Fundado el 5 de mayo
de 1989, el PRD lleva 25 años de existencia electoral; el Partido de la
Revolución Democrática en este tiempo se ha constituido como el principal
partido de la izquierda mexicana, si bien es cierto que estos 25 años ha tenido
altas y bajas, cierto es también que desde su constitución ha generado
expectativas y también decepciones.
El PRD es quizás la
mezcla política más heterogénea que actualmente exista en la historia de
partidos políticos en el mundo, pues es producto de una escisión de la
corriente crítica del PRI encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz
Ledo e Ifigenia Martínez, a la cual se sumaron integrantes del Partido Mexicano
Socialista (PMS) el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), dirigido por
Heberto Castillo y José Álvarez Icaza.
A este gran movimiento
se integraron además el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), de
Arnoldo Martínez y Gilberto Rincón Gallardo; el Partido Patriótico
Revolucionario (PPR), de Camilo Valenzuela y Jesús Zambrano; y el Movimiento
Revolucionario del Pueblo (MRP). Al final llegó el Partido Socialista de los
Trabajadores (PST), encabezado por Jesús Ortega, Carlos Navarrete y Graco Ramírez.
Es precisamente esta
última corriente la que actualmente controla a este partido. Y la misma que lo
ha llevado a la peor crisis de identidad, retrocesos electorales, posturas
contradictorias, y posicionamientos progobierno. “Los chuchos” están más cerca
de la derecha –concertacedora- de finales de los ochenta, que de la izquierda
progresista que presumen ser.
El PRD de hoy, ese que
ayer cumplió 25 años está- como lo dijo Cárdenas- más lejos que cerca de los
objetivos originalmente trazados con su nacimiento. Es la mejor postura que he
escuchado de Cuauhtémoc a lo largo de éstas celebraciones, el mensaje que ayer
mando estuvo dirigido a la corriente que en algún momento lo obligó a
retirarse. Cárdenas sostuvo que “al país de nada le sirve una izquierda dócil
y dizque a la moda, le sirve una izquierda firme en sus principios, respetuoso
ante quienes piensan distinto, con ética y capaz de dar ejemplo en su vida
interna de lo que quiere para el país”.
Y es que de cara a la
elección interna, los grupos que actúan a su interior desplazarán todas sus
estrategias; y “Los chuchos” no duraran en buscar apoyos, activar prácticas, y
mantener el control, pues el PRD se ha vuelto la franquicia política más
rentable para mantener la burocracia de esa corriente, la misma que presume sin
empacho haber firmado el Pacto por México, por el bien del país.
No sabemos cuánto más
durará esa corriente dirigiendo al PRD, pero lo cierto es que esa no es la
izquierda que México necesita, ese no es el PRD que está del lado de los que buscan
transformar al país en un México de oportunidades más igualitarias para los que
menos tienen; no es el partido instrumento de la sociedad que vimos nacer hace
25 años.
Por hoy es todo, nos
leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Muy buen texto Doctor, yo agregaría: México necesita menos partidos políticos y más ciudadanía crítica, proactiva e interesada en los temas públicos.
Un placer leerlo.
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