Desde
que se hizo público lo que muchos mexicanos ya sabían -la resolución del
tribunal electoral del Poder Judicial de la Federación sobre el recurso
interpuesto por el movimiento progresista- se tenia la expectativa de la
respuesta que tendría Andrés Manuel López Obrador.
Congruente
con su discurso AMLO fijó postura, desconocer una elección que tuvo como característica
el uso y abuso del poder económico para posesionarse en las preferencias
electorales y construir el resultados que ya conocemos.
El viernes
31 de agosto AMLO sostuvo que “la desobediencia civil es un honroso deber,
cuando se aplica contra los ladrones de la esperanza y la felicidad del pueblo”.
Dicho lo anterior convocó a reunirse el domingo 9 de septiembre a las 11 de la
mañana en el zócalo de la ciudad de México.
Pero a todo esto ¿Qué es la
desobediencia civil? Tratare de exponer grosso modo algunas ideas que ayuden a
su comprensión y que clarifiquen las posibles acciones.
Primero diré que la desobediencia
civil establece por un lado, una relación entre el derecho y la actividad
política y legislativa y por otro, la ética o la moral pública. La
desobediencia civil, es un instrumento fundado desde la ética y que cuestiona
normas jurídicas que son injustas. Este argumento ético, no sólo tiene valores
esencialmente personales, sino también de Derecho, porque se trata de la moral
pública incorporado en la Constitución política.
Creada por Henry David
Thoreau, y difundida mundialmente por Gandhi y Martin Luther King en sus luchas
por los derechos civiles y políticos. La desobediencia civil es, como lo señala
Pérez Bermejo:
(…) un acto de manifestación de
consentimiento al sistema mismo, si bien se trataría de un consentimiento
crítico, consciente y ajeno a la apatía o la sumisión, y ello porque en la
desobediencia civil late un concepto de democracia mucho más activa y
palpitante que el reducido a la rutina letárgica de los comicios electorales.
Pero ojo, los desobedientes
civiles son en realidad, minorías organizadas unidas por una opinión común, que
se va haciendo un interés común y que se contrapone a una decisión adoptada,
por el gobierno o sus tribunales.
La desobediencia civil surge
cuando un significativo número de ciudadanos ha llegado a convencerse o bien de
que ya no funcionan los canales normales de cambio y de que sus quejas no serán
oídas o no darán lugar a acciones ulteriores, o bien, por el contrario de que
el gobierno está a punto de cambiar y se ha embarcado y persiste en modos de
acción cuya legalidad y constitucionalidad quedan abiertas a graves dudas. (ARENDT:
Crisis de la República: p. 82)
Es aquí donde la presencia cívica juega un papel
determinante, ya que la desobediencia civil, es un tipo especial de
negación de ciertos contenidos de la legalidad por parte de algún ciudadano o
de grupos de ciudadanos.
Es decir, la desobediencia
civil, es ejercida por personas conscientes y comprometidas con la sociedad -es
lo que Hannah Arendt denomina minorías
cualitativamente importantes-, lo cual les lleva a ser tan activas como
críticas respecto a ciertas decisiones políticas que se han transformado en
ley.
Por eso el llamado de AMLO no es más que congruente con al lucha que ha
mantenido esta ultima década, no
obstante no agrade al pensamiento positivista de algunos. Si Andrés empuja
acciones de Desobediencia civil y genera un plan de acción de visión nacional,
podrá ser, este movimiento, factor de cambio institucional y constitucional que
México necesita. Veamos lo que ocurrirá en estos días.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem
2 comentarios:
Magnífico texto el que nos comparte Maestro, y más porque es una de sus líneas de investigación; que mejor que conocer su significado y su trascendencia en voz de quien sabe.
Esta columna debe ser leída, comprendida y ejercida por quien se honre de ser un buen ciudadano.
Finalizo diciendo que me sumo a los desobedientes civiles de este México lindo y herido.
Un placer leerle.
Excelente aportación la que hoy nos comparte, no solo da ejemplo de conocimiento sino de la aportación de teoricos, mi reconocimiento por su columna de hoy.
Saludos
José Luis M
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