@iusfilosofo
El activismo ha sido capaz de rebasar la barrera de las
calles o plazas públicas; y aunque no es sustituible, el ciberactivismo se ha
convertido desde los últimos años en una forma de acción sin necesidad de estar
físicamente ahí.
Los ejemplos sobran, desde los ciudadanos que denuncian
actos de abusos de autoridad, hasta la documentación de actos de corrupción.
Están también aquellos que hacen llamados para concentrarse pacíficamente en
algún punto por algunos minutos y después desaparecer.
En estos días hemos sido testigos de cómo el activismo y
ciberactivismo en Cancún se han unido para denunciar el ecocidio por la tala de
22 hectáreas
en la laguna Tajamar, la madrugada del pasado sábado 16. Paralelo a la denuncia
intensiva en Redes Sociales, un grupo de activistas se concentró este mediodía
frente a las oficinas de la
Semarnat.
Sobre este tema, es importante comentar que las exigencias
piden la invalidez del oficio A SGPA/DGIRA DEI 1855.05 del 28 de julio 2005, emitido
por la Dirección
de Impacto y Riesgo Ambiental de la
Semarnat a favor de Fonatur, así como sancionar a los
responsables del daño ambiental causado” en Tajamar. Autorización que no se
puede explicar sin influyentismo y soborno a autoridades del gobierno federal,
estatal y municipal, todo resumido en una palabra: corrupción.
Mientras eso sucede la pregunta es ¿Y dónde está el
secretario? y me refiero al neófito Morelense Rafael Pacchiano, quien hoy
ostenta la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Al cual recordamos desde el
2009 como el “Juanito”, cuando quiso renunciar a su diputación para dejar ese
espacio a su esposa Alejandra Lagunes Soto Ruiz, quien era su suplente.
En aquel momento las denuncias en Redes y la burla en San Lázaro,
llevó a desistir al ingeniero industrial egresado del ITAM, de dicha petición y
se mantuvo en su encargo hasta 2012. Su vida legislativa fue gris claro, como
integrante de la telebancada perteneció a las comisiones de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, de Presupuesto y Cuenta Pública, del Distrito Federal y de
las especiales de Impulso a la Calidad Educativa y Pluripartidista.
Pacchiano Alamán –que en noviembre cumplirá 41 años- llego a
la Semarnat
en 2015 y desde entonces tiene muchas respuestas que dar en materia de medio
ambiente; su peor escenario será en diciembre de este año, pues se prevé
realizar en Cancún la 13 Conferencia de las Partes (COP13) de la Convención sobre la Diversidad Biológica
de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU).
Como ven, ante los evidentes actos de corrupción el
ciberactivismo se constituye como una alternativa de denuncia ciudadana. Y para
cerrar esta columna un ejemplo más de este tipo de activismo es el vivido ayer por
unas horas, cuando un usuario logró poner en Google maps la Casa
blanca de Angélica Rivera, como el museo de la corrupción.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
Doctor, una columna muy significativa la de esta semana. Sin duda seguiremos registrando ejemplos varios de activismo y ciberactivismo en la proporcionalidad que los actos de corrupción sean manifiestos. Esperemos que las acciones se intensifiquen y de manera paulatina ir desterrando a los sátrapas enquistados en el poder.
Un gusto leer #Iusfilosofando
Daré difusión de tu texto en mis Redes.
Gracias..por lo que nos comparte en su columna Dr. Saludos
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