@iusfilosofo
La semana anterior la
Doctora Bárbara Cabrera en su columna Nornilandia, abordo el tema “MÉXICO:
CRISIS DE DERECHOS HUMANOS” (http://bit.ly/1KZNFTC) en su aportación nos
describió como el Estado mexicano ha minimizado la vulneración de los derechos
Humanos en nuestro país ( Cananea,
Sonora, 1996; Guerrero, 1960; Ciudad de México, 1968; Ciudad de México, 1971,
“El Halconazo”; Aguas Blancas, Guerrero, 1995; Acteal, Chiapas, 1997; San
Fernando, Tamaulipas, 2010; Tlatlaya, Estado de México, 2014; y, Ayotzinapa,
Guerrero 2011 y 2014.”).
Debo advertir que esta
posición no es nueva, pues fue durante el primer semestre de 1945 cuando el
gobierno mexicano sostuvo una posición internacionalista por lo que hace a la
protección de los derechos humanos en el sistema internacional, tanto en el
ámbito regional como en las discusiones sobre la creación de Naciones Unidas. Durante
ese tiempo, el gobierno mexicano apoyó la resolución XL, titulada Protección
Internacional de los Derechos Esenciales del Hombre, que fue predecesora de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Ahí se proclamó la adhesión
de las Repúblicas Americanas a los principios consagrados en el Derecho
Internacional para la salvaguardia de los derechos esenciales del hombre, y se
favoreció un sistema de protección internacional de los mismos.
Más tarde, cuando en la
década de los setenta comenzó a cobrar fuerza la construcción de redes
transnacionales de derechos humanos en América Latina debido a los abusos de
las dictaduras militares, éstas no se extendieron a México, y el caso mexicano
pasó mayormente desapercibido en la escena mundial. A pesar de lo ocurrido
aquel 2 de octubre de 1968 en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco.
En 1969 nuestro país participó a fondo en las discusiones
que condujeron a la redacción final de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Ante este escenario, el gobierno mexicano trabajo en restringir las
facultades que el anteproyecto original contemplaba para la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, y cabildeó en contra del establecimiento de
una Corte Interamericana de Derechos Humanos con competencia jurisdiccional
obligatoria. Al final, las objeciones de México (junto con las de otros países)
fueron tomadas en cuenta, por lo que en el texto final se disminuyeron las
facultades de la Comisión y aunque sí se creó la Corte, también se estableció
que su jurisdicción tendría un carácter optativo.
Fue hasta 1981 que México se puso al corriente con
algunos de sus compromisos internacionales: se ratificaron los principales
tratados internacionales de derechos humanos, es decir, el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (PID CP), el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDES C) y la ya citada Convención Americana
sobre Derechos Humanos. Y hasta principios de los años noventa cuando los
derechos humanos figuraron en la agenda de la política exterior de México, fundamentalmente
mediante la participación del país en los organismos internacionales
especializados en la materia.
De esta forma en febrero
de 1989, (durante el gobierno de Carlos Salinas) Como parte de la Secretaría de
Gobernación, se creó la Dirección General de Derechos Humanos y un año más
tarde, el 6 de junio de 1990 nació por decreto presidencial la Comisión
Nacional de Derechos Humanos, ocupando el cargo de primer presidente Jorge
Carpizo. También se mandató la creación de comisiones locales en todos los
estados de la República.
No obstante la inclusión
en la agenda pública de sobre estos temas y la creación de las comisiones
estatales. ¿Cuánto hemos avanzado? Tras 25 años de la su aparición, dichas
comisiones han pasado a ser –en algunos casos- una secretaria más de la cual el
gobernador en turno dispone para colocar a sus amigos y pagar compromisos políticos.
Así, sobre el tema de los
Derechos Humanos hay mucho por construir, sobre todo por la forma en que los agentes
del Estado: policía y ejército se desempeñan en esta materia con relación a los
ciudadanos. Toca a nosotros difundir y promover el respeto y ejercicios de los
Derechos Humanos.
Por hoy es todo, nos
leemos la próxima. Carpe diem.
1 comentario:
Interesante remembraza a los Derechos Humanos en tu columna Doctor.
Agradezco la mención a mi texto.
Iusfilosofando de imperdible lectura y consulta.
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