Actualmente las secciones internacionales de
los medios informativos indican una nota: Cristina Elisabet Fernández, -la
abogada de 59 años que actualmente es presidenta de Argentina- enfrenta dos
flancos contra Europa; uno por la disputa histórica de las Islas Malvinas
contra Gran Bretaña, que se remontan a 1806, y cuyo origen sólo encuentra
respuesta en una palabra: Colonialismo. Y otro por el enfrentamiento legal a
raíz del anuncio de la expropiación del 51 % de la empresa española Repsol.
Cristina es una mujer cuya experiencia
política tiene carrera, en 1989 fue diputada provincial de Santa Cruz, en 1995 fue
elegida senadora nacional –durante el gobierno de Carlos Menem- desde su cargo
se opuso a varios proyectos del gobierno Menem la privatización de Aerolíneas
Argentinas, la Reforma Laboral y la Ley de hidrocarburos. Desde esa trinchera
mostro su compromiso con la soberanía nacional argentina. Hoy como presidenta parece
mantener las mismas convicciones de aquellos momentos.
En México Felipe Calderón, tiene también una
trayectoria como representante de su
partido, como representante popular y como funcionario. A punto de
cumplir 50 años – en el 18 de agosto- Calderón Hinojosa, a pesar de haber estudiado
derecho, economía y administración de empresas; se ha caracterizado por
encabezar una administración desorganizada; un sexenio de muerte, desempleo y
pobreza.
Calderón comparte con Peña Nieto haber egresado
del ITAM, pero a Felipe no le bastó y fue a Estados Unidos a estudiar un
diplomado en Administración de empresas, probablemente ahí fue donde descubrió
que lo suyo, lo suyo era ser un neoliberal, así fue como salió del closet.
Como abanderado del neoliberalismo, Felipe
Calderón se auto prestó un crédito cuando estaba al frente de Banobras, se le
vincula ser el operador del PAN en San Lázaro para aprobar el FOBAPROA, al
frente de PEMEX no solo permitió las manos privadas, sino que las impulsó. Un ejemplo
claro de ello fue su amistad con Juan Camilo Mouriño y las ventajas que su
familia tuvo para instalar gasolineras en el sureste del país.
Ya en Los Pinos Calderón continuo su
política, desapareció Luz y Fuerza del Centro, mantuvo el seguro popular –
donde se privilegia a las empresas privadas que suministran medicamentos- en
lugar de fortalecer los servicios de seguridad social; auspicio las omisiones
contra la aerolínea Mexicana, promovió la reforma laboral; impidió la
competencia en telecomunicaciones.
Calderón no tiene mucha distinción entre los últimos
presidentes del PRI, su política económica, su menosprecio por políticas
sociales serias, sus ansias privatizadoras, sus operadores en el gabinete, los
beneficios para unos cuantos. Su enojo por que los pobres lo encaren, la
autodefensa de su nombre. El doble mensaje de “el presidente del empleo” y el
de “manos limpias” lo exhiben plenamente.
La pregunta que tenemos que hacernos
seriamente de cara a la elección del 01 de julio, es ¿Los mexicanos estamos
dispuestos a permitir que Felipe Calderón sea el último de los neoliberales? O por
el contrario, permitiremos que las políticas de este modelo se sigan
implementando en nuestro territorio. La decisión se acerca.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
3 comentarios:
Maestro,
Excelente análisis el que hoy nos presenta en su Columna Iusfilosofando.
Definitivamente, los mexicanos somos presa de políticos voraces que anhelan enquistarse en el poder o regresar a él, no para ayudar al progreso de una nación estancada; sino por el poder mismo y eso es muy peligroso.
Sigamos haciendo llamados como éste para que cada vez más emitir un voto sea un acto razonado y de amor a México y no un acto de borregismo electorero.
Un abrazo y un placer compartir a través de la palabra escrita.
Excelente artículo, la pregunta es precisa y fundamentada, lo más importante: tenemos la oportunidad de cambiar este modelo que no soportará más, es necesario que lo meditemos y tomemos una decisión que sea de gran ayuda y utilidad para nuestro país casi en ruinas, aún capaz de reconstruirse y remodelarse.
Excelente texto, como siempre Maestro. Un abrazo y hasta la próxima!!
complicada pero buena decision.. ¿queremos mas de lo mismo pero con nombre diferente? que ojala y ahora si las urnas se hagan escuchar y no se resuelva todo como tristemente es costumbre... en tribunales seria una pena continuar en el mismo camino en ambos casos.
como siempre excelente!
Lorena Jannet
Publicar un comentario