Es reprobable sin duda el asesinato de una persona, tras
el hecho ocurrido, generalmente se suele tener un espíritu de solidaridad para
con los dolientes; en eso no hay debate alguno, pero en lo que si hay debate,
es en el tratamiento que recibe cada caso para ser investigado.
Así, fuimos testigos de como tras el asesinato de José
Eduardo Moreira Rodríguez, hijo de Humberto Moreira Valdés, -el normalista de
46 años, ex gobernador de Coahuila y exdirigente nacional del PRI- la
estructura del gobierno de Coahuila se suma a la de Procuraduría General de la
República (PGR), la Policía Federal (PF) y autoridades militares para
esclarecer el caso, el hecho no puede menos que indignar a mas de uno.
Que la estructura del gobierno estatal y federal,
utilicen todos los recursos públicos para atender un caso, exhibe lo vulgar que
puede ser el tratamiento a los casos e investigaciones cuando se hace uso de
las influencias políticas. Quizá por ello no extrañe que se esta volviendo
costumbre que la sociedad pague a los políticos con la misma insensibilidad como
estos la han tratado.
La noche misma del homicidio, en redes sociales los
usuarios tenían duros comentarios sobre lo ocurrido. Pues el apellido Moreira
en Coahuila no pasa desapercibido, no sólo porque los hermanos lo vayan a
gobernar por más de una década, sino también por los escándalos que se han
conocido durante el desempeño de Humberto como gobernador.
La sociedad no ha olvidado lo ocurrido en la mina Pasta de Conchos el 19 de febrero de
2006, apenas unos meses después de que Moreira asumiera el cargo de gobernador.
Tampoco ha olvidado violencia verbal con que Moreira se refería a sus
adversarios políticos y mucho menos ha olvidado la deuda pública de más de 33
mil 100 millones de pesos, en la que vale recordar se utilizó documentación
apócrifa.
La desgracia por la que pasa la familia Moreira
Rodríguez, esta acompañada por el vals
de especulaciones sobre el asesinato del hijo mayor de esta familia. Surgen interrogantes
como ¿Porque asesinar al sobrino del gobernador que fungía como coordinador
regional en asuntos de desarrollo social del gobierno estatal cerca de Ciudad Acuña?
Las dudas gravitan sobre las líneas siguientes: a) Era
un mensaje para el gobierno de Rubén Moreira, el tío que le había dado un
empleo; b) Una venganza contra Humberto el padre que había incrementado su
patrimonio durante su paso por el gobierno; o c) Simplemente una agresión
personal de quien estaba siendo perfilado para buscar la presidencia municipal
de Ciudad Acuña.
Finalmente vale la pena tener presente el discurso que
Humberto dio casi a manera de mensaje entre tristeza y rabia, pero con ojos de
venganza: “He aguantado muchas cosas: calumnias, engaños, que la gente hable
sin saber; he aguantado muchas cosas, pero esto no se puede aguantar… Habrá
momentos de hablar y espero que se concrete la justicia (…)”. ¿Qué sabe
Humberto? ¿Y a que se refiere conque habrá momentos de hablar? Estemos atentos.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
4 comentarios:
Maestro:
¡Excelente columna la que hoy nos presenta!
Sin duda, hay muchas explicaciones que nos deben a los ciudadanos, seguiremos atentos a este asunto, que estoy segura se tratará de ocultar la verdad.
No hay que perder de vista la prisa que tuvieron en sepultarlo, así las cosas.
Un placer leerle.
@iusfilosofo Pienso que las cosas deben decirse. Apelar a la libre expresión nos obliga a respetarla pero también a ejercerla. Salud!
@Ettpop
@iusfilosofo una vez leída la columna procedemos a comentarla, muy cierto el miércoles casi ara dormir nos enteramos del asesinato del hijo de Humberto Moreira, aquel hombre duro, burlón Aquel hombre bailarín, ese miércoles se sacudía con la noticia, ayer, durante las honras fúnebres vimos a una familia rodeada por guaruras aún en su dolor, custodiados por guaruras fuertemente armados
@Oskaroos
no hay que olvidar que de victimario, pasa a víctima, y hoy, ese hombre duro, rudo, inflexible, se le vio derrotado y abatido en lo personal deseo pronta resignación, y al igual q Moreira (Humberto) yo también exijo justicia, para todos los coahuilenses no olvidar los eventos trágicos que se suscitaron en Coahuila, eventos igual o más trágicos que este, saludos Samuel
Óscar Sánchez
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