iusfilosofando

martes, 3 de julio de 2018

HICIMOS HISTORIA




Samuel Hernández Apodaca
@iusfilosofo

Después del domingo el país es otro, una gran cantidad de personas abarrotaron las casillas como nunca se había visto, quizá muy similar a la elección de treinta años atrás, donde hasta muy tarde la gente seguía formada en espera de ejercer su voto; en mi memoria están grabadas esas imágenes. Treinta años después, el fenómeno es muy similar, pero con una gran diferencia, esta vez los jóvenes fueron los protagonistas del cambio, fueron los que decidieron ser los soldados de la transformación y ponerse muchos de ellos al servicio del general Andrés Manuel, su arma un Smartphone.

Treinta años después los jóvenes se convierten en factor de cambio, ellos que han sido los más afectados por el neoliberalismo, -termino que quizá muchos de ellos no conocen, pero que enfrentan día a día- cuando la desigualdad, la miseria, el desempleo y la inseguridad entre otras muchas cosas más, los convierte en protagonistas de esta política. Muchos nacimos y crecimos con ese modelo que se vio consolidado con los gobiernos del PRI y del PAN.

Los ciudadanos han ganado saliendo a las urnas para derrotar a un régimen que los mantuvo subyugados por mucho tiempo, un régimen que los engañó, que los utilizó, que los empobreció, en pocas palabras que los traicionó cuando les dijo a los ciudadanos que las reformas estructurales eran por el bien de México, cuando en la práctica la canasta básica de los ciudadanos se vio ampliamente disminuida.

Los ciudadanos han ganado demostrando al poder político y económico que todo tiene un límite, han ganado porque entendieron el valor real de su voto y porque se cansaron de ser traicionados primero por Fox, seguido por Calderón y luego por Peña Nieto. Andrés Manuel ha ganado y lo ha hecho de forma aplastante, entendió que había que consensuar, que era necesario hacer a un lado las diferencias, que era fundamental generar rupturas en el poder político y económico.

Las paradojas de la elección son crueles para muchos, el gran perdedor es el PRI, partido en el poder, pues pierde los distritos electorales federales donde tenía el control, hasta en Atlacomulco, terruño de quien hoy vive en Los Pinos. Fue derrotado pues su votación alcanzó los 6 millones 157 mil 156 votos. El otro derrotado es el PRD, partido fundado por quien ocupará la presidencia, y que solo obtuvo 1 millón 307 mil 665 votos. La derrota es terrible porque con toda la estructura política del partido que gobierna la Ciudad de México, resulta que Heliodoro Rodríguez, candidato independiente, obtuvo 2 millones 339 mil 431 votos.

Y precisamente, los otros grandes perdedores fueron los candidatos independientes, pero de ellos hablaré en otro momento. Por lo pronto hicimos historia con la elección, pero lo más importante aún viene, nada se entrega de forma gratuita y permanente, para citar a Rousseau “Un pueblo que no abusa jamás del gobierno. No abusaría jamás de su independencia. Un pueblo que gobernara siempre bien. No tendría necesidad de ser gobernado.” Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.


1 comentario:

@BarbaraCabrera dijo...

Muy buena columna Doctor Samuel, la comparto en mis redes.

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