Justamente la
semana anterior cuando escribí mi columna TRAGICOMEDIA GRIEGA (http://bit.ly/1fkdEdE)
me preguntaba una lectora “aun hay tiempo o ya estamos ante la inminente tragedia mexicana?” y luego complementó “con las reformas a modo de EPN en
economía, energía, educacion, laboral y salud; no se me hace que estemos fuera
de peligro.”
Sin duda, su pregunta es oportuna por las
razones que expongo en mi columna de la semana pasada: “Lo que los mexicanos
debemos tener claro, es que los griegos no son de todo víctimas del modelo
neoliberal que impone reformas estructurales y presiona a su gobierno actual,
para reducir gastos. Las actuales condiciones de Grecia fueron orquestadas por
un gobierno corrupto y una sociedad cómplice que lo permitió.”
Traigo a
referencia esta afirmación porque lo ocurrido el fin de semana pasado con la
presunta “fuga” del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán. Si de verdad ocurrió la “fuga”, como quieren que
creamos y si ocurrió en los términos que quieren que creamos, el señor Peña
Nieto estaría pidiendo la renuncia de Arely Gómez la procuradora incomoda; la
de Eugenio Ímaz Gispert Director del Centro de Investigación y Seguridad
Nacional; la de Monte Alejandro Rubido García, comisionado Nacional de
Seguridad y la de Miguel Ángel Osorio Chong Secretario de Gobernación.
En un “Estado
democrático” como el que fue a presumir el señor de Los Pinos a Francia los responsables de la seguridad, deben
renunciar ante su incompetencia y responsabilidad, para dar paso a
investigaciones concluyentes que den con los responsables de la “fuga”. A pesar
del falso discurso de Osorio Chong que sostiene “Los momentos de crisis no son
para renunciar, son para enfrentarlos”. Es claro que lo ocurrido el fin de
semana se sintetiza en una palabra: corrupción.
La palabra
“corrupción” proviene del latín corruptio,
conformado por el prefijo con –junto-
el verbo rumpere, -hacer pedazos-; y el
sufijo tio -acción y efecto-. Es
decir, corrupción es la acción y efecto de corromper, depravar, sobornar a
alguien, pervertir, dañar, echar a perder. Eso fue lo que ocurrió con los
funcionarios peñistas, dañaron y echaron a perder la confianza que algunos
mexicanos depositaron en las instituciones de seguridad.
¿Pero y que
hacemos los ciudadanos? ¿Cuál es nuestra responsabilidad? Dice Hannan Arnedt, filosofa
judía y una de las pensadoras más importantes del siglo pasado que “cuando
nacemos vinimos a un mundo que ya está determinado y que nadie nos pregunta si
lo queremos así” – y en ello tiene razón; pero Arendt, también dice: “que a
este mundo podemos cambiarlo a través de la acción”, y eso es lo que debemos de
hacer en temas tan fundamentales como la corrupción, actuar, combatirla.
Si bien es
cierto que el modelo neoliberal, genera miseria y desigualdad y es caldo de
cultivo para la corrupción, es cierto también que esa miseria y desigualdad se
mantiene precisamente por la misma corrupción. Por ello debemos actuar para
combatirla, tal vez mañana ya sea tarde, muy posiblemente cuando pensemos en
actuar estemos tan inmersos en el problema que no podamos librarnos de formar
parte del círculo perverso o que seamos víctima de ese cáncer social. Todo
estimados lectores, todo se resume en corrupción y la forma de acabar con ella
está en nuestras manos.
Por hoy es todo,
nos leemos la próxima. Carpe diem.
4 comentarios:
Efectivamente lo que hay con urgencia que combatir es la corrupción, aunque el perverso de EPN diga que es nuestra naturaleza gracias por compartir tan buena columna.
Dinorah Leos
Doctor, exacto este mundo se cambia con acciones. Buen texto, así que es preciso llenarnos de acciones, ser consecuentes. Aunque somos muchos, todavía permea en un alto porcentaje la ley del menor esfuerzo y dejarse llevar ¡caray! Por eso este país no sale adelante y sigue el camino de los cangrejos.
Combatir la corrupción, el primer paso para evitar la catástrofe en el país. Gago
Gracias Dr. Por compartirnos tan puntual comentario, ahora los mexicanos no podemos creer en todo lo que se nos diga. Un abrazo
Publicar un comentario