 140.000 dólares mismos que pudieron ir a la campaña de Enrique Peña. Odebrecht, tiene antecedentes por haber financiado campañas políticas en Chile, Colombia, Perú, Brasil, Argentina y El Salvador, en esos países los involucrados han renunciado y algunos están en prisión, pero en México los inmaculados del peñismo son intocables.
¿De aquí a que termine el sexenio que otro escándalo podemos esperar? Y ¿Cuántas veces Enrique Peña tendrá que salir a decir que los malos son los otros y que no nos dejemos engañar? Lo cierto es, no esperemos renuncia o despido de alguien del gabinete, no ha ocurrido con Gerardo Ruiz Esparza, a pesar del Paso express y muy probablemente no ocurra con nadie más. Los inmaculados seguirán ahí, hasta el fin del sexenio.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.


3 comentarios:

@BarbaraCabrera dijo...

Doctor,

Gran columna la de esta semana. Sin duda El Palacio de los Deportes después del aquelarre priísta tuvo que ser fumigado, por aquello de que se infestó de ratas.

Un gusto leer #iusfilosofando.

La comparto en mis redes.

Joel dijo...


No gusto de hacer comentarios como estos, ni de desearle la muerte al prójimo, pero cómo hubiera agradecido algo parecido a la escena final de bastardos sin gloria, en este caso con toda la escoria priísta reunida, ratas cínicas, de lo más vil que puede existir, megalómanos infames...

Maria Ortiz dijo...

Como es posible que hubiera tanta pobredumbre reunida en un mismo lugar. .. Que valor 😞😞😞