En
estos días nos hemos concentrado en las desgracias que miles de mexicanos
sufren a causa de los fenómenos naturales que son consecuencia de la actitud
rapas de nosotros mismos: Tala inmoderada, explotación minera desmedida,
contaminación de mantos acuíferos, entre otros. Esto es solo un elemento de la
desgracia ocurrida en estos días, el otro gran elemento es la incapacidad de la
autoridad para responder y atender las necesidades de los caídos en desgracia.
Sumado
a la incapacidad e inexperiencia de la autoridad, no hay que dejar pasar los
actos de corrupción, y un ejemplo claro es la famosa autopista del sol; pero
también está el de las autoridades estatales y municipales, que dejan a su
suerte a los damnificados para administrar la desgracia a su favor.
Por si
faltaran pocas cosas en la agenda nacional, está presente y latente la lucha
magisterial, en este contexto ayer mismo este movimiento volvió a salir a las
calles; en muchas ciudades, no los callan, no los detienen, por el contrario
pareciera que se fortalece, ayer mismo en Xalapa se concentraron en la Plaza
Lerdo, ahí donde la semana pasada fueron desalojados violentamente, ayer
regresaron a ejercer su libertad. Una libertad que no están dispuestos a delegar.
Y es
que como afirma Locke: “La libertad del hombre en sociedad consiste en
no hallarse bajo más poder legislativo, que el establecido en la nación por
consentimiento, ni bajo el dominio de ninguna voluntad o restricción de ninguna
ley, salvo las promulgadas por aquél según la confianza en él depositada”.
El eje central de las movilizaciones es, la pérdida de confianza
en el poder legislativo, un poder que los engañó, que falto a su palabra, el
mismo que los invitaba a dialogar, mientras la policía federal se preparaba
para el desalojo en el Zócalo del DF.
Pero el magisterio se moviliza, se concentra, alza la voz y
recibe apoyo solidario de otros sectores, estudiantes, maestros y demás
movimientos sociales. Además, por si fuera poco, a esta causa el magisterial se
sumaran los alternativos que proponen algo diferente en materia energética sin
reformar la constitución, y desde luego los que no están a favor de la reforma
fiscal.
Y mientras esto ocurre, en Los Pinos, parece que
nadie tiene dimensión de lo que realmente enfrentarán si quieren imponer sus
reformas neoliberales. Alguien en Los Pinos debería llevar nota de cuantos frentes
abiertos tiene Enrique Peña. ¿Habrá inteligencia en alguna oficina de esa
residencia?
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
2 comentarios:
Doctor, existen tantos temas pendientes en la agenda nacional y vemos como los situados en la palestra pública y enquistados en el poder utilizan cualquier resquicio para distraer la atención y lograr sus cometidos. Eso produce dolor de patria.
Muy importante su análisis en #Iusfilosofando. Un placer leerlo.
Una buena columna Doctor, usted pone los puntos sobre las ies porque si es cierto, parece que nadie anda de inteligente en Los Pinos.
Carlos
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