Por si no tuviéramos en México
nuestros propios problemas, con los caciques locales, digo, gobernadores, ahora
tenemos que ocuparnos de los que surgen en el ámbito internacional. Lo ocurrido
el 13 de noviembre (13N) en París es mucho más que un acto terrorista, es el
preámbulo a nuevos ataques de la otra parte –que ya se dieron- y además es el
pretexto perfecto para iniciar una guerra mediática contra un sector de la
población. Pronto veremos cómo los victimarios se convierten en víctimas y cómo de este ataque se endurecen más la políticas internacionales de viajes y
comercio.
Pero más allá de los temas
internacionales también tenemos nuestros escándalos, sin dejar de repudiar la
violencia en otros países no podemos callar la propia, aquí cerquita, nada más
y nada menos que en nuestro territorio nacional. Y no es que nos escandalicemos
por los actos que aderezaron el quinto informe de Duarte,-llevando borrachos al
informe, véase SinEmbargo.com- ya sabemos que su sello característico es el
Folklor. Tampoco deberíamos escandalizarnos porque en la “ciudad de las libertades”
Don Mancera, utilizó la ley del garrote para “controlar manifestaciones”, como
la de los vecinos de la colonia el Capulín, la semana pasada.
Nos escandalizamos con lo ocurrido en
otras partes del mundo, pero porque no con el llamado de la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económico que recomendó al “gobierno mexicano” que en la
construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, evite
actos de corrupción; para ello, realice un mapeo de riesgos de corrupción y por
ende establezca criterios de adjudicación que faciliten la entrada de más
competidores.
O porque no con la información que
nos comparte el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) en su
informe que indica que en el país se registraron 132 quejas por violencia
obstétrica en las comisiones estatales de derechos humanos; de ellas, 48
ocurrieron en el Estado de México, 20 en Oaxaca, 14 en Durango, 10 en Puebla e
igual número, en Sinaloa.
¿Porque no nos escandalizamos con los
nombramientos de exgobernadores que después de hundir a sus Estados en deudas
económicas se les premia con representaciones diplomáticas en el extranjero? En
contextos y con objetivos diferentes ¿Por qué de pronto todos son
internacionalistas solidarios que repudian el ataque en parís? ¿Y porque esos
solidarios LIKEadores no echan un vistazo a lo que ocurre en su contexto local,
donde hay violencia y desigualdad?
Sin duda no
se escandalizan porque el triunfo de la mass
media se vuelve a imponer, los medios dirigen la atención e imponen agenda,
dictan quienes son los buenos y los malos. Y olvidan que hay fanáticos en ambos
bandos. Vamos a escandalizarnos, alcemos la voz, pero no cerremos los ojos a lo
que ocurre en nuestra cuadra. Dicho lo anterior, manifiesto mi repudio a la
violencia y mi solidaridad con los inocentes caídos de uno y de otro lado.
Por hoy es
todo nos leemos la próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
Doctor, gran texto reflexivo el de esta semana. No hay duda, estamos en una época de grandes dificultades que han conducido a una debacle mundial y este efecto es en cascada en este país y así en cada una de sus entidades.
Urge y necesitamos generar cambios, es increíble como a muchos –aún sin racionalizarlo- les gusta vivir en el caos.
Gracias por compartir.
Un placer leer Iusfilosofando.
Vivimos en tiempos dificiles Dr, pero gracias a las aportaciones como la de usted, tenemos la oportunidad de ver un México con deseo de cambio; un abrazo.
Publicar un comentario