Siempre he sido
partidario del diálogo, promotor primario de escuchar al otro; catedrático que
prioriza el debate de las ideas; y suelo solidarizarme con las causas que
considero justas en sus demandas, a veces no solo verbal, sino sumándome a
ellas, pero lo que vimos el día de ayer en el Castillo de Chapultepec rompe con
mi solidaridad.
El movimiento iniciado con reclamos
justos, socialmente atendibles, moralmente fortalecidos, concluyo ayer en un
acto que puede tener sinónimos varios. Una gran obra teatral que fue vista y
escuchada en tiempo real.
Algunos podrán sostener que el encuentro
fue un triunfo para el movimiento caravanista, pero nada más alejada de la
realidad y nada más falso que eso; decirlo, sostenerlo, replicarlo, es
engañarse y autosatisfacer el ego militante de una causa socialmente justa
claro, pero que terminó, al menos en esta etapa, como no debió terminar.
El diálogo que originalmente sería en el
Museo Nacional de Antropología e Historia, fue cambiado de último momento al
Castillo de Chapultepec; construcción que fue edificada en la época del
Virreinato de Nueva España como casa de verano para el virrey Bernardo de
Gálvez y Madrid, y que fue también la residencia de Maximiliano de Habsburgo, de
Manuel González Flores "El Manco de
Tecoac",
militar y político mexicano combatió en la Guerra de
Reforma, del lado del Partido Conservador. Vivieron allí también Porfirio Díaz,
Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías
Calles, Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez. Personajes
de perfil conservador que sintieron al Chapultepec, como parte de su reinado.
Pero eso pareció no importarle a Sicilia y a su grupo cercano, no repararon en
los simbolismos o quizá sí, tal vez se identificaron o al menos él.
El diálogo de
ayer estuvo muy alejado de las causa originales y de aquel acto del 06 de abril.
En la asistencia a Chapultepec quedaron atrás las demandas originales, y los
calificativos que el mismo Javier había dado al mandato calderonista.
Los asistentes al
diálogo, no pudieron resistir la tentación de sacar y exponer sus causas
personales; no soportaron llevar bajo sus hombros la responsabilidad de miles
de mexicanos muertos por una guerra que no es guerra; no supieron ser
portavoces de aquellos que piden alto a la impunidad que recorre el país.
De un diálogo, aunque
no se quiera siempre hay derrotados, por más que hayas acuerdos tangibles,
reales, eventualmente legales, siempre habrá derrotados, siempre habrá quien
allá cedido; por ello un diálogo a estas alturas era solo la confirmación de un
hecho, habría derrotados. Nadie en pleno uso de conciencia y razón podría
oponerse a las causas originales del movimientos, pero nadie en uso de
conciencia y razón debió de haber creído ingenuamente que reunirse con Calderón
sería acaso el primer paso para acabar con ello.
El diálogo, fue un
diálogo de derrotados; derrotado Calderón porque la imagen que fue a presumir
al exterior de un presidente fuerte, fue cercenado por un movimiento cívico,
representativo sí, pero que no alcanza para hablar en nombre de tod@s; un
movimiento que representa hasta al momento sólo al occidente y parte del norte
del país. Un movimiento donde el sur no estuvo representado, es más, ni
siquiera el centro, a pesar de que una de las asistentes refirió a sus hijos
muertos en Veracruz.
Sicilia
derrotado, porque su exigencia más contundente fue decirle a Calderón que
pidiera perdón por los muertos de su sexenio y por la guerra que desato; exigencia
que encontró respuesta con un “Estás equivocado”, a la par de golpes en la mesa por parte de Calderón como para demostrar
quien mandaba.
Derrotado Calderón
porque fue expuesto, porque sus secretarios confirmaron porque el calderonismo
es un fracaso, porque mostraron a un ejecutivo vulnerable a sus pasiones,
intransigente frente a quien disiente, secretarios y asesores que dejaron solo
a su jefe.
Derrotado Sicilia,
porque algo anda mal, cuando López Doriga, gran opositor a los movimientos cívicos
no manipulables, opina sobre el encuentro de ayer: “Lo que voy a decir suena muy fuerte: si el 28 de marzo no hubieran
asesinado a Juan Francisco Sicilia y si su padre, Javier, el poeta, no hubiera
convocado desde su dolor y calidad moral al movimiento que sacudió al país, no
se hubiera dado el encuentro excepcional de ayer con el presidente Felipe
Calderón”. (Milenio -Junio-24)
Algo anda mal
cuando Gómez Leyva sostiene: “Javier
Sicilia y los suyos no se perdieron en la altercación justiciera. Ayer quedó
claro que el néctar de este movimiento parido por la muerte es la vida. Y el
presidente Calderón comprendió el acontecimiento. Lejos de darle trámite burocrático,
lo montó y convirtió en lo que puede ser el mejor momento público de su mandato”.
(Milenio -Junio-24)
Algo anda mal
cuando leemos de Aguilar Camín expresar: “Lo
primero que hay que decir sobre el Diálogo por la Paz celebrado ayer en el
Castillo de Chapultepec es que fue efectivamente un diálogo, un diálogo de una
intensidad y una transparencia como creo que no habíamos visto en México entre
un Presidente en funciones y un grupo de agraviados, adoloridos, elocuentes
ciudadanos”.
Derrotado Calderón
pero sólo ante los caravanista, ante los militantes dogmáticos que una vez
cuestionaron el mandato de su interlocutor
calificándolo de ilegitimo y que ayer se reunieron para “dialogar”.
Derrotado Sicilia
porque sus únicos triunfos fueron esporádicos, reunirse con Calderón y pedir un
minuto de silencio por los caídos, peticiones que nadie objeto. Pésimo e
irrespetuosa la actitud de Javier al pedir permiso para fumar y hacerlo, porque
al igual que Calderón demostró que puede más su pasión por fumar que su espíritu
por no hacerlo; y ese es un simbolismo importante.
Derrotado Sicilia
porque al fumar olvido el respeto de quienes no lo hacen, y
olvido también lo que Gandhi predicaba "Nadie puede hacer el bien en un
espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo
indivisible."
Derrotados
Calderón y Sicilia porque como enseñó Gandhi el hombre que no controla sus ímpetus
está perdido. Derrotado Sicilia porque en la oportunidad de reunirse con el
Ejecutivo pide un fideicomiso para hacer placas y un memorial y olvida que eso
no es desobediencia civil. Derrotado porque
ratifica la fortaleza de su interlocutor al pedirle que en uso de sus funciones
promueva una ley de atención y protección a víctimas.
Derrotado Javier,
porque no pudo hacer a un lado su influencia Lasallista, no pudo separar los
simbolismos religiosos al entregar a Calderón un Escapulario, signo externo de
devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María
por la inscripción en la Orden Carmelita, en la esperanza de su protección
maternal. Olvidando así la pluralidad del movimiento.
Derrotado Sicilia
porque sin querer, o tal vez queriendo él y algunos caravanistas le dieron a
Calderón la oportunidad que estaba esperando, legitimarse ante los ojos de los
desgraciados. Derrotados los caravanistas que Javier representa porque ante Calderón
perdieron lo único que su interlocutor no tenía: autoridad moral.
9 comentarios:
Una columna que enluta el ánimo. Admirable que tanta rabia te haya permitido escribir una columna "emocionalmente razonada". Qué bueno que los gorjeos inmundos de los jilgueros del calderonato nos hayan dado, sin proponérselo, la advertencia de lo fallido del acto. Objetividad que aclara ente tanta bruma las confusiones de nuestro tiempo.
Maestro:
Excelente análisis el que realiza, indudablemente coincido con todo lo que expone, a Sicilia ya lo rebaso el movimiento y lo peor que le pudo haber ocurrido fue haber asistido al supuesto dialogo con Calderón.
Mis felicitaciones por su columna de hoy.
Luis
Coincido en tu percepción Maestro, tuve la oportunidad de seguir el diálogo del gobierno con los carabanistas y en verdad no pierdo la capacidad de asombro de cómo el mexicano es especialista en desvirtuar una causa social por cuestiones personales.
Y seguiré insistiendo en que la palestra pública por desfortuna solo se abre a unos cuantos.
Concluyo coincidiendo en la falta de respeto de Sicilia de pedir fumar y hacerlo; fuera de lugar sin duda.
EXCELENTE COLUMNA
mas que diálogo fueron monólogos, mas que escuchar se limitaron a oir, mas que observar se vieron, si, derrotados tod@s
Oscar Sánchez
tu opinión sobre la reunión de ayer entre Calderón y Sicilia, ha sido un excelente y acertado análisis; el mejor que he leído.
Liz Santibañez
muy buen texto,se lucio...
Jamie R
Y pensar que esto es parte de la historia de México.....de pena ajena!!!
castellanos diana
leído! Interesante punto de vista! Y preocupante el caso de estos lideres q no supieron sobreponer su humanidad a la razón!
Pablo A. León
Es lo que una gran mayoría pensamos.. saludos
Mónica Segundo
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