Van mal los asuntos humanos cuando queda solamente la fe en los asuntos
materiales.
Marco Aurelio
Este 10 de diciembre rememoramos una vez más el
nacimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La ONU promovió
rendir homenaje a todos los defensores de los derechos humanos, así, en sus 63
años, la Declaración volvió a brillar y a ser clamada.
En nuestro contexto nacional, este año se dieron
reformas a la Constitución que incluye la figura de derechos humanos; esto sin duda, es un paso fundamental para la
consolidación de un Estado constitucional y democrático de derecho.
No obstante, si bien es cierto que es
necesario avanzar en otros rubros igual de importantes, es fundamental no
minimizar que la reforma incluye no sólo el reconocimiento formal de esos
derechos, sino que también está obligado a garantizar su práctica. De esta forma,
con la denominación “De los derechos humanos y sus garantías” se deja atrás la vetusta
denominación “Garantías individuales”.
Para quienes tuvimos la oportunidad y el
privilegio de ser formados en la esfera jurídica, no sólo es una novedad, sino
una necesidad que requería ser incluida en la Constitución, en el aula solo se aludía
a las garantías individuales y solo los más progresistas hablaban de la
necesidad de empatar nuestra legislación. La doctrina ha subrayado ya la
necesidad de distinguir entre los derechos —humanos o fundamentales— y sus
garantías individuales, porque una cosa es el aspecto sustantivo que se protege
y otra el aspecto adjetivo o procesal con el que se ofrece protección. De esta
forma la nueva redacción constitucional parte de esa elemental distinción, que
nos recuerda que una cosa son los derechos y otra sus medios de tutela.
Dice la Declaración Americana de los Derechos
y Deberes del Hombre en su preámbulo: “Todos
los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están
por naturaleza de razón y conciencia, deben conducirse fraternalmente los unos
con los otros”.
Ahora bien, ¿Que entendemos por derechos
humanos? Para ello, es necesario atender a lo que la oficina del alto
comisionado para los derechos humanos de la ONU establece:
Los derechos
humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción
alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico,
color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos
derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son
interrelacionados, interdependientes e indivisibles.
La idea anterior nos presenta un panorama
amplio y que se materializa en los contextos de los estados nación a través de
los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios
generales y otras fuentes del derecho internacional.
En esta ámbito, es necesario rescatar la idea
de que el derecho internacional de los derechos humanos establece las
obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas
situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de
promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los
individuos o grupos.
La reforma de
junio de 2011 incluye una modificación a la denominación del Capítulo Primero
del Título Primero; y tiene una especial relevancia la reforma al primero y quinto
párrafos del artículo 1º, que dicen:
Artículo 1o.
En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los
casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.
(…)
(…)
(…)
Queda
prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el
género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de
salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el
estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga
por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Los subrayados
son míos y pretendo llamar la atención sobre ello porque la Constitución que
todos gozaremos de los derechos humanos; que no pueden discriminarnos por
nuestras opiniones, como hizo el sr. Calderón contra quienes se atrevieron a
ejercer su derechos a recurrir a los tribunales internacionales para solicitar
se le enjuicie. De esta forma en su papel de Santísima Trinidad: como panista, como “presidente” y como padre de
familia, amenaza y dice que buscara los cauces legales para proceder contra
quienes ejercen sus derechos. Si Calderón se enoja porque alguien ejerce sus
derechos entonces ¿derechos humanos para quién?
Y surgen así,
voces como las del dictadorcito parlamentario de la Cámara de diputados, Chuayffet
Chemor, que respaldan la amenaza de Calderón, escudado bajo el pretexto de que
tiene derecho a defenderse; y olvidarse de su investidura- digo yo- entonces ¿derechos
humanos para quién?
Por cierto, mientras eso pasa y conmemoramos
un año más de la Declaración de los Derechos Humanos, un activista social más
cae abatido, como consecuencia de esta “guerra que no es guerra”; Trinidad de
la Cruz Crisóstomo, de 72 años quien promovía una consulta con la que se determinaría
la postura de la comunidad en las negociaciones con la Secretaría de la Reforma
Agraria y el gobierno estatal por el conflicto de tierras con pequeños
propietarios de La Placita. Trinidad cayó
porque la escoltada de la Policía Federal abandono la caravana “mejor nos
llaman cuando vayan de regreso”. A pesar de medidas cautelares emitidas por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos en septiembre y julio de 2010,
donde se pide al Estado mexicano brindar protección a los habitantes de Ostula.
Entonces ¿derechos humanos para quién?
Estos últimos ataques contra activistas
sociales en el sexenio calderonistas, me regresan a los años del salinato, en
los que la caída de dirigentes regionales sociales y políticos fueron una práctica
de convencimiento de un gobierno hegemónico -propio de las mafias- plata o plomo.
Para cerrar, pregunta para Enrique PENA ¿Quién
dijo “los derechos humanos son para los humanos y no para las ratas?. Por hoy
es todo, nos leemos la próxima. Carpe
diem.
12 comentarios:
Maestro,
Las líneas de esta Columna Iusfilosofando están impregnadas de razón, conocimiento y pensamiento crítico - reflexivo.
No veo la calidad moral de quien ostenta el cargo de Presidente para hablar de Derechos Humanos; no obstante, es tal el grado de cinismo que TOOOODOS los políticos son precursores y defensores de este tipo de derechos, inalienables e irrenunciables al ser humano.
Excelente columna.
Un abrazo.
@iusfilosofo como siempre un gusto gracias buen dia
tochtli
como siempre exacto a la hora de mi cafe...
lorena jannet
Un abrazo, Samuel! Te leo.
Juan Manuel Valero
Siempre magnifico Sam con sus estudios y análisis. Muchas gracias por el enlace. Siempre aleccionadores tus estudios y análisis. Los leo con interés didáctico
Y Los Derechos humanos apá?.... @iusfilosofo Son letra muerta, frente a los embates de los Poderes políticos y económicos.
rafael ortiz
Respuesta: Montiel… buen trabajo Samuel!
Blas
gualmente, excelente inicio de semana.. Un placer leerlo, gracias por compartir su conocimiento!
toni
Excelente Columna, pues si, vaya que la interrogante pareciera no tener respuesta, y debieramos incidir en la necesidad de que todos los derechos sean para Tod@s, que no solo haya derechos humanos para los violadores de derechos humanos, saludos
Samy es muy grato leer siempre tus atinadas y certeras columnas,todo lo que escribes posee un excelente sustento y dado de esa forma esa verasidad eleva el conocimiento de los ajenos al tema, Muchas Felicidades
Cómo no realizar esta pregunta en un país donde la guerra estúpida no declarada y aceptada como tal, nos demuestra que a diario las violaciones a D.H son una práctica sistemática llevada a cabo por quienes deberían ser los primeros en reconocerlos, defenderlos, divulgarlos, y protegerlos.
Vaya que sus líneas traen consigo una absoluta verdad.
Sin duda alguna es una burla de nuestros queridos políticos hacia todos los mexicanos, al hablar de "DERECHOS HUMANOS" cuándo son ellos, nuestros dirigentes y autoridades, los primeros en quebrantarlos.
Y me hace pensar en una ideología marxista, pensando que las relaciones jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones materiales de vida, y las condiciones materiales de la vida de hoy, es que el Derecho y la Justicia se aplican generalmente para el que puede, y no al que se quien se le deben de aplicar.
Un abrazo.
Como siempre grato leerte maestro.
@DonJasso
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