iusfilosofando

miércoles, 25 de enero de 2012

DEBATES Y TEMORES


Yo defino el temor: una autosugestión más o menos voluntaria de inferioridad.
Amado Nervo
Desde que el año pasado fuera sancionado un debate en Nayarit, por haberse comprado el espacio en una estación de radio. Los aspirantes y medios que no habían revisado la legislación electoral eran perseguidos por la sombra de la sanción. Aunque algunos sostenían que no era tal, una mayoría cómplice argumentaba que si lo era.
Por ello y ante diversos cuestionamientos de partidos y medios de comunicación sobre lo que se permite en los debates, -primero precandidatos y luego candidatos- el IFE determino manifestarse por escrito al respecto, y asegurar que no ha emitido ninguna prohibición para que estos ejercicios se realicen.
En su comunicado, el IFE sostiene: “El actual proceso electoral ha visto la celebración de multitud de debates en los más diversos medios de comunicación de la República, en los estados y en el Distrito Federal. Es correcto que así sea y nadie ha sido sancionado por ello”. Y en efecto así es, lo que la autoridad electoral sancionó, no fue el debate en esencia sino que los candidatos a través de sus partidos políticos compraran el espacio para debatir, espacio al que no llego uno de los candidatos.
En su comunicado el Instituto señala: “Los lineamientos, orientaciones o recomendaciones que desarrolle el IFE son exactamente los mismos que exige el oficio periodístico: objetividad, libertad y trato equitativo. El IFE no impone ni impondrá ningún requisito adicional y sólo espera el profesionalismo y rigor profesional de la comunicación en la radio y la televisión mexicanas”.
Y abunda, que: “pueden y deben celebrarse los debates que los medios de comunicación consideren pertinentes y oportunos, para los cargos, el nivel, las precandidaturas y las candidaturas, que sean necesarios”.
El COFIPE en su artículo 70 numeral 1 establece:
Con motivo de las campañas para Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el Instituto coordinará la realización de dos debates entre los candidatos registrados a dicho cargo, conforme a lo que determine el Consejo General.
Y en su numeral 2 expone:
Los debates serán realizados en el día y hora que determine el Consejo General, escuchando previamente la opinión de los partidos políticos. En todo caso, el primer debate tendrá lugar en la primera semana de mayo, y el segundo a más tardar en la segunda semana de junio del año de la elección; cada debate tendrá la duración que acuerde el Consejo General.
Dicho lo anterior doña Chepina Vázquez no tendrá ya el falso argumento escudado en su ignorante discurso, de temer caer en una ilegalidad por ir a debatir con sus pares panistas que aspiran a ser los abanderados del partido que Gómez Morín fundó.
A sus 51 años –cumplidos el pasado 20 de enero- doña Chepina Vázquez Mota debe entender que los problemas no se resuelven huyendo y que por más que trate de darle vuelta a los debates para no enfrentar en este momento a don Chago Creel Miranda y  a Neto Cordero; tendrá que hacerlo tarde o temprano con Andrés Manuel Y Enrique una vez que sea candidata.
Porque tal y como lo dije en una de mis columnas, la perversa mente de don Felipe,  lo llevo a empujar dos candidaturas apoyadas desde los pinos, para al final tener de donde decidir. Y todo parece que será por la madre de María José, Celia María y Montserrat Vázquez Ocampo, sí, doña Chepina.
Temer a los debates refleja la pobre formación profesional; el famélico soporte programático y la falsa imagen que se ha creado en torno a su persona. De ahí que doña Chepina Vázquez y don Quique Pena (con N) hayan buscado mil pretextos para no exponer de cara a los ciudadanos sus ideas y confrontarlas con las de los otros aspirantes.
Los debates no deben ser un espacio mudo, no pueden ser un ágora sorda donde todos se comporten decentes, amables, educados; los debates deben ser respetuosos si, pero también fuertes, críticos, mordaces de tal forma que permitan a los electores distinguir no solo entre el programa de cada uno de los debatientes, sino entre su sinceridad, su argucia, y su capacidad para reaccionar al cuestionamiento e incluso a la descalificación.
Un aspirante timorato débil, pobre, inculto, contradictorio, confuso sólo nos lleva a pensar que de ganar la elección, quien dirigirá los destinos de esta país no será él, sino las personas o persona que están detrás de su candidatura.
Los ciudadanos debemos ser impulsores de este tipo de espacios y no asustarnos cuando los candidatos se hablen fuerte. Pensar que se deben de comportar como en un recinto sagrado es restarle importancia al perfil programático y cualitativo de los aspirantes, cualquiera que sea el cargo por el cual contienden. Así que a debatir!
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.

11 comentarios:

@BarbaraCabrera dijo...

Maestro:

Debatir o no. ¡He ahí el dilema de la decadente clase política que aspira a gobernar el país de complejidades que vivimos!

Sin duda, verlos debatir (en lo que significa realmente este término) mostará sus deficiencias y fortalezas. Será muy interesante seguir estos ejercicios democráticos.

Excelente análisis en Iusfilosofando.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

tiempo de no leerlo maestro, muy inteligente forma de recordarnos como algunos aspirantes temen a debatir, porque de esa forma los ciudadanos nos daremos cuenta de su punto débil, gracias por sus aportaciones.

Luis

Anónimo dijo...

buen dia voy corriendo por mi cafe y te espero para el debate... los temores que! jejeje beso y abrazo jarocho!

Lorena Janet

Anónimo dijo...

lectura recomendada!...

Antonio Moreno

Anónimo dijo...

El debate no creo q defina al ganador, poca gente tiene los elementos para saber de que hablan y si son sinceros en argumentar @iusfilosofo

Rafael Ortiz

Anónimo dijo...

Mediocracía legislativa... No se lo pierdan!!!

Oscar Pacheco

Anónimo dijo...

Cierto,debemos dar apertura a un proceso de construcción de verdadero debate político. Gracias,interesante como siempre.Saludos

Antonella

Anónimo dijo...

Gracias colega buen día, un abrazo.

Salvador Lombroso

Anónimo dijo...

Gracias Sam, y si nverdad hacen falta los debates, l problema?, q no hay gente inteligente y capaz para llevarlos a cabo, nadie

Margene Lekermann

Anónimo dijo...

Debatir o no Debatir, he ahí la cuestión

Luis S. Camacho

Anónimo dijo...

ellos con temor a debatir y nosotros con hambre de opinar... que bueno que la autoridad electoral no rige la opinion ciudadana, porque asi podemos opinar y ellos pueden seguirnos dando razones para darnos cuenta de que clase de politicos son los que nos quieren "gobernar" y al final esperemos que la "vox populi" se deje escuchar....
un abrazo y felicitaciones!
Lorena Jannet