Fue
el sábado 4 de octubre de 2014 cuando el Primer Pleno
Ordinario del IX Consejo Nacional del PRD
eligió a Carlos Navarrete como presidente de su Comité Ejecutivo
Nacional; en dicha elección, obtuvo el 72.9% de la votación con 259
votos de los 357 sufragios; y le siguió Héctor Serrano, quien ocuparía el
cargo de secretario general.
El triunfo ya estaba
cantado, pues en la elección del 7 de septiembre, Nueva Izquierda logró tener
más del 60% de los consejeros nacionales, y
era un mero trámite el proceso del Consejo Nacional. En sus primeras
declaraciones Navarrete aseguró que en los tres años que estaría al
frente del PRD su meta sería mantener la unidad en el partido de cara a las
elecciones federales de 2015, año en que se renovaría el Congreso.
No obstante, como
todos atestiguamos, al PRD de Nueva Izquierda no le fue del todo bien, pues
perdió los espacios que había conseguido y mantenido en elecciones anteriores y
se disputó algunos más con MORENA, quien lo desplazó de espacios que estaban
reservados a la izquierda.
Este fin de semana y
poco después de un año como dirigente nacional, Carlos Navarrete tuvo que dar
marcha atrás ante su fracasada dirigencia y resultados poco gratos para la corriente
a la que pertenece; de ahí que “Los chuchos” hubieran permitido que se
promoviera “un cambio” de dirigencia.
En
la elección de este sábado y con 295 votos, el Sexto Pleno Extraordinario del
Consejo Nacional eligió la fórmula Basave-Mojica por encima de las integradas
por el Fernando Belaunzarán y Celso Pulido, y Onel Ortiz en compañía de Liliana
Martínez.
Así,
Agustín Francisco de Asís Basave Benítez -regiomontano de 57 años- expriista y
apasionado colosista, se convirtió en el “salvador” del PRD, partido al que
combatió en San Lázaro siendo diputado priísta en los momentos del salinato.
Álvaro
Delgado rescata el argumento que Basave arguye a Carlos Navarrete, para que
aceptara ser dirigente del PRD: “- ¿Por qué yo? –preguntó Basave. –Porque tú sí
puedes mandar a la chingada al gobierno y a Manlio Fabio Beltrones.” Respondió
Navarrete. Esta “ingenua” confesión, ilustra el nivel de compromiso que el PRD
de los chuchos tiene con el gobierno en turno. La obstinada necesidad de poder
de los chuchos y la incapacidad de generar cuadros dirigentes que ocupen
espacios.
Basave
Benítez el “salvador” del PRD, y quien presume tendrá manos libres como
dirigente, está metido en un gran embrollo y ha iniciado a cavar su propia
tumba; pues es claro que Baseve ni es salvador ni es independiente ¿Qué lo
puede hacer independiente cuando los chuchos fueron sus promotores principales?
¿Cómo puede Basave dirigir al PRD cuando Beatriz Mojica– candidata perdedora a
la gubernatura de un estado que gobernaba su partido- destacada integrante de
la corriente que ha convertido al PRD en lo que es, será su secretaria general?
¿En serio Don Agustín cree que pude cambiar un cuadro sin pedirle permiso a
Ortega Martínez?
Poco
o muy poco puede rescatarse de un partido que fue corrompido por sus dirigentes
y utilizado como franquicia política para saciar los deseos incontrolables de
poder de los dirigentes reales de lo que hoy es el PRD. La historia de Don
Agustín no terminará nada bien, sobre todo cuando descubra que es Agustín
Basave Martínez Ortega, al tiempo.
Por
hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe
diem.
1 comentario:
Doctor, existen y pululan los personajes como el enunciado en tu columna, que estoy de acuerdo más rápido que inmediatamente cambiará sus apellidos.
Un placer leer tu Iusfilosofando.
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