Bajo un
gobierno que encarcele a alguien injustamente, el sitio adecuado para una
persona justa es también la cárcel.
Henry
David Thoreau
A lo largo de su historia difícilmente se ha logrado que
mediante los diversos procesos judiciales, prevalezca la justicia sobre el
derecho, muestra de ello, es el sistema inquisitorio que en materia penal
vivimos por años
Un caso que ilustra lo anterior es el caso de Alberto Patishtán
Gómez profesor de una escuela primaria pública en el municipio de El
Bosque, en los altos de Chiapas, quien fue involucrado en el homicidio de
siete policías, además de planear y realizar una emboscada con un miembro de
las bases de apoyo del EZLN.
Durante el juicio de Alberto Patishtán, no sirvió de nada que la
defensa presentara testimonios y documentos oficiales que demostraban que,
mientras se perpetraba el multihomicidio, el profesor se hallaba en una reunión
de trabajo con otros maestros rurales.
En el juicio se demostró que quien lo acusó, -el hijo del
presidente municipal de El
Bosque- menor de edad, mintió en la declaración al señalar que había
identificado a Patishtán mientras otro testimonio afirmó que los agresores iban
encapuchados; eso permitió que el Juez de Distrito absolviera al co-acusado,
pero no a Alberto quien fue sentenciado a sesenta años de prisión.
El profesor Patishtán ingresó a prisión hace 13 años, acusado de
siete homicidios, cometidos el 12 de julio del año 2000. Después de seguir el
largo camino del derecho para demostrar su inocencia, incluso acudiendo a la
Suprema Corte -quien determino turnar el caso a Tribunal Colegiado de Circuito–
para pedir interviniera en su caso.
Finalmente ayer los Magistrados del Primer Tribunal Colegiado de
Circuito del Poder Judicial de la Federación (PJF) ratificaron la sentencia de
60 años de prisión, pues resolvieron en su contra el último recurso jurídico
interpuesto por sus abogados.
Aunque existen aún otros caminos, entre ellos recurrir a la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pedir indulto presidencial o que
se promueva una Ley de amnistía, el tema de fondo del caso Patishtán es la
justicia y el debido proceso.
Patishtán participaba activamente en la vida política de El
Bosque, y había denunciado actos de corrupción, solicitando la destitución
del presidente municipal Manuel Gómez Ruiz y la creación de un consejo
Municipal, por lo tanto la acusación penal tenía un fondo político.
Con el escenario anterior, a Patishtán le queda en el
escenario nacional la amnistía –a través de una ley- o el indulto –otorgado por
el presidente de la república- sobre el cual ha dicho: “Nunca voy a solicitar
el indulto, no voy a pedir perdón por algo de lo que soy inocente”.
Ahora bien, ¿Por qué Patishtán no quiere solicitar el
indulto? Porque El indulto causa la de extinción de
la responsabilidad penal, es decir supone el perdón de la pena, o en
otras palabras, la persona sigue siendo culpable, pero se le ha perdonado el
cumplimiento de la prisión, mientras que la amnistía, que supone el perdón del
delito.
Alberto Patishtán se enfrenta a un dilema ético, primero,
aprovechar para su persona el indulto y salir de prisión para gozar de la
libertad, aunque ello implique la culpabilidad del delito o segundo, quedarse
en prisión cumpliendo un delito que no cometió.
Queda desde luego el turno al Poder Legislativo y la posibilidad
que desde ahí se geste una Ley de Amnistía que permita su excarcelación. ¿Dará
el legislativo este paso? Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe
diem.
2 comentarios:
El país de las desigualdades y las injusticias retratado en este caso.
Magnífico análisis Doctor.
Dr.
Lametable lo que ocurre en el país, justicia para algunos y ley dura para otros.
pobre país
Martha
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