Finalmente terminó la primera
temporada de la telenovela llamada “#ElecciónPAN”. Esa en la cual, se disputan
los restos de un partido que perdió la presidencia después de 12 años en Los
Pinos.
Aunque fue una elección abierta a los
militantes, la misma no estuvo exenta de prácticas muy atrasadas por más que
los organizadores se empeñaron en desmentir la realidad, y es que parece que el
Partido Acción Nacional aprendió muy bien las lecciones del PRI, compra de votos, boletas marcadas, robo de urnas y
mensajes de texto el día de la elección avisando que ésta se había suspendido.
Parece que el PAN trae el mismo
síndrome que el PRI tuvo en su momento, ante la falta de un “jefe máximo”
“líder del partido”; empiezan las disputas por las migajas después de la
vergonzante derrota de 2012.
Ahora que ya sabemos que Gustavo
Madero ganó con más de 13% de diferencia, no pocos sostenemos que el más feliz
es el habitante de Los Pinos. Madero se ha convertido en “el amo de llaves” de
Peña Nieto, el que administra y defiende sus intereses desde la “oposición”
panista.
Pero ¿Qué podemos esperar del oriundo
de Chihuahua, si representa a la corriente más atrasada del panismo? ¿Qué
se puede esperar de un hombre medio como Madero Muñoz si su historia es de
oportunismo y reintegros? ¿Qué se puede decir de él, si ha sido un personaje
que echo por delante el apellido en sus primeros intentos del quehacer
político?
El pasado no engaña, la historia
siempre es útil, y el dato para la desmemoria es que mientras que
Francisco I. Madero fundaba y presidía la Sociedad de Estudios Psíquicos de San
Pedro, Ricardo Flores Magón fundaba la Junta Organizadora del Partido
Liberal Mexicano (1905).
El ascenso de Gustavo Madero es
precoz; en 2001, como candidato del PAN a la Presidencia Municipal de
Chihuahua, perdió ante el PRI. En 2003, se le hizo acceder a una diputación
Federal para la LIX Legislatura, y ahí presidió la Comisión de Hacienda y
Crédito Público, espacio que no desaprovechó para manifestar sus simpatías
neoliberales. Tres años después, llegó al Senado de la República, pero al igual
que en la Cámara de Diputados, su desarrollo fue de intrigas, declaraciones
atropelladas y lenguaje áspero.
En estos momentos de la telenovela panista, vale la pena
recordar que una facción de senadores que apoyan a Cordero, acusaron que Madero
“quiere un partido satélite del PRI, completamente plegado a la agenda del
gobierno federal, a sus tiempos y a sus contenidos”. ¿Qué dirán ahora que los
ha derrotado? ¿Cómo se llamará el partido que amenazó Calderón con fundar si
Gustavo Madero ganaba? ¿Qué dirán ahora que Madero estará al servicio de su
majestad?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe
diem.
2 comentarios:
Trascendió que después de salir el humo azul en esta lucha por las migas, desde El Pinos se vieron fuegos artificiales, para celebrar el triunfo del continuismo.
Como bien dice Doctor, ha concluido esta parte de la “telenovela” y está bien, al fin y al cabo al pueblo le encanta vivir de este tipo de reality show.
Un gusto leer su Iusfilosofando
-creó hoy se quedó corto mi estimado,el lastre que representa hoy el PAN da para más,aqellos aires del pasado se llevaron todo y ser amo de llaves de un reino en declive demuestra que la política mexicana vive plena entropía.
Merthea
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