iusfilosofando

martes, 30 de mayo de 2017

Las campañas: ¿Todos son iguales?


 @iusfilosofo

En el penúltimo día en que los candidatos pueden promover su imagen y pedir el voto por su causa, es necesario hacer memoria de lo que ha ocurrido en estos días de campaña.
El  próximo domingo los ciudadanos tendrán un menú muy amplio de candidatos que aspiran a ocupar un cargo de representación popular. En sus discursos algunos han buscado desmarcarse de sus competidores, imprimir un sello particular que les de identidad; otros candidatos han apostado durante toda su campaña, a la construcción de un discurso que convenza al elector de que habrá continuidad.
Por alguna extraña razón, esos candidatos que en la práctica buscan el continuismo, se han empeñado –con la ayuda de sus bots- en demostrar que son la alternativa incluso a su mismo partido, y afirman una y otra vez: “vamos a mejorar lo bueno que tenemos y a cambiar lo que haga falta”.
Algunos otros candidatos han llevado al extremo su radicalismo discursivo, y en ese no hay reversa. Otros tantos autodenominados independientes, han logrado la postulación gracias a la estructura de cierto partido, a sus alianzas políticas con los personajes que tanto critican. Estos candidatos independientes, han dicho hasta el cansancio que todos los candidatos son iguales y que ellos sí son diferentes, no obstante buscan ser independientes con los mismos privilegios que los partidos tienen.
Y justamente este discurso político ha permeado en algunos electores que consideran que -en efecto- todos los candidatos son iguales, que prometen lo mismo y que representan lo mismo y por ello salir a votar, no tiene sentido. Se quiere  -como en el pasado- vender la idea  de que el voto no tiene sentido debido a que todos son iguales.
La realidad, sin duda no es así, no todos los candidatos son iguales, como no todos los partidos lo son; algunos son peores que otros y otros más tiene más moral en su declaración de principios que en el comportamiento de sus dirigentes.
¿Pero qué debemos hacer los ciudadanos ante el discurso de “todos son iguales”? la solución es muy sencilla, convencernos de que no es así, de que si hay alternativas en cada elección aunque parezca lo contrario. ¿Cómo lograrlo? Informándonos, investigando ¿quiénes son? y ¿quiénes han sido los candidatos antes de ser postulados? Su formación, sus antecedentes políticos, su actividad social, el compromiso con el distrito, municipio o Estado. Su relación con los grupos de poder o con los grupos económicos. Si ha tenido ya algún cargo público y cuál fue su desempeño.
También está la alternativa de ver su propuesta política, esa que ofrece y venden es sus spots y publicidad impresa o en redes sociales. Y preguntarnos sencillamente ¿Qué tan real es que cumplan con lo que prometen? ¿De verdad sus propuestas tienen sentido? Este pequeño ejercicio les llevará menos tiempo que un capitulo de su serie favorita, que un episodio de su telenovela o que el medio tiempo de algún juego deportivo. Esa es una responsabilidad que cada cual debe asumir para demostrar que no, no todos los candidatos son iguales y así salir a votar.
¿Se atreven a realizar este ejercicio? Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.







1 comentario:

@BarbaraCabrera dijo...

Muy buen texto el de esta semana Doctor, y ad hoc a las elecciones que se avecinan aquí y allá.

Lo comparto en mis redes.