“Las leyes, pues, están
hechas, si no precisamente solo, por lo menos también por hombres que no han
aprendido a hacerlas”.
Carnelutti
En el último número de la Revista Quaestionis (http://revistaquaestionis.blogspot.mx/)
aparece en su sección derecho
en su tinta, la reseña del libro –un clásico- de Francesco Carnelutti, uno de
los abogados italianos más destacados pero también un teórico del derecho que
más contribuyo a la ciencia jurídica.
Carnelutti divide el texto en referencia en 10 apartados: I. Derecho y economía; II. Derecho y moral; III.
El delito; IV. La propiedad; V. El contrato; VI. La ley; VII. El juicio; VIII.
El Estado; IX. La comunidad internacional; X. La jurisprudencia.
Una pregunta central que me parece importante rescatar para esta columna
#iusfilosofando es la plantea Carnelutti “¿Y los juristas? Diríase que son
obreros del derecho”. Tal interrogante planteada por el autor lo lleva a la
reflexión siguiente:
(…) las leyes se hacen en
los parlamentos, y hoy los parlamentos, más todavía con el sufragio universal,
no le componen únicamente de juristas. Verdad es que los proyectos sobre los
cuales discute y delibera el parlamento, los preparan casi siempre juristas;
pero a menudo esos proyectos se modifican; y de todos modos, los no juristas,
aun cuando no forman por sí solos las leyes, ciertamente cooperan a su
formación.
La disertación referida, es muy ad hoc a los tiempos que hoy vivimos, como pudimos presenciar en
las últimas semanas se discutió y aprobó en la Cámara de Diputados la
iniciativa preferente que Calderón presento vía Alejandro Poiré en materia de
trabajo.
Quienes seguimos con interés la discusión en la cámara
de referencia, nos percatamos que “los muchos”- me refiero a los diputados-
prefirieron no discutir, optaron por disfrutar la comodidad de la curul recién
poseída. “Los muchos” – la mayoría diputados del PRI, PAN, PVEM, PNA y unos
cuantos del PRD- prefirieron esperar las
instrucciones de su coordinador.
Estos legisladores, al momento de la discusión,
optaron por ir al baño, tomar agua o
café acompañado de galletas, revisar sus mensajes de texto o llamar a sus
conocidos para comunicar que lo hacia desde el pleno.
Así, bajo este escenario se aprobaron las reformas a
la Ley Federal del trabajo y se dio un golpe más a la economía del mexicano
común, a sus derechos y algunas prestaciones. “Los muchos” sirvieron para matar
la discusión en el pleno, esos muchos se convirtieron en la aplanadora
irracional, que mato todo esfuerzo de la minoría para debatir temas reservados.
Así es como se hace el derecho en México, sin debate,
sin discusión, con aplanadora; la misma que en los próximos días veremos en el
Senado cuando se apruebe la reforma a la Ley Federal del Trabajo. Por eso no
debe extrañarnos que los legisladores de la minoría legislativa, cuando ven
vulnerado su derecho a expresarse opten por tomar la tribuna.
¿Cómo nace el derecho en México?
Entre bostezos, risas, aplanadoras, tomas de tribuna, con diputad@s distraídos,
sin ideas. Los legisladores – con poca experiencia bibliográfica- no conocen lo
que Carnelutti postuló desde hace años:
El derecho es justo cuando sirve
realmente para poner orden en la sociedad. Sin la bondad, la ciencia del
derecho podrá sin duda hacer que crezca el árbol del derecho; pero ese árbol no
dará los frutos de que los hombres tienen necesidad.
Sugiero a mis lectores se acerque a
la obra de Carnelutti, ya que sin duda dará elementos teóricos para comprender
algunas realidades del derecho y su influencia en el comportamiento social y de
como debería hacerse el derecho.
Por hoy es todo, nos leemos la
próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
¡Gran columna Iusfilosofando la que hoy nos presenta!
Un análisis claro y contundente de una obra que todos los legisladores deberían tener de cabecera, aunado a la precisión de su disertación.
Hagamos que este texto de la vuelta a la #Twittósfera.
Un placer leerle.
Una breve y certera descripción de como crean las leyes en las cámaras en México. Triste y cruel realidad. Se me ocurre que deberíamos hacer una lista de diputados y senadores que faltan a las sesiones y exhibirla para que la gente les recrimine su mediocridad y los llene de vergüenza, de ésa que al parecer les falta mucho. Saludos maestro y amigo. Gracias por compartir tu excelente columna.
Publicar un comentario