@iusfilosofo
A estas alturas de la historia, de nada nos
sirve a la sociedad mexicana y a los veracruzanos saber que un juez de distrito –presuntamente- giró una
orden de aprehensión contra Javier Duarte, la causa: por operaciones con
recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Y esto es porque a
estas alturas de la historia, no se conoce el paradero del susodicho.
Ahora bien,
si seguimos pensando que lo que se busca es castigar al admirador de Francisco
Franco, por todos los destrozos que hizo en Veracruz, estamos equivocados, pues
el supuesto que actualiza la hipótesis para que se haya librado una orden de
aprensión contra Duarte de Ochoa, es por operaciones con recursos de
procedencia ilícita y delincuencia organizada.
Una semana
después de que el cordobés anunciara en televisión que pediría licencia a su
cargo para preparar su defensa y a pocas horas de que el gobernador electo
anunciara que habría huido en un helicóptero, la conductora estelar de televisa
Denise Maerker “confirmó” que los delitos que se le imputan –ojo con esto- son
los mismos por los que pescaron a Elba Esther: delincuencia organizada y
operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Nada movió a
la autoridad federal para que interviniera en Veracruz, no lo hicieron las
desapariciones de ciudadanos, el asesinato de periodistas, el control desmedido
de los grupos sociales de choque para defender a “su gobernador”, el abuso de
poder de toda la pandilla de Duarte, el enriquecimiento de las hordas del “nuevo
PRI” veracruzano, el gran endeudamiento a la Universidad Veracruzana ,
el robo a burócratas vía nómina de un pago que el gobierno nunca dio a tiendas
departamentales; quizá lo que empujo un poco las investigaciones fue el
reportaje de Animal Político sobre “Las empresas fantasma de Veracruz”.
Si Javier
Duarte es detenido y sometido a proceso por la justicia federal, habrá sido
para administrar los daños que su detención pueda traer a la administración
federal de “El Señor de Los Pinos”. Por eso anunciar, darle tiempo y huir, son
las tres escenas que vimos en una semana y que representan complicidad con el
poder e impunidad.
Anunciar,
darle tiempo y huir, son las tres escenas que montaron el espectáculo de
protección a Duarte de Ochoa, anunció que pediría licencia, estuvo todo el
programa de Loret, salió tranquilamente de televisa y se trasladó sin problema
a su residencia en Veracruz. Allí se reunió con sus abogados, preparo su
defensa –o estrategia de huída- y así sin más desapareció.
Estas fueron
las tres escenas de Javier Duarte en una semana, veamos ahora que ocurrirá en Veracruz,
pues en próximos días llega la nueva legislatura estatal y después, la toma de
posesión del nuevo gobierno. Pero el papel de los ciudadanos tendrá que ser el
mismo: alzar la voz y señalar, organizarse y actuar, Veracruz sabe hacerlo.
Por hoy es
todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
Doctor, muy buen texto el que nos compartes en esta Iusfilosofando. El duartismo ha destrozado Veracruz, es inadmisible que casos como este se sigan propagando sin que los ciudadanos hagamos algo. Si nada ha cimbrado lo suficiente, esto debería ser el parte aguas. Un gusto leer tu columna, la comparto en mis redes.
Excelente opinión Doctor, los veracruzanos estamos muy lastimados por estos gobiernos que ha abusado del poder.
Carmen
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