iusfilosofando

martes, 19 de marzo de 2013

¿OTRA EXPROPIACIÓN?




“(…) la expropiación decretada sólo se dirige a eliminar obstáculos de grupos que no sienten la necesidad evolucionista de los pueblos, ni les dolería ser ellos mismos quienes entregaran el petróleo mexicano al mejor postor (…) 
Lázaro Cárdenas del Río

Han pasado 75 años de las acciones realizadas en 1938 por Lázaro Cárdenas del Río, que a la luz del contexto histórico, se muestran cuasi heroicas. Basta recordar que tres años antes de la expropiación, había sido atacado por Plutarco Elías Calles quien lo acusó de "sostener una política socializante y de ser incapaz de mantener el control de la clase obrera”.
Ante dichas declaraciones, el Sindicato Mexicano de Electricistas convocó a las organizaciones obreras a discutir la posición que el movimiento obrero debería adoptar ante éstas. De esta forma se inició, el proceso de unificación del movimiento obrero mexicano y, a su vez, la alianza con el general Cárdenas que se concretó el 15 de junio de 1935, con la formación del Comité Nacional de Defensa Proletaria. A este llamado sólo quedaron fuera la CROM y la CGT, que continuaban fieles a Calles.
Tres años después, en la noche del 18 de marzo recordamos un hecho valiente que encabezó Cárdenas del Rio; en conferencia de prensa se anunciaba  la apropiación legal del petróleo que explotaban 17 compañías extranjeras que habían desacatado mandatos de reconocimiento sindical y de mejoras salariales para los obreros de ese sector. Basta echar un vistazo a las imágenes de esos años para comprobar la muestra solidaria de la sociedad para ir por el rescate del petróleo.
Más allá de la historia de bronce que nos ha suministrado la Secretaria de Educación a través de sus libros y sistema educativo, la realidad es una, es el sindicato y sus dirigentes además de la corrupción de los actores vinculados a esa industria los que han dado al traste al rescate histórico del petróleo de finales de los años treinta.
Un caso del que hemos sido testigos es Carlos Antonio Romero Deschamps –tampiqueño de 70 años- quien no solo ha hecho fortuna personal siendo dirigente del sindicato de petroleros, sino que la ha hecho extensa a sus cercanos. El actual senador priista cuenta con un departamento de lujo y un yate en Cancún. Este inmueble se localiza en Residencial del Mar, una exclusiva zona de Cancún y su valor se estima en 1 millón y medio de dólares. Su yate, El Indomable, está valuado en una cantidad similar.
Al señor Deschamps se le recuerda por desviar –en el año 2000- 500 millones de pesos del fondo del sindicato de Pemex a la campaña presidencial del candidato priista, Francisco Labastida. Más recientemente, el 25 de julio de 2011, Pemex y el sindicato firmaron un acuerdo para mantener oculto el contrato colectivo de trabajo que involucra el préstamo de la nada despreciable cantidad de 500 millones de pesos, -a pagar en un plazo de 10 años y sin intereses- con el objetivo de construir viviendas para los trabajadores.
Por si fuera poco, en mayo de 2012, su hija Paulina fue exhibida por mostrar los lujos, viajes por todo el mundo en aviones privados, comidas en exclusivos restaurantes, paseos en yate y costosas bolsas.  Y hace menos de un mes la revista proceso  documentó que Deschamps regaló a su hijo José Carlos Romero Durán un Ferrari Enzo, cuyo valor aproximado es de 2 millones de dólares (unos 25 millones de pesos).
Y todo, todo esto –supuestamente- lo ha logrado  con un salario de líder sindical y ahora de senador. Por eso ante el contexto que vivimos, vale la pena preguntarnos ¿Será necesaria otra expropiación petrolera pero ahora para quitarla de manos de líderes sindicales corruptos? ¿Ustedes que opinan?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.

1 comentario:

@BarbaraCabrera dijo...

Maestro, derivado de la reflexión y datos que nos aporta en este entrega de Iusfilosofando; no queda duda que es imperativo una expropiación, ya no solo del petróleo sino de todo el país para rescatarlo del gupúsculo de pillos que nos tienen cooptados.

Un placer leerle e intercambiar puntos de vista.