@iusfilosofo
Desde diversas voces se ha convocado a no asistir a los eventos que con
motivo del aniversario del inicio Independencia realizará el Sr. de Los
Pinos, desde luego que la convocatoria ha traído un enorme respaldo, sobre todo
por una simple frase que sintetiza el desencanto nacional de un sexenio:
"Nada que celebrar".
Pero no todo
es desencanto, esta simple expresión resume también el enojo, la
desesperanza, fastidio, hartazgo y muchos más sentimientos sobre lo que
ocurre en nuestro país. Todo lo que en este tiempo hemos vivido y padecido, -algunos
temas se abordan en DOS LIBROS PARA ENTENDER Y ACTUAR POR MÉXICO en los cuales
soy autor y coordinador y cuya sinopsis pueden ver aquí http://bit.ly/1JOgi3g )- han llevado a que
muchos mexicanos griten con el silencio de su ausencia el "ya
basta".
¿Qué
contribución a un mejor país trae los gastos innecesarios para conmemorar un hecho
histórico de hace siglos y que inició bajo el grito de "muera el mal
gobierno"? Sin duda ninguno; más
cuando pensamos en que el actual escenario económico nacional está afectando la
economía doméstica por más que Luis Videgaray se empeña en negarlo.
¿Podemos los mexicanos
conformarnos con una noche de música "gratuita", sudor, empujones y
más desavenencias -como que los niños sean esculcados por la policía como
condición para entrar a un zócalo a celebrar “la fiesta de todos los mexicanos”
solo para ver a quien ostenta la titularidad del Poder Ejecutivo gritar
"viva México"? desde luego que no puede ser de esa forma, y no puede
serlo porque la administración del Sr. Peña se ha dedicado a generar historias
paralelas a los hechos reales.
¿Sigue bastando
gritar una noche “viva México” y callar el resto de año siendo así cómplice
omiso del mal gobierno que tiene como política de sus social media minimizar en redes hechos terribles como la tragedia
ABC, Tlataya, Ayotzinapa y la muerte de los periodistas en Veracruz? Por supuesto
que ya no basta, sobre todo cuando el peñismo se ha dedicado en construir su
propia telenovela mediática sobre el descontento nacional e incluso a pedido “ya
supérenlo” cuando de Ayotzinapa se refirió.
¿De qué
material está hecha la dignidad de algunos mexicanos que acudirán y acudieron “al
grito” a cambio de un refrigerio y camión? Sin duda de la poca dignidad que los
gobiernos neoliberales, -principalmente del PRI- han construido por décadas con
sus políticas clientelares de subvención a los “más pobres entre los pobres”.
No hay nada
que celebrar, es necesario reflexionar estos días en que airosos se muestran
los colores nacionales que nos recuerdan que es el mes de la independencia; esa
independencia que cada vez es menor y que quizá dejará de existir si
continuamos con el actual modelo socioeconómico y político.
Por hoy es
todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Doctor,
Aplaudo tu columna de esta semana. Mi comentario va implícito en una expresión que sintetiza el sentir nacional ¡Nada que celebrar!
#MéxicoLindoyHerido
Un placer leer #Iusfilosofando
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