iusfilosofando

martes, 11 de diciembre de 2012

NO CALLAR




Han pasado diez días desde la toma de posesión de Enrique Peña en San Lázaro. Acto fast track que solo recordó escenas de seis años atrás. Y mientras recordamos el "protestas y te vas" no podemos olvidar que ese mismo día mientras dentro de San Lázaro, se escenificaba el glamour de la clase política del país; afuera los no alineados ejercían su derecho a la manifestación de las ideas.
Lo particular de la manifestación afuera de #SanLázaro aquél 1 de diciembre, es que fue convocada por los incómodos jóvenes universitarios del #YoSoy132,  esos que osaron encarar al otrora candidato Peña Nieto. Jóvenes universitarios del #YoSoy132 que le dijeron "cobarde", "asesino", "ignorante" y otros cuantos calificativos que había ganado muy bien.
Los jóvenes universitarios del #YoSoy132 oxigenaron su propia generación con un acto desobediente al cuestionar a un candidato con ínfulas de dictador. Quizá por ello era necesario dar ejemplo de mano dura. Demostrar que el poder – para ellos- esta para ordenar a quien disiente.
El #YoSoy132 hizo lo que ninguna candidatura había logrado, levantar las esperanzas de los jóvenes, hacerlos protagonistas de su propia historia, darles la voz. Demostrar que un cambio es posible. Su desobediencia y actitud cuestionadora le dió un valor moral importante y demostró que los jóvenes no se callan.
El valor de los jóvenes y su calidad moral tenia que ser demolido, un nuevo sexenio no podía iniciar con un enemigo cuyo valor moral es superior al de quien ostentara por seis años el Poder Ejecutivo. Por eso se desempolvo el manual paleolítico, ese que dicta que hay que desprestigiar al enemigo, provocarlo, golpearlo, exhibirlo, llevarlo a prisión.
La apuesta del nuevo sexenio y de la mente operadora del mismo, apostó por demoler moralmente a su adversario, a un movimiento de jóvenes universitarios de escuelas públicas y privadas, un movimiento que no necesita prerrogativas, que no tiene fines electorales, que no le importaban los votos.
Así en aquella jornada atestiguamos a infiltrados disfrazados de “jóvenes” destrozando inmobiliario público y propiedad privada, grafiteando paredes con expresiones incongruentes y desplazadas como la de “Santo Marx”. Distinguidos por un color de ropa y un guante negro, conviviendo con antimotines que más tarde golpearían jóvenes.
Aquella jornada del 1 de diciembre termino en barbarie. Reprimiendo, golpeando, deteniendo, encarcelando a inocentes. Demostrando de esta forma que esta prohibido protestar, que no se puede disentir, que se penaliza ejercer derechos constitucionales.
Por ello, es necesario no callar, no permitir que libertades ganadas años atrás y que costaron vidas y años de prisión a los protagonistas de aquellos cambios se vayan por la cloaca del pasado. No callar es una condición del pensante, de quien asume su responsabilidad cívica con la sociedad, de quien aspira a transformar su entorno con ideas.
Los invito a no callar, hacerlo nos coloca en el papel de zombi, en incondicional de un gobierno, en ceder nuestra condición de ciudadanos a cambio de nada.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.


2 comentarios:

@BarbaraCabrera dijo...

Maestro, una columna altamente recomendable para sacudir conciencias e invitar a no cesar en el trabajo que todos los días llevamos a cabo para rescatar este #MéxicoLindoyHerido.

¡Magnífico texto que suscribo en su totalidad!

Un placer leerle

Anónimo dijo...

Estimado Samuel... la redacción de la columna es tan precisa y concreta que cualquier comentario sobra ante lo evidente: "No callar"...

El adormecimiento mental de millones de ciudadanos que se conmueven con un "chantaje" monumental televisado, no les permite darse cuenta que la represión hacia éstos jóvenes, es un mancillamiento al presente y futuro del país; pues la situación actual en el país, ha sido responsabilidad de "nosotros", las generaciones anteriores... esas a las que les ha faltado el ímpetu de construír el país anhelado...

No se puede pedir igualdad y justicia callados y apáticos... o solo cuando nos afecte... somos un solo país, un solo pueblo... al que le llegó la hora de despertar...

Un abrazo...

@Laura_PeVa