La tarea más urgente, encomendada actualmente al pensamiento humano y
que deber ser emprendida (con pasión y estudio), es la de fundamentar
racionalmente la moralidad, estableciendo la base de una moral universal.
Adela Cortina
Ahora que se ha consumado la
última de las reformas con la promulgación que el señor de Los Pinos dio la semana pasada, se confirma la hipótesis de que en
ciertos políticos no se puede confiar.
Y es que desde su campaña el
señor Peña tuvo como bandera el “te lo firmo y te lo cumplo” e ingenuamente
muchos ciudadanos, unos crédulos, otros manipulados y unos más necesitados,
comieron el discurso del entonces candidato del copete. Algunos por la despensa,
la playera, la estufita, otros por los cilindros, el paraguas, cubetas, escobas
se volvieron presa del inmediatismo que tanto ha dañado a este país y
terminaron vendiendo su propio futuro.
Casi dos años después, de que
ganara su candidato, quienes votaron por él y el ciudadano común, siguen con menos
dinero en los bolsillos, y la prueba es que la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (Cepal) informó que México es el único país del continente donde el
salario mínimo es inferior (0.66 veces) al umbral de la pobreza. Así con la
pobreza o miseria a cuestas, la inseguridad laboral y económica, la playera y la gorra rotas, la estufita oxidada y
la cubeta y las escobas acabadas no tiene ya los 500 pesos en el monedero de
soriana y se agota su aspiración de estar mejor.
Aun así, los que siguen alimentando
su vida con televisión, pudieron ver -ayer por la mañana- a “su presidente” en
otro formato, en el “Hoy” de Televisa. Y es que los asesores preocupados por la
caída “del señor presidente” en las simpatías de los ciudadanos, no saben a
cuanto programa llevarlo para que ahora él, de manera personal hable de las bondades
de sus reformas estructurales.
Y claro que los asesores del
“salvador de México” deben de estar preocupados, pues de acuerdo a cifras de
Consulta Mitofsky, el priísta a estas alturas del partido es menos popular que
Vicente Fox (2000-2006) que tenía el 69.7 % de aprobación e incluso que el
propio Felipe Calderón (2006-2012) que llevaba el 57.8 %. Y esto está muy mal
para el hombre que en menos de dos años logró consolidar cinco reformas
estructurales que sus antecesores neoliberales no habían conseguido: las
reformas en los ámbitos financiero, económico, de telecomunicaciones, educativo
y energético.
Ayer, por el canal con más
presencia en México y en el programa con mayor audiencia, Peña quiso mostrarnos
su buena voluntad y socializar él mismo, lo bien que nos ira ahora que todo
queda en manos privadas. Pero ¿Podemos apelar a la buena voluntad del Ejecutivo?
¿Tendrá buena voluntad quién se preocupa más por su popularidad que por el
beneficio de a quien dice gobernar?
La buena voluntad no es
buena por lo que efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar
algún fin; es buena solo por el querer, es decir, es buena en sí misma. Y parece
que en este sexenio la buena voluntad ha sido demostrada solo para los poderes
facticos esos que ponen, controlan y deciden, sobre políticas y políticos. Es claro
que Peña y su gobierno viven en una doble moral, embaucar con sus discursos y
engañar con sus actos.
Por hoy es todo, nos leemos
la próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
Magnífico texto el de esta #Iusfilosofando.
En efecto Doctor, esa doble moral, ese doble discurso tienen a este país sumido en una crisis de la cual solo podremos salir si los ciudadanos en conjunto hacemos valer ese poder ciudadano.
¡Ya basta de tanta corrupción, impunidad y complicidad!
Un placer leerlo e intercambiar puntos de vista.
Buenas Dr no podia irme a la cama sin leer su columna..interesante comentario pero esa es la realidad que muchos mexicanos firmaron con el Sr presidente, y desafortunadamente nos llevan a un destino muy feo..
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