@iusfilosofo
Lo
ocurrido en Nochixtlán, Oaxaca, el pasado domingo 19; nos refresca la memoria al
recordarnos la política que el señor Peña Nieto tiene contra quienes disienten
de sus decisiones; ya habíamos visto estas reacciones en Atenco en 2006 cuando
de forma violenta las policías federal, estatal y municipal irrumpió en el
poblado; el saldo dos muertos, más de 350 detenidos y 26 violaciones a mujeres.
La
violencia también ha sido la política del segundo de Palacio Nacional, el Señor
Miguel Ángel Osorio Chong, oriundo de Pachuca Hidalgo,- que el 5 de agosto cumplirá
52 años- fue el encargado de cerrar la escuela normal rural Luis Villarreal de
la comunidad El Mexe, donde estudiaron Lucio Cabañas y Genaro Vázquez; y en su
lugar abrió la Universidad Politécnica Francisco I. Madero. No sin mediar
protestas, no sin recurrir a la violencia.
Con
esos antecedentes, ni Enrique Peña, ni Miguel Ángel Osorio, podían reprender al
protegido de Luis Videgaray: Aurelio Nuño; por eso dejaron crecer su
incapacidad, intolerancia y violencia verbal contra la CNTE. Ahora las
consecuencias de no limitar al intolerante Nuño -léase columna de la Dra.
@BarbaraCabrera http://bit.ly/1XE4rR6 - han detonado los
hechos de sangre y muerte en Nochixtlán.
De
nada sirve que Gabino Cué y Osorio Chong, salgan a calificar como “graves” los
hechos ocurridos el pasado domingo; cuando hay 8 muertos consecuencia de la
violencia e incapacidad para resolver los conflictos que se suponen resueltos
desde 2013. En nada contribuye la torpe victimización del comisionado de la
Policía Federal, Enrique Galindo cuando afirma que fueron “emboscados”.
Es
claro que el señor Nuño -licenciado en Ciencias
Políticas por la Ibero- ha sabido catapultar
su presencia pública; aprovechando el debilitamiento de Emilio Chuayffet, la
detención de Elba Esther y el
acercamiento con Peña, a Nuño Meyer no le importado ser el malo de la película.
Todas las historias tienen un villano que goza de privilegios, riqueza e
impunidad. Él claramente ha decidido serlo, la apuesta, aparecer en las encuestas
de presidenciables de 2018.
Pero más allá de eso,
aún hay explicaciones que deben darse sobre el caso Nochixtlán ¿Quién dio la orden de usar
armamento? ¿En qué momento Gabino Cué se enteró de que se recurriría a ese tipo
de violencia? ¿Fue Osorio Chong el que ordeno todo? ¿Sabía Enrique Peña de lo
que estaba ocurriendo? ¿Quiénes son los personajes que deben presentar su
renuncia?
Debe
haber consecuencias tras el caso Nochixtlán, no podemos permitir que al igual que
Tlatlaya o Ayotzinapa, se minimicen las muertes. Es muy grave que la violencia irracional
sea la política de Estado que se han aplicado en los últimos años y peor aún
que exista voces que celebren la represión y muerte de 8 personas.
Sabemos
ya que el diálogo
con paz, no es principio del quehacer político de este sexenio, hasta los
pactos –como el de México- son impuestos. Pero ¿Hasta dónde permitiremos que la
vocación de aplastar la voz discordante y criminalizar a quien disiente, se
convierta en advertencia para no alzar la voz?
Por
hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe
diem.
1 comentario:
Sin duda alguna Doctor, estamos ante un gravísimo caso [otro más] de violación a derechos humanos y de imposición de una reforma, que al igual que las otras estructurales cuya autoría la tiene el peñato, no han servido más que para abonar a la crispación social.
Desde mi perspectiva un primer paso es poner mesa -como dicen los colombianos- para dialogar respecto a esta reforma; luego, derogar la reforma y despedir a Aurelio Nuño.
Por cierto, muchas gracias por citar mi columna de EL INTOLERANTE NUÑO en tu texto.
Un gusto leer y compartir en mis redes tu columna #Iusfilosofando
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