@iusfilosofo
El cinismo no tiene límites, la pandilla que estuvo saqueando a
Veracruz al menos 12 años, sigue impune. Algunos aun en el poder que detentarán
por al menos un mes más, y que sin duda están en el proceso de eliminación de
documentos importantes, esos que demuestran o que pueden comprobar lo turbio
que vivió el Estado bajo el mandato de Javier Duarte.
El hoy prófugo de la justicia que creció bajo la sombra de Fidel
Herrera, ha sido exhibido, desmontado de la estructura local que lo protegía,
exhibida la forma en la cual acumuló dinero público, y poco a poco van saliendo más pruebas que
demuestran como desde el primer día pensó en saquear al Estado.
Por la vía legal Duarte de Ochoa buscó protegerse, aprovechando que la
mayoría priista le era incondicional, reformó leyes, creó figuras, dio empleos
y entregó patrimonio público. Saqueó a discreción y acomodó a sus huestes para
mantener el poder en la elección que le tocaría enfrentar, tenía claro que para
disfrutar de lo mal habido, era necesario conservar el statu quo.
Sabedor de ello, el admirador de Francisco Franco, apostó todo a la
elección de junio pasado, derrochando recursos, moviendo estructuras y
utilizando medios a su servicio; todo para mantener el control, pero fracasó.
De ahí su reclamo la noche de la jornada electoral a sus operadores, por eso
los insultos y humillaciones a quien dio a manos llenas dinero para ganar la
elección.
Nada le funcionó a Duarte después de la jornada electoral, ni sus
artilugios legales, ni atacar a la Universidad Veracruzana ,
ni denostar al ganador de la jornada electoral del 5 de junio. Quizá solo hasta
el momento, las negociaciones para escapar ante la mirada de todos los que hoy
lo buscan, pero el tiempo avanza y la indignación crece, y parece ser que lo
acordado tendrá que echarse por tierra. O al menos eso quieren demostrar con el
cateo al Rancho San Francisco, ubicado en Villa Flores, Chiapas y del cual se
tiene dato pertenece a Duarte. Todo gracias a una denuncia en redes hecha por el
Padre Solalinde.
Y mientras el prófugo Duarte sigue escondido, en Veracruz la realidad
ha superado a las pesadillas. Desde hace dos semanas Uriel Flores había
alertado la necesidad de acciones que evitaran que el dinero gestionado por él
para obras –en su papel de Diputado Federal- fuera utilizado para otros fines. Hace
algunos días el temor se materializó, y los recursos dejaron de fluir a los
municipios, por eso desde el fin de semana los alcaldes del PRD, PAN, MC y
algunos del PRI decidieron tomar el Palacio de Gobierno, para exigir se
entregue el dinero que el gobierno del hoy interino Flavino Ríos Alvarado, les
debe.
La pesadilla veracruzana es única, habíamos conocido casos en que la
llegada de un gobierno de partido diferente ocasionaba un saqueo, hasta las
sillas y tazas de baño se llevaban, pero eso era en los municipios; lo que hoy
ocurre es inaudito, tal es el nivel de descomposición gubernamental que los
propios funcionarios de finanzas han aceptado que el dinero se utilizó para
otras cosas. Así la pesadilla veracruzana, los responsables tendrán que pagar,
estemos atentos.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Magnífico texto Doctor, danbdo seguimiento al caso Duarte y sus corruptelas.
Lo comparto en mis RS.
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