Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo
Existen muchos calificativos
para las declaraciones del oriundo de Atlacomulco, quien parece que al igual
que ocurrió con el botudo de Guanajuato o Calderón, ya se hartó del sexenio –y
de sus críticos- y quieren que el periodo termine para irse a disfrutar su
“bien ganada fortuna”.
Reproduciendo el mismo sketch que otros priístas ya han hecho, al
pedir que se les deje de criticar, además de pedir otra oportunidad, asegurando
que ahora sí, ya cambiaron. Enrique Peña Nieto afirmó, al término del VI Foro
Nacional Sumemos Causas, que “lamentablemente, a veces se escuchan más las
voces que vienen de la propia sociedad civil, que condena, (…) que crítica, que
hacen bullying sobre el trabajo que hacen las instituciones del Estado mexicano
(…)”.
Con una postura entre
cansado y aburrido, el Señor de los Pinos, no se contuvo y regañó a sus
invitados -en el alcázar del Castillo de Chapultepec- al afirmar: “Y perdón que
lo diga, y aquí entramos en un problema todavía más grave, queremos actuación
responsable y eficaz de las instituciones a las que todos los días o, casi
todos los días, pretendemos desmoronar o descalificar especialmente a los
integrantes de las corporaciones policiacas”.
¿De verdad Peña Nieto, quien es responsable de proteger a las
instituciones del país por mandato constitucional, le interesa tanto proteger a
“las instituciones que nos heredó la revolución”? –Léase con el candor del
discurso priísta- O solo está molesto porque por más inversión que se haga en
medios de comunicación, su imagen está por los suelos. Al igual que la de todo
su sexenio.
¿De verdad a Enrique Peña le
interesa tanto velar por las instituciones del país? Si es así porque se empeña
en vulnerarlas, ¿Por qué poner a un incondicional colaborador para que revise
sus bienes y los de sus colaboradores, cuando de antemano sabe los resultados?
¿Por qué permite que las instituciones de seguridad espíen a los activistas de
derechos humanos y comunicadores no alineados?
¿Por qué si Peña se molesta
en que se critique a los integrantes de las corporaciones policíacas los tiene
en las peores condiciones que se puede imaginar? Pues de acuerdo con una nota
de @arturoangel20 en Animal Político: “Los policías trabajan con salarios precarios
y casi la mitad de ellos no ganan ni 10 mil pesos. El 70 % nunca ha recibido un
ascenso, 16 % ha sido víctima de abuso sexual y, por si fuera poco, varios son
obligados a hacer labores que nada tiene que ver su trabajo, como recoger
basura o hasta ir a votar por un candidato.”
A estas alturas vale la pena
preguntarle a Peña: ¿Por qué Don Enrique, no se empeñó en mejorar las
condiciones de estos servidores públicos a lo largo de su sexenio? ¿Por qué
insiste en defenderse de los críticos pero mantiene en su gabinete a los
inútiles colaboradores de su sexenio, como es el caso del secretario de
educación y el de comunicaciones y transportes? ¿Por qué se empecina en
defender lo indefendible? ¿Creerá que este discurso de autodefensa mejorará su
imagen ante los mexicanos?
Enrique inicio ya la cuenta
regresiva y su imagen se degrada día a día, sobre todo cuando toma la
iniciativa y se sale del guión. De acuerdo con la encuesta del Pew Research
Center, que mide el índice de satisfacción de 38 países el 93 por ciento de los
mexicanos no confía en el actual gobierno, ni cree en la democracia. Don Peña
está preocupado por lo que resta de su sexenio, pero también por la percepción
que se tiene de él, pues solo el 2% afirma confiar mucho en el actual gobierno.
Con estos resultados, Peña
Nieto sabe que si hoy fueran las elecciones “su partido” no repetiría en Los
Pinos, y si no hay quien proteja las fechorías sexenales, tampoco habrá
momentos de quietud.
Por hoy es todo, nos leemos
la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Doctor, en efecto EPN anda sensible y es evidente que la silla del águila le quedó grandísima y la banda presidencial, le arrastra.
Es cierto, la situación anda mal, este inquilino de Los Pinos con la ayuda de sexenios anteriores ha llevado a México al punto de la desesperación.
Ahora nos dice bulleadores, antes nos dijo que ningún chile nos embonaba y antes de eso reprochó que no se le aplaudiera. Total que ha demostrado un total desequilibrio y se ve su hartazgo de estar al frente del gobierno. Lo que le dijeron que sería, nunca fue…
Un gran texto.
Lo comparto en mis redes.
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