@iusfilosofo
Ayotzinapa -en Náhuatl, es lugar de tortugas- es una
población del Estado de Guerrero, vecina de Tixtla de Guerrero, pero con características
diferentes; es el lugar donde se encuentra la Escuela Normal Rural Raúl Isidro
Burgos, normal construida bajo la política de la “masificación educativa”, es
decir llevar la educación al pueblo, esta normal fue fundada en 1926 por
los profesores Rodolfo A. Bonilla y Raúl Isidro Burgos.
Por su ubicación, los asistentes son
estudiantes de la montaña, la costa chica y el centro del Estado de Guerrero, ahí
es donde se encuentran las poblaciones con los índices más bajos de desarrollo
humano, ahí donde la política social de la exsecretaria Robles Berlanga no
llego.
La Normal Rural Raúl Isidro Burgos –donde se
formaron Lucio Cabañas y Gerardo Vázquez- no es la única normal que ha sido
golpeada políticamente y atacada por los gobiernos de corte neoliberal, pero es
esta, la Normal de Ayotzinapa, la que protagonizó hace más de un año –el 26 de
septiembre del año pasado- la desaparición de 43 normalistas a manos de agentes
del Estado mexicano-los policías municipales-.
A más de un año de los acontecimientos, se
aportan nuevos datos de lo ocurrido aquella noche de septiembre, a partir del
informe que presentó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes
(GIEI) convocado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de acuerdo
con el Estado de México y los representantes de las víctimas del caso.
El informe Ayotzinapa fue elaborado a partir
de documentos,
declaraciones y pruebas que ya constaban en el propio expediente y con la
consulta a peritos expertos -independientes a la investigación oficial-. Aquí lo
irónico, ridículo o lamentable, -podemos usar varios adjetivos para referirnos
a ello- es saber cómo el GIEI con los mismos documentos, llega conclusiones diferentes
a las que las autoridades mexicanas informaron hace algunos meses.
Dentro de los cuestionamientos que plantea GIEI, es la negligencia con
la que se manejó la investigación: 22 días tardó la PGR para atraer la
investigación, casi un mes la Fiscalía Estatal de Guerrero tardó en enviar el
expediente de nueve tomos a la PGR.
Un cuestionamiento más del GIEI, -y característica particular
de las autoridades mexicanas- es que la PGR tenía información sobre lo que
estaba ocurriendo en la zona y omitió tomar acciones para contrarrestarlo.
El Informe Ayotzinapa exhibe la irresponsabilidad, incapacidad y manipulación con la que
fue tratado el tema, y esa sencilla razón debe ser suficiente para que el ahora
exprocurador –hombre cansado- sea investigado y llamado a cuentas. Quienes también
deben ser llamados a cuentas y ser investigados, son las autoridades estatales
y federales –policía y ejército- que enterados de lo ocurrido se mantuvieron al
margen de los hechos, ese solo elemento debe ponerlos en el banquillo de los
investigados.
El caso Ayotzinapa no ha sido callado gracias a la movilización de los
padres, el interés informativo de algunos medios y a las redes sociales, que
han sido plataforma informativa de lo que ha ocurrido en días posteriores a los
acontecimientos. El caso Ayotzinapa y otros más como Tlataya en el Estado de
México o el de la Minera en Zacatecas, donde participaron agentes del Estado, deben
servir de lección no solo al Estado Mexicano, sino a los ciudadanos para no
claudicar en la lucha por la exigencia de justicia, y a los demás a
solidarizarnos con causas que en cualquier momento pueden afectarnos.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima.
Carpe diem.
2 comentarios:
Doctor, el de Ayotzinapa es un caso vergonzoso para el gobierno caradura que padecemos en este aún #MéxicoLindoyHerido.
Increíble el nivel de cinismo con que el señor Peña sale a decir que él también quiere saber la verdad, cuando la ineficiencia ha quedado al descubierto.
Da pena que a pesar de todo acontecimiento la ciudadanía no terminé de despertar. Somos muchos, pero necesitamos que más se unan.
Un gusto leer #Iusfilosofando
El nombre del segundo guerrillero citado es Genaro Vázquez. Nomás pa' precisar.
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