iusfilosofando

martes, 21 de marzo de 2017

EL JUÁREZ OCULTO



"Libre, y para mi sagrado, es el derecho de pensar...
 La educación es fundamental para la felicidad social;
es el principio en el que descansan la libertad
y el engrandecimiento de los pueblos".
Benito Pablo Juárez García



Ahora que recordamos el nacimiento de Juárez, vale la pena recordar que sobre nuestro Benemérito de las Américas mucho se ha dicho y escrito. Existen una cantidad considerable de libros donde él es protagonista. Argumentos a favor y argumentos en contra, pero Juárez está ahí, su imagen y nombre ha sido utilizado como bardera del priismo, hasta como respuesta a la derecha que ha promovido relaciones mal sanas iglesia-Estado. Recordemos los gritos de “Juárez…Juárez…Juárez…” en la Cámara de Diputados, para responder a la derecho legislativa.
Sobre Juárez nos han bombardeado desde nuestra formación inicial, hay que tener presente que en el discurso ideológico Juárez ha sido utilizado aplicándonos la historia de bronce: los buenos súper buenos y los malos súper villanos. Su nombre ha terminado en calles, capitales, ciudades, municipios, ejidos, escuelas, teatros, universidades, parques, auditorios, concursos.
El originario de San Pablo Guelatao, Oaxaca, murió siendo presidente el 18 de julio de 1872, a los 66 años de edad, pero pocos lo saben. Pocos saben también que a Colombia y República Dominicana le debemos que Juárez lo conozcamos como el Benemérito de las Américas. Pues 1 de mayo de 1867 así fue reconocido por el Congreso Nacional de Colombia, y el 11 de mayo de 1867, el Congreso de República Dominicana.
El indio oaxaqueño fue mil usos, antes de ser presidente, entre otros: gobernador, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, secretario de Gobernación, senador, regidor, diputado federal y diputado local.
El benemérito también fue procreador nato, se casó con Margarita Maza de Juárez llevándole 20 años de diferencia, ella 17 el 37; tuvieron 12 hijos, tres hombres: Benito Luis Narciso, José María, quien murió a los ocho años, y Antonio, quien falleció cuando tenía un año. Y nueve hijas: Manuela, Margarita, María Felícitas Teodora, María Guadalupe, quien murió a los dos años, Soledad, Amada, María de Jesús, Josefa y Jerónima Francisca, quien también falleció. Pero antes de Margarita estuvo Juana Rosa Chagoya, con quien procreó dos hijos: Tereso y Susana.
Así fue Juárez o al menos una parte de su historia personal. Pero también fue un hombre que supo darle identidad a nuestra nación en tiempos adversos y que arriesgo su vida para no claudicar antes las amenazas nacionales y extranjeras. ¿Hacen falta más Juárez?

Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem

1 comentario:

@BarbaraCabrera dijo...

Doctor, interesante texto. Lo comparto en mis redes.