@iusfilosofo
Veracruz sigue
dando de qué hablar, 2016 ha sido en año en que el Estado que cuenta con más de
7 millones y medio de habitantes, se ha llevado las primeras planes de los periódicos,
(impresos y digitales), radio, y televisión. No solo por la intensa jornada
electoral que se vivió, o por la forma en como Javier Duarte se involucró en el
proceso electoral.
Años atrás sobre
todo en el sexenio que fenece, Veracruz se había colocada en notas por los
ataques, secuestros y asesinatos de periodistas. La inseguridad, el desempleo, son
hoy noticias que atestiguamos semana a semana, escándalos de corrupción,
complicidad y burla a la ley aderezan dichas notas.
El Estado que
cuenta con 212 municipios, fue tema la semana pasada tras la escandalosa renuncia
de Arturo Bermúdez Zurita, al cargo de secretario de seguridad pública, a quien
se señala de poseer al menos 19 inmuebles en México y Estados Unidos, además de
ser socio o propietario de alrededor de 24 empresas, a las cuales Javier Duarte
quiere pagar una “deuda” de cerca de 72 millones de pesos.
Bermúdez
Zurita es el mismo personaje que hace dos años advirtió a los ciudadanos: “Debemos
hacer una acción, nosotros (los ciudadanos), de inversión en un candado, en una
alarma que ahora son muy baratas, tener hasta un perro que pueda acreditar la
seguridad en la casa”. Es el mismo al que le secuestraron y asesinaron a dos
escoltas en 2015. Ahora alojado en su renuncia y confiado en que nada pasará, Arturo
Bermúdez prepara una defensa ante lo señalamientos de enriquecimiento
inexplicable.
Por otra
parte y como si las desgracias naturales no fueran suficientes, se suman las
plagas políticas que buscan que en Veracruz nada cambie y sigan las prácticas
de control y manipulación de la información. Un ejemplo de ello es que tras la
aparición de El Infierno de Javier Duarte
de Ochoa de Noé Zavaleta corresponsal de Proceso y director de la Crónica de Veracruz, las amenazas se han
desatado.
Zavaleta, ha
manifestado su preocupación por que desde diferentes correos se le quiere
vincular al crimen organizado: “dan a entender que sirvo a Los Zetas”. Además ha
señalado al exsubsecretario de Seguridad Pública, Remigio Ortiz Olivares, de
investigar su domicilio y preguntar quién financio su libro. Sin esconder su
temor Noé afirma: “no quiero convertirme en el número 20 en el sexenio de
Javier Duarte”.
Sin duda, los
últimos meses que le restan a Javier Duarte en el cargo de gobernador serán largos
para los veracruzanos, no hay garantía de que se descubran nuevas cloacas, como
tampoco hay garantía de que la autoridad federal actúe por los delitos que en
su ámbito de competencia le corresponda investigar. Lo que es claro, es que el
proceso de transición está siendo caótico y que la próxima legislatura local y
el gobierno estatal tienen mucho que investigar. ¿Cuántos de los señalados
pagaran por vulnerar la ley? Demos tiempo.
Por hoy todo,
nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Doctor, no hay duda de que el Priísmo muestra lo mejor de sí en Veracruz y para muestra el sátrapa de Javier Duarte de Ochoa que enfermo de poder ha hecho tropelía tras tropelía.
Una vergüenza especímenes políticos como este. Si el Senado de veras dijera la verdad es su spot anticorrupcción, entonces Duarte de Ochoa y una larga lista de políticos estarían en el lugar que les corresponde: LA CÁRCEL.
Un gusto leer y compartir Iusfilosofando.
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