IUS SANGUINIS

Sin conducción, extraviada la moral familiar por la seducción del poder, las víctimas suelen ser los más cercanos.

Rafael Loret de Mola

Aunque la idea de Ius sanguinis -del latín, derecho de sangre- está referida al criterio jurídico que puede adoptar un ordenamiento para la concesión de la nacionalidad (sus ascendientes) por el simple hecho de su filiación (biológica o incluso adoptiva), aunque su lugar de nacimiento sea otro país.

Este ius sanguinis  no solo se ha limitado a esa esfera, el derecho de sangre ha sido un excelente pretexto en la esfera política para “pretender ser” y serlo en muchos casos. Paso a explicar la idea, para quienes crecimos contemplando un régimen hegemónico – y su caída por fortuna- era casi común conocer casos escandalosos.

verbi gracia, uno que Rafael Loret de Mola reseña en su libro Los Escandalos:

—Anote un nombre —solicitó Héctor Berreyes, comandante del grupo “Leyenda” al servicio de la DEA estadounidense que no respeta fronteras pero sí consignas—. Federico de la Madrid.

— ¿El segundo hijo de don Miguel? —El mismo. Está metido hasta el cuello en el narcotráfico. Es uno de los personajes claves en todo esto. — ¡Caramba, don Héctor! No le veo tamaños al muchacho. Se habla de que ha sido buen estudiante, pero nada más.

— Es quien maneja los negocios familiares y realiza las conexiones sucias.

—Pero... es demasiado cercano a don Miguel. Cualquier error, por pequeño que éste fuera, exhibiría al padre.

—Ya no les importa eso. En serio.

Las cosas no paran ahí al momento que Loret nos comparte las historias de esa “familia presidencial”.

(…) su hermano Miguel, matrimoniado en 1999, no escondía otras debilidades. Para nadie fue un secreto la extraña convivencia que se dio en Los Pinos, la residencia oficial, durante el periodo que nos ocupa.

—Doña Paloma — me confió un servidor de aquella “primera dama”, la señora Cordero de De la Madrid, con justa fama de estricta en cuanto a la moral y las apariencias— no tuvo más remedio que aceptar al muchacho.

—   ¿En qué sentido?

—Bueno, Miguel hijo vive con un chico sudamericano, muy moreno y fornido. Y ahora ya no salen de la casa presidencial.

—   ¿Les han asignado una alcoba?

—Sí. Al principio sólo se presentaban a las cenas familiares juntos; después, por seguridad según nos informaron los oficiales del Estado Mayor Presidencial, se decidió que cohabitaran en Los Pinos.

—¿Y doña Paloma?

—Se lleva muy bien con el muchacho. Eso parece cuando menos.

¿Quién podía decirles algo a los hijos del entonces presidente?

Tiempo se fue esa familia y llego otra, la de los hermanos incomodos, los Salinas de Gortari. Como olvidar que Raúl, aprovechando el cargo de su hermano en Los pinos, ocupó la CONASUPO, donde a diestra y siniestra armó sus negocios, algunos viperinos sostienen que hasta un partido político, que luego perdió.

¿Ya olvidamos la entrevista hecha por Carmen Aristegui a  Miguel de la Madrid, donde este acusa a Carlos Salinas de haber sido cómplice de sus hermanos Raúl y Enrique y señala a ambos de vínculos con el narcotráfico?

O que decir del sexenio que le siguió, el de Ernesto Zedillo -el mismo Loret de Mola, pero el serio, les recuerdo Rafael- señala que en enero de 1997 la singular comitiva del hijo de Zedillo, propino una tremenda agresión a un universitario, al que lesionaron los guaruras en la mandíbula y las extremidades, en la discoteca Lady' O de la ciudad de México. Sobre ese capítulo y los hijos de Zedillo hay más, un acontecimiento ocurrido en el Estado de México cuando Chauyffet era gobernador. La escena la explica así:

No me explico —comenté a un encumbrado elemento de la Policía Judicial Federal—, en dónde estaban los custodios del muchacho. Me da la impresión de que éstos son sus peores enemigos... a veces lo comprometen, como cuando agredieron salvajemente a un universitario en la discoteca Lady' O de la ciudad de México, y en otras ocasiones lo dejan solo.

—No en este caso. El chamaco les ordenó que se rezagaran...porque él quería estar a gusto, sin testigos.

—Es natural a su edad, ¿no?

—Depende. El primer junior estaba acompañado de un amigo. Dijo que quería conversar a sus anchas.

—Eso fue lo que vieron los patrulleros entonces. Y de ahíla extorsión... —Imagínese: dos chamacos en un carro deportivo de lujo. Dinero seguro. Nunca imaginaron cuál era la alcurnia de los personajes.

—Y, por supuesto, Chuayffet aprovechó políticamente la oportunidad. Tapar un incidente como éstos tiene muy amplias recompensas. Así funciona el sistema. Lo cierto es que Emilio Chuayffet llegó a la ansiada antesala presidencial, la Secretaría de Gobernación (…)

A la llegada de un nuevo régimen político a la conducción de este país no pareció cambiar nada. Veamos:

—        ¿No me ves bien gozado, a ver si adivinas de dónde vengo? Pues de Las Vegas! Fuimos con mis hijos en el avión y nos quedamos ocho días en el Bellaggio, ahí donde agarraron a Ponce. Sin viejas, con muchachas y mucha lana para gastar…

—        Cuídate, Manuel, mira que si los filman o les sacan fotos…

—        ¡A nosotros, no nos toca nadie, no somos pendejos! Y estamos bien protegidos, no es la primera vez que vamos… - jactó el boticario Manuel Bribiesca Godoy frente a un amigo en diciembre de 2004 (…)

Así inicia el capítulo titulado “los hijos de La Jefa” Olga Wornat en su libro Crónicas malditas, publicado por Grijalbo en 2005. La autora confiesa sobre esta prolífica extensión de familia presidencial de Fox:

La ignorancia en la materia de civismo llevó a suponer a Manuel y Jorge que lo de ellos, es decir, los privilegios que gozaron a partir de allí, eran hereditarios. “Mi madre puede ser presidenta de México o gobernadora de Guanajuato”, dijeron muchas veces, dejando entrever que su estado natal era un feudo y la cultura del nepotismo algo natural

Luego vieron otros casos más actuales, los de Huberto Moreira y su hermano, que presto a ejercer su ius sanguinis político y tapar el cochinero que dejo Huberto, se sacrificó para ser candidato priísta y ocupar próximamente la gubernatura de Coahuila. Ahí el nuevo PRI parece regresar por sus prácticas.

Pero ese tipo de ejercicios no tiene límites ni colores, ya se importaron a la oposición en cuerpo de Ángel Heladio Aguirre Rivero, un expriísta que fue Gobernador de Guerrero entre 1996 y 1999 y quien nuevamente protestó el cargo el 1 de abril de este año, esta vez respaldado por PRD, PT y la entonces Convergencia. El medio electrónico Sin embargo, ha documentado como este singular personaje de vieja hechura, ha colocado en su administración a por lo menos 38 de sus familiares directos. Sus secretarios de Gobierno y de Finanzas, tienen a su vez parentela puestos públicos: el primero, a 35; el segundo, a 20. Nuevamente el ius sanguinis político en acción.

Este fin de semana asistiremos a lo que parece ser un ejercicio más del ius sanguinis político, la hermana de Felipe Calderón ansiosa por extender su presencia en cargos públicos y actualizar la hipótesis de añeja cuña que expresaba que “vivir fuera del presupuesto es un error” aspira a ocupar la silla del Ejecutivo en Michoacán.

Veremos si los habitantes de este gran estado, en edad de elegir a sus autoridades, consuman esta aspiración calderonista en su versión femenina o le dan la espalda. Por lo pronto la referida borró un RT que ayer dio y que la llamaba gobernadora. Si revisan su cuenta, ahora sólo quedan los del miércoles fecha límite de campaña electoral, alguien le dijo que al igual que los otros candidatos debía dejar de twittear.

La pregunta final es ¿Desde la perspectiva ético-moral se puede permitir que personajes como los tres últimos enumerados puedan utilizar los cargos de sus familiares para sacar provecho? ¿Los mexicanos estamos dispuestos a soportar estas prácticas propias del siglo antepasado?

Veamos en que termina la telenovela del fin de semana. Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.