ROJO ATARDECER

A cuatro meses de las elecciones locales en Michoacán, las cosas no  parecen cambiar, por más que el gobierno de Calderón sostenga que prácticamente ha desmembrado a lo que se conocía o se conoce como la familia michoacana. Y ayer ese estado, tuvo su rojo atardecer.

Michoacán, del náhuatl Michihuahcán (lugar de pescadores) es un gran estado, quienes hemos tenido oportunidad de recorrer su territorio, apreciamos la calidez de su gente y lo incomparable de su paisaje. Siendo un estado que hace frontera con seis estados: Colima y Jalisco al noroeste; Guanajuato y Querétaro al norte; Estado de México al este; al sureste con Guerrero; y suroeste con el Océano Pacífico, tiene complicaciones para combatir a la delincuencia organizada.

Un estado que ha sufrido en los últimos meses ataques contantes a su población; enfrenta a la sociedad ante un fuerte dilema de ejercicio de la responsabilidad cívica en el próximo mes de noviembre.

Michoacán, un estado plural donde la sociedad decidió desaparecer al PRI como su representante en el Senado pues dos de los tres senadores son del PRD y uno del PAN. Sabe cómo ejercer su derecho al voto. Por ello es ridículo, la intención de Felipe Calderón de cabildear la suspensión de las elecciones para renovar gobernador y ayuntamientos en su natal, argumentando que bajo esas condiciones, sería muy peligroso entrar en una contienda electoral que podría terminar con un lamentable saldo rojo y que lo mejor sería consensuar una candidatura única para no ir a elecciones.

El cabildeo con líderes políticos, religiosos y empresariales, no tuvo del todo una buena respuesta, y aunque hasta hace algunos meses era un tema que sólo se conocía en los círculos participantes; finalmente se dio a conocer y los dirigentes de los partidos políticos confirmaron esa hipótesis.

Con la idea de pactar una candidatura única, lo que Calderón pretendía era ejercer de facto un estado de excepción, pues los derechos ciudadanos no se ejercerían y serían las cúpulas partidistas las que, en esta hipótesis determinarían quien es el bueno o la buena.

Recordemos que hace un par de meses Humberto Moreira, Gustavo Madero y Jesús Zambrano se reunieron con el gobernador Leonel Godoy y establecieron explorar la posibilidad de una candidatura común sujeta a la valoración de los tres partidos.

Aunque por fortuna quedó abortada la iniciativa calderonista, lo cierto es que la idea en sí misma es un vistazo a los estados dictatoriales de Centroamérica de los años setentas, donde el dictador ponía y quitaba a los representantes departamentos (gobernadores nuestro país).

Pero el problema no termina ahí, el hecho de que la iniciativa no haya prosperado, no es significación de que no continúen los esfuerzos por desestabilizar a esa región del país; y los resultados están a las luz de día. Ayer la jornada de ataques en Morelia, Zinapécuaro, Pátzcuaro y Uruapan son un ejercicio  de que la lucha por el control territorial, contrario a lo que diga el ingeniero mecánico venido a más (Genaro García Luna) no ha concluido, ni se va ganando.

Las preguntas son ¿Porque siendo su estado natal, Calderón no ha movilizado en mayor medida al ejército? ¿O presencia de las fuerzas federales? En realidad es que ¿Sólo se da  si el gobierno estatal lo pide? Y ¿Qué hay del michoacanazo? ¿Ya olvidaron que fue la hoy procuradora, Marisela Morales, la operadora de tal ejecución, que por cierto termino en un fracaso y que sólo exhibió a sus operadores? ¿Porque parece que la desestabilización en Michoacán no le preocupa a Calderón? ¿Qué otro AS tiene bajo la manga para querer imponer a su hermana como gobernadora?

Lo cierto es que mientras los michoacanos se preparan para las elecciones, seguiremos viendo un rojo atardecer en ese territorio, lamentablemente para los michoacanos y para todos los mexicanos que vemos herida a esa parte de la patria.

Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem