Yo defino el temor: una autosugestión más o menos voluntaria de
inferioridad.
Amado Nervo
Desde que el año pasado fuera sancionado un
debate en Nayarit, por haberse comprado el espacio en una estación de radio. Los
aspirantes y medios que no habían revisado la legislación electoral eran
perseguidos por la sombra de la sanción. Aunque algunos sostenían que no era
tal, una mayoría cómplice argumentaba que si lo era.
Por ello y ante diversos cuestionamientos de partidos
y medios de comunicación sobre lo que se permite en los debates, -primero precandidatos
y luego candidatos- el IFE determino manifestarse por escrito al respecto, y
asegurar que no ha emitido ninguna prohibición para que estos ejercicios se realicen.
En su comunicado, el IFE sostiene: “El actual
proceso electoral ha visto la celebración de multitud de debates en los más
diversos medios de comunicación de la República, en los estados y en el
Distrito Federal. Es correcto que así sea y nadie ha sido sancionado por ello”.
Y en efecto así es, lo que la autoridad electoral sancionó, no fue el debate en
esencia sino que los candidatos a través de sus partidos políticos compraran el
espacio para debatir, espacio al que no llego uno de los candidatos.
En su comunicado el Instituto señala: “Los
lineamientos, orientaciones o recomendaciones que desarrolle el IFE son
exactamente los mismos que exige el oficio periodístico: objetividad, libertad
y trato equitativo. El IFE no impone ni impondrá ningún requisito adicional y
sólo espera el profesionalismo y rigor profesional de la comunicación en la radio
y la televisión mexicanas”.
Y abunda, que: “pueden y deben celebrarse los
debates que los medios de comunicación consideren pertinentes y oportunos, para
los cargos, el nivel, las precandidaturas y las candidaturas, que sean
necesarios”.
El COFIPE en su artículo 70 numeral 1 establece:
Con motivo de las campañas
para Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el Instituto coordinará la
realización de dos debates entre los candidatos registrados a dicho cargo,
conforme a lo que determine el Consejo General.
Y en su numeral 2 expone:
Los debates serán realizados
en el día y hora que determine el Consejo General, escuchando previamente la
opinión de los partidos políticos. En todo caso, el primer debate tendrá lugar
en la primera semana de mayo, y el segundo a más tardar en la segunda semana de
junio del año de la elección; cada debate tendrá la duración que acuerde el
Consejo General.
Dicho lo anterior doña Chepina Vázquez no tendrá
ya el falso argumento escudado en su ignorante discurso, de temer caer en una
ilegalidad por ir a debatir con sus pares panistas que aspiran a ser los
abanderados del partido que Gómez Morín fundó.
A sus 51 años –cumplidos el pasado 20 de
enero- doña Chepina Vázquez Mota debe entender que los problemas no se
resuelven huyendo y que por más que trate de darle vuelta a los debates para no
enfrentar en este momento a don Chago Creel Miranda y a Neto Cordero; tendrá que hacerlo tarde o
temprano con Andrés Manuel Y Enrique una vez que sea candidata.
Porque tal y como lo dije en una de mis
columnas, la perversa mente de don Felipe,
lo llevo a empujar dos candidaturas apoyadas desde los pinos, para al
final tener de donde decidir. Y todo parece que será por la madre de María
José, Celia María y Montserrat Vázquez Ocampo, sí, doña Chepina.
Temer a los debates refleja la pobre formación
profesional; el famélico soporte programático y la falsa imagen que se ha
creado en torno a su persona. De ahí que doña Chepina Vázquez y don Quique Pena
(con N) hayan buscado mil pretextos para no exponer de cara a los ciudadanos
sus ideas y confrontarlas con las de los otros aspirantes.
Los debates no deben ser un espacio mudo, no
pueden ser un ágora sorda donde todos se comporten decentes, amables, educados;
los debates deben ser respetuosos si, pero también fuertes, críticos, mordaces de
tal forma que permitan a los electores distinguir no solo entre el programa de
cada uno de los debatientes, sino entre su sinceridad, su argucia, y su
capacidad para reaccionar al cuestionamiento e incluso a la descalificación.
Un aspirante timorato débil, pobre, inculto,
contradictorio, confuso sólo nos lleva a pensar que de ganar la elección, quien
dirigirá los destinos de esta país no será él, sino las personas o persona que están
detrás de su candidatura.
Los ciudadanos debemos ser impulsores de este
tipo de espacios y no asustarnos cuando los candidatos se hablen fuerte. Pensar
que se deben de comportar como en un recinto sagrado es restarle importancia al
perfil programático y cualitativo de los aspirantes, cualquiera que sea el
cargo por el cual contienden. Así que a debatir!
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
11 comentarios:
Maestro:
Debatir o no. ¡He ahí el dilema de la decadente clase política que aspira a gobernar el país de complejidades que vivimos!
Sin duda, verlos debatir (en lo que significa realmente este término) mostará sus deficiencias y fortalezas. Será muy interesante seguir estos ejercicios democráticos.
Excelente análisis en Iusfilosofando.
Un abrazo.
tiempo de no leerlo maestro, muy inteligente forma de recordarnos como algunos aspirantes temen a debatir, porque de esa forma los ciudadanos nos daremos cuenta de su punto débil, gracias por sus aportaciones.
Luis
buen dia voy corriendo por mi cafe y te espero para el debate... los temores que! jejeje beso y abrazo jarocho!
Lorena Janet
lectura recomendada!...
Antonio Moreno
El debate no creo q defina al ganador, poca gente tiene los elementos para saber de que hablan y si son sinceros en argumentar @iusfilosofo
Rafael Ortiz
Mediocracía legislativa... No se lo pierdan!!!
Oscar Pacheco
Cierto,debemos dar apertura a un proceso de construcción de verdadero debate político. Gracias,interesante como siempre.Saludos
Antonella
Gracias colega buen día, un abrazo.
Salvador Lombroso
Gracias Sam, y si nverdad hacen falta los debates, l problema?, q no hay gente inteligente y capaz para llevarlos a cabo, nadie
Margene Lekermann
Debatir o no Debatir, he ahí la cuestión
Luis S. Camacho
ellos con temor a debatir y nosotros con hambre de opinar... que bueno que la autoridad electoral no rige la opinion ciudadana, porque asi podemos opinar y ellos pueden seguirnos dando razones para darnos cuenta de que clase de politicos son los que nos quieren "gobernar" y al final esperemos que la "vox populi" se deje escuchar....
un abrazo y felicitaciones!
Lorena Jannet
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